tag:blogger.com,1999:blog-7799155685201215182024-03-16T02:12:24.180+01:00Cielo bajo BerlínAndreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.comBlogger322125tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-57910927116760367182023-11-17T16:23:00.000+01:002023-11-17T16:23:38.693+01:00La ultraderecha abre un nuevo escenario político en Alemania<div style="text-align: justify;">Las elecciones regionales de Alemania en Hesse y Baviera del pasado octubre acabaron con dos de
los mantras que han marcado el análisis político de Alemania durante los últimos años: que la
ultraderecha de <a href="http://cielobajoberlin.blogspot.com/search/label/AfD" target="_blank"><b>Alternativa para Alemania (AfD)</b></a> iba camino de convertirse en una fuerza regional del
Este del país y que ello supondría el principio del fin del partido fundado en 2013. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el estado libre de Baviera, en el sur de Alemania, AfD fue el tercer partido más votado con más del
14% y una mejora de más de cuatro puntos respecto a los últimos comicios regionales bávaros. En el
estado federado de Hesse, los resultados de los ultraderechistas fueron incluso mejores: con un
18,5% de los votos – y un avance de más de cinco puntos –, AfD fue segunda fuerza por delante de
los socialdemócratas del SPD y los ecoliberales de Los Verdes, y sólo por detrás de los democristianos
de la CDU, vencedores electorales. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">Dos mantras han marcado el análisis político de <a href="https://twitter.com/hashtag/Alemania?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Alemania</a>: que la <a href="https://twitter.com/hashtag/ultraderecha?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#ultraderecha</a> de AfD se convertiría en un partido regional del Este del país y ello supondría el principio de su fin.<br /><br />Las elecciones de ayer en Hesse y Baviera - estados occidentales -demuestran justo lo contrario <a href="https://t.co/Xot0eFazj0">pic.twitter.com/Xot0eFazj0</a></p>— Andreu Jerez Ríos (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1711303017285214315?ref_src=twsrc%5Etfw">October 9, 2023</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><div style="text-align: justify;"><br /></div>
Estos resultados en dos estados occidentales de la República Federal acaban con la idea de que AfD
era sólo un problema de los territorios orientales correspondientes a la antigua República
Democrática Alemana, desaparecida con la reunificación del país en 1990. Con diez años recién
cumplidos, Alternativa para Alemania confirma que su base electoral es sólida y amenaza con seguir
creciendo en un contexto de crisis múltiples que abona el terreno para su discurso antisistema,
xenófobo y revisionista de la historia alemana. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">AfD lleva meses anclada en el 20% de intención de voto a nivel federal, según apunta la media de
todas proyecciones electorales. Si hoy se votase en Alemania, sería segunda fuerza nivel nacional,
sólo por detrás de la unión conservadora CDU-CSU, lo que abre un panorama político similar al que
dejaron los comicios regionales de Hesse. Llega por tanto el momento de preguntarse por qué
precisamente ahora Alternativa para Alemania, tras años de escisiones, graves crisis internas y
altibajos, está alcanzado tales intenciones de voto. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Confluencia de crisis </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde la aparición social y político de AfD en 2013, Europa y el mundo han atravesado diversas crisis:
la llamada crisis financiera de 2008 y la resultante gran recesión global, la posterior crisis de deuda y
del euro, la "crisis de los refugiados" de 2015, la pandemia del coronavirus, la invasión de Ucrania,
con su correspondiente inflación, y ahora la guerra en Oriente Medio. Una de las grandes
preocupaciones de los analistas que observan AfD es intentar prever qué los podría llevar hasta las
puertas del poder, como ha ocurrido en otros países europeos con otros partidos ultraderechistas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora nos encontramos ante el momento de mayor auge del partido ultraderechista alemán más
exitoso de la historia de la República Federal y, si nos ponemos algo más catástrofistas, desde la
llegada al poder del NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, es decir, el partido nazi) en los
años 30 del siglo pasado.
La pregunta es: ¿si Alemania, Europa y el mundo han atravesado tantas crisis en las dos últimas
décadas, por qué precisamente ahora consigue AfD sus mejores porcentajes de intención de voto,
diez años después de su fundación? </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La respuesta es que, en esta ocasión, todas las crisis llegan al
mismo tiempo: inflación, crisis energética, desgaste de la clase media, miedo al descenso social y al
futuro ante los cantos belicistas que llegan desde los principales centros militares del planeta, una
crisis climática que se hace cada vez más presente en cada vez más rincones del planeta, todo ello
sumado a un descrédito creciente de los partidos tradicionales alemanes y también del propio
sistema democrático, como demuestran recientes estudios de opinión en Alemania. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Veamos algunos los principales factores de esa confluencia de crisis: </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>- Decepción con la 'Coalición Semáforo':</b> la actual coalición gobernante en Alemania, conformada
por los socialdemócratas del SPD, los ecoliberales de Los Verdes y los liberal-conservadores del FDP,
llegó al Gobierno federal en diciembre de 2021 con el objetivo de transformar el país tras el fin de la
'era Merkel'. Meses después comenzó la invasión rusa de Ucrania con sus consecuencias
correspondientes. Desde entonces, la valoración del Gobierno alemán no ha hecho más que
descender. En una reciente proyección demoscópica de la televisión pública alemana, sólo el 20% de
la población se mostraba "contenta" con el trabajo del tripartito. Ello, sin duda, ha alimentado a la
ultraderecha de AfD, considerada ya por muchas personas como la única oposición verdadera al
'establishment’. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>- Miedo a la guerra, la recesión y la inflación: </b>Alemania es un país esencialmente conservador y
amante de las certezas. Es difícil encontrar una sociedad en el mundo en la que la palabra
"seguridad" tenga tanto peso. Y en el mundo actual, las certezas no abundan. Tras una pandemia y
una nueva guerra en suelo europeo, la población alemana ve como su modelo, durante décadas
alabado fuera y dentro de la potencia económica europea, renquea. El gas ruso ya no llega, el país
está a las puertas de la recesión, la inflación de alimentos y combustible se mantiene alta, la
migración se convierte en un elemento fundamental para el futuro de un país con una grave crisis
demográfica. Son muchos cambios estructurales de golpe para una sociedad tan conservadora. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>- Respuesta nacionalista y reaccionaria a la crisis social:</b> ese torrente de incertezas está alimentando
la narrativa de la ultraderecha y su respuesta reaccionaria a la(s) crisis. Sin duda hay un voto
xenófobo y ultranacionalista estructural en AfD, pero difícilmente sirve para explicar el actual auge.
La incertidumbre y el miedo respecto al futuro empujan esa respuesta nacionalista y reaccionaria
ofrecida por AfD, con un cierre de fronteras y un proteccionismo económico que más que solucionar
los problemas de Alemania, los agravaría. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>- Instrumentalización de la "paz": </b>cuesta encontrar en Alemania la palabra "paz" en los discursos
políticos predominantes respecto a la situación en Ucrania. En prácticamente todo el arco
parlamentario - con la excepción de partes de los poscomunistas de Die Linke - cunde el consenso
sobre la actual estrategia occidental respecto a la guerra en Ucrania: es decir, envío de armas para el
ejército ucraniano y sanciones contra la economía rusa. AfD es el único partido que se ha
desmarcado por completo de ese consenso. Independientemente de si lo hace de manera
oportunista o desde el convencimiento, la ultraderecha alemana es el único partido que apuesta por
dejar de armar a Ucrania y establecer negociaciones con el Kremlin. Ello está seduciendo a una parte
del electorado alemán. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>- Normalización: </b>como en el resto de Europa con otros partidos ultras, en Alemania también está
habiendo una cierta normalización de AfD, que ya lleva dos legislaturas y media dentro del
Bundestag. Sus mensajes contra minorías, que antes generaban escándalo, van calando en la
discusión pública y ya no provocan como antes. Ello no significa que su mensaje esté menos cargado
de odio que hace años, sino que el partido ha conseguido normalizar determinadas posturas. La
gestión de peticionarios de asilo y de la inmigración, con propuestas cada vez más restrictivas desde
partidos considerados de centro y desde la Comisión Europea, es buen ejemplo de ello. A ello hay
que sumar que partes de la CDU, incluida su dirección, se abren cada vez más claramente a una
cooperación directa o indirecta con los ultras. El llamado "muro de contención" establecido frente a
AfD por el resto de fuerzas políticas alemanas cada vez tiene más grietas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>- Cierre de filas de AfD:</b> Alternativa para Alemania ha sido un partido marcado prácticamente desde
su fundación por las luchas internas. Nacido como formación euroescéptica y nacionalista ha
evolucionado hacia un partido ultraderechista, cuya fracción más radical - liderada por Björn Höcke,
un político cercano a posiciones neonazis - es la más poderosa. AfD ha ido dejando un reguero de
cadáveres políticos fruto de esas luchas internas por hacerse con el control del aparato. Y el partido
ha escenificado en numerosas ocasiones esas divisiones entre la facción nacionalconservadora y la
etnonacionalista, lo que los ha penalizado en las urnas. Esa división es hace tiempo historia de
puertas afuera. El partido se muestra unido en el espacio público y ya nadie pone en tela de juicio el
poder que Höcke tiene de los cuadros de AfD. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>- Éxitos electorales en el Este: </b>el pasado verano, <a href="https://www.youtube.com/watch?v=dlbbRgbL8ts&embeds_referring_euri=http%3A%2F%2Fcielobajoberlin.blogspot.com%2F&source_ve_path=MjM4NTE&feature=emb_title" target="_blank"><b>AfD consiguió su primer cargo público a través deunas elecciones</b></a>. Fue en el distrito de Sonneberg, en el sur del estado federado de Turingia. AfD está
precisamente liderada allí por Björn Höcke. AfD ganó la segunda vuelta de los comicios para elegir al
administrador del distrito a pesar de que el resto de partidos había pedido el voto para el otro
candidato, de la CDU. Días después, el partido ultraderechista también ganó la alcaldía de un
pequeño pueblo de Raguhn-Jeßnitz, en el estado de Sajonia-Anhalt, también en Alemania oriental.
Estos éxitos electorales a nivel local ayudan a normalizar aún más a un partido que cada vez más
gente observa como "normal" y votable, como demuestran las proyecciones demoscópicas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Las (posibles) consecuencias </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La actual fortaleza de AfD abre, por tanto, un nuevo escenario en Alemania de consecuencias todavía
inciertas. La primera consecuencia más clara es la fundación del partido Alianza Sarah Wagenknecht.
La exparlamentaria de Die Linke lanzó recientemente su formación, que llevaba meses haciéndose
esperar. Con un discurso de izquierda en lo económico y conservador en cuestiones identitarias o
migratorias – “Por el sentido común y la justicia” es su lema –, el lanzamiento del partido de
Wagenknecht se ha visto acelerado por el auge electoral de AfD. El partido nace, entre otros
objetivos, con la vocación de robar votantes a AfD entre los electores decepcionados con los partidos
tradicionales que votan a los ultras no tanto desde la convicción ideológica sino como señal de
hartazgo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta nueva fragmentación del tablero electoral augura, además, una aún mayor dificultad para
formar coaliciones de Gobierno en Alemania. El actual tripartito gobernante no es más que el
producto de un panorama político fragmentado con seis partidos a nivel federal en el que todas las
formaciones se niegan a pactar con la ultraderecha de AfD a nivel federal y regional. Este “muro de
contención” frente a la ultraderecha tiene, sin embargo, brechas que amenazan con abrirse cada vez
más si AfD se mantiene en el 20% de intención de voto o incluso sigue avanzando. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La pregunta a estas alturas no es si la CDU colaborará políticamente con AfD, sino por qué no debería
hacerlo. La llamada crisis de Turingia en 2019 – en la que la CDU y AfD votaron conjuntamente por un
candidato minoritario del FDP como alternativa a un Gobierno regional liderado por Die Linke – fue
sólo el primer aviso de que el “cordón sanitario” difícilmente aguantará si los actuales niveles de
intención de voto a AfD se consolidan a largo plazo en Alemania.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Análisis publicado por <a href="https://www.esglobal.org/la-fortaleza-de-la-ultraderecha-abre-un-nuevo-escenario-politico-en-alemania/" style="font-weight: bold;">Esglobal.org</a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div>
<a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-85976554171460633552023-10-09T01:35:00.002+02:002023-10-09T01:35:23.941+02:00¿Apoyó Alemania el golpe contra Allende?<div style="text-align: justify;">Marzo de 2019. Un grupo de periodistas de investigación alemanes llega a Santiago de Chile para consultar el Archivo Nacional del país sudamericano. Poco antes, habían sido liberados miles de documentos sobre la dictadura chilena y también sobre el rol de Colonia Dignidad, una secta alemana colaboracionista con el pinochetismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los periodistas, del canal público MDR, sabían que el Archivo Nacional chileno contenía cientos de miles de fichas y documentos de la secta alemana, así como del archivo personal de Paul Schäfer, su líder. Schäfer había sido un colaboracionista con la dictadura chilena y Colonia Dignidad, un lugar en que se torturó y ejecutó a detenidos por el régimen de Pinochet tras el golpe de Estado contra el Gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre 1973. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como confirma Christian Bergmann, uno de los periodistas alemanes que accedieron a los documentos, Schäfer era muy desconfiado y ordenó registrar todas las comunicaciones que salían y entraban de Colonia Dignidad, lo que permite ahora “tener acceso a acuerdos casi secretos”. El historiador y experto en la secta alemana, Jan Stehle, considera que el archivo de Colonia Dignidad es <span style="text-align: left;">"el mayor