viernes, 19 de septiembre de 2008

El precio de la crítica pasando por Barcelona

Mañana viajo a Barcelona, parte de mi origen. Estoy hasta el martes y reecontraré viejos amigos y esas calles que mezclan lo que queda de una ciudad por desgracia casi desaparecida y lo que queda por delante de la ciudad que, también por desgracia, le espera a barceloneses de nacimiento y adopción. Barcelona, en definitiva.

Y para que no os aburráis, os dejo con un material de China ya publicado en el cachondón y zaragozano Pollo Urbano. Una entrevista con dos intelectuales disidentes del gigante rojo asiático...

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La crítica tiene un precio


A la blogger tibetana Tselong Woeser y al escritor e intelectual chino Wang Lixiong les une, además del matrimonio, su deseo de alcanzar la libertades individuales y nacionales dentro de China. Ambos han criticado abiertamente con sus trabajos periodisticos y literarios al Gobierno y su política represiva hacia el Tibet,
así como su menosprecio hacia los Derechos Humanos. El precio que han pagado hasta el momento es soportable. El que habrán de pagar les es desconocido. Con todo, nos les tiembla la voz a la hora de entonar nuevas críticas hacia el Gobierno y el Partido Comunista chinos. No parece que el miedo les pueda.


A finales del pasado mayo, un grupo de periodistas occidentales tuvo la oportunidad de entrevistar a puerta cerrada a estas dos figuras de la disidencia interior china en una pequeña habitación del centro de Pekín. Una medida de seguridad tomada por ellos mismos; saben que son vigilados de cerca por la Oficina de Seguridad Pública. En un tono calmado, pero por momentos demoledor, Woeser y Lixiong desgranan su visión de lo ocurrido en los últimos meses en el Tibet y de la falta de libertad de opinión y prensa en la actual China preolímpica. En definitiva, dos voces que echan más luz sobre un Estado cuyas dimensiones (1.300 millones de habitantes), su diversidad cultural y sus impresionante desarrollo económico de los últimos 30 años lo hacen a menudo difícil de entender para las mentes occidentales.


¿Cuál fue el detonante del levantamiento ocurrido en Tibet el pasado marzo?


Tselong Woeser (TW): “El levantamiento del pasado marzo no fue algo repentino. Ya hacía tiempo que los tibetanos venían acumulando rabia y descontento por las políticas del Gobierno chino hacia el Tibet. La preparación de los Juegos Olímpicos ha sido la oportunidad perfecta para los tibetanos puedan llamar la atención sobre su situación en la comunidad internacional. La respuesta del Gobierno chino ha sido la propaganda tanto a nivel doméstico como internacional, propaganda que ha despertado un fuerte sentimiento nacionalista en el corazón del pueblo chino.”


¿Es posible el Gobierno chino haya hecho una autocrítica sobre su forma de proceder tras las numerosas manifestaciones internacionales a favor de la libertad del Tíbet?


Wang Lixiong (WL): “No. Justo tras el levantamiento, 200 intelectuales chinos firmaron una declaración contra la reacción represiva del Gobierno. Lamentablemente, el Partido Comunista no ha hecho ningún análisis de sus propios errores en la cuestión tibetana. Y eso ha agravado aún más el enfrentamiento entre chinos y tibetanos.”


Las versiones sobre lo ocurrido en Lhasa el pasado marzo son diversas y contradictorias. Incluso los corresponsales que llegaron a Tibet los días después de los levantamientos tienen dudas y la falta de imágenes complica todo aún más. ¿Qué creen que pasó exactamente en las calles de Lhasa el pasado marzo?


TW: “En contra de lo que dice la versión oficial, lo que pasó en Lhasa y el Tíbet no tiene nada que ver con el Dalai Lama, sino que estrechamente relacionado con la actitud del Partido Comunista hacia el Tibet. Además, no es la primera vez que ocurren este tipo de protestas. El levantamiento del pasado marzo comenzó con una serie de manifestaciones pacíficas en favor de la libertad y la identidad tibetanas: la respuesta fue una serie de detenciones masivas, lo que desató la ira de los manifestantes, que atacaron a la policía china.”


¿Cuál es el nudo del conflicto en el Tíbet?


TW: “El gran problema es que la teórica autonomía del Tibet no es real. A eso hay que añadir que chinos llegados a Tibet desde otras partes del país son los que se han aprovechado de las inversiones de Pekín. Otro de los grandes problemas es que la mayoría de los tibetanos hablan muy poco chino, y si no dominas el idioma, es muy díficil encontrar un trabajo. Ésa es la gran barrera para los tibetanos en el plano laboral y lo que está aumentando el malestar generalizado.”


El Dalai Lama denunció recientemente que China estaba llevando a cabo un “homicidio cultural” en el Tíbet...


TW: “Hace un par de años el Dalai Lama ya anunció que la cultura tibetana estaba en peligro de muerte, idea que volvió a repetir tras el levantamiento de marzo con el concepto de ‘homicidio cultural’. El año pasado volví al Tibet y tuve la oportunidad de hablar con muchos compatriotas. Una frase pronunciada por un anciano se me quedó grabada en la cabeza: ‘Tibet ha llegado a su fin’. Los tibetanos somos minoría en Lhasa y eso está acabando con nuestra cultura e identidad. Yo crecí y estudié en en la capital, y nunca recibí una sola hora de clase en mi propia lengua, el tibetano. Creo que es un buen ejemplo de lo que el Dalai Lama ha descrito como ‘genocidio cultural’. A pesar de todo, en la actual escuela tibetana sí existe la posibilidad de elegir entre una línea de educación en tibetano y otra en chino. Pero el nivel educativo de la línea en tibetano es tan bajo que muchos padres deciden escolarizar a sus hijos en chino.”


¿Están discriminados los tibetanos en el resto de China?


WL: “Nunca tuve problemas con mi familia y amigos cuando decidí casarme con Woeser. Pero tras el levantamiento de marzo, muchos chinos se mostraron furiosos con los tibetanos, incluso aquéllos que antes mostraban interés y comprensión por el Tibet. El sentimiento nacionalista chino ha salido fortalecido. Hay una comparación que me parece muy acertada: alguna vez escuché que los chinos consideran al Tibet una mascota, una mascota que no da problemas cuando la alimentas, pero de la que te planteas deshacerte cuando empieza a molestar.”


¿Podrá alcanzar el Tibet algún día su independencia por la vía pacífica y la acción política?


TW: “El pueblo tibetano cree al 100% en la voz del Dalai Lama y él siempre ha apostado por el diálogo y los medios pacíficos. Los tibetanos que vivieron y estudiaron en China también creen en la voz del Dalai Lama como la máxima figura política y religiosa de su país. Esos jóvenes, sin embargo, consideran su posición demasiado moderada; a esa nueva élite tibetana le gustaría ir mucho más rápido y radicalmente hacia la independencia. La mayoría de los tibetanos siempre hemos apostado por las vías pacíficas. Pero nuestro rival, el Partido Comunista Chino, es demasiado duro, imposible de convencer. Por eso, incluso yo misma he llegado a tener dudas sobre el uso exclusivo de las vías pacíficas.”


¿Qué precio habéis tenido que pagar por expresar vuestra opinión crítica sobre la cuestión tibetana y el régimen comunista?


TW: “En 2005 abrí dos blogs: uno para tibetanos y otro para chinos. Mi trabajo era constantamente censurado. Ese mismo año, el Ministerio de Propaganda decidió cerrarlos. Mi tercer intento volvió a ser clausurado. Ahora mismo escribo un blog que está hosteado en EEUU y al que sólo se puede acceder en China a través de una especie de atajo cibernético. Y pese estar hosteado en EEUU, el blog ya ha recibido un par de ataques. En el blog escribo sobre la actual situación en Tibet, o, por ejemplo, de las tremendas consecuencias destructivas que tuvo la Revolución Cultural para la identidad tibetana; ése es un tema del que el Gobierno chino no quiere que se hable o se escriba. Quizá esa fuese la razón principal del cierre de mis tres blos anteriores.”


WL: “Si nosotros apostamos públicamente por la independencia del Tibet, el Gobierno nos puede acusar de separatismo, algo considerado como un delito en China. Por tanto, tenemos que tener mucho cuidado con lo que escribimos o decimos si no queremos pagar un precio mayor que la censura.”

P.D: entrevista realizada en una habitación de un hotel situado en el centro de Pekín un día de finales de mayo de 2008.

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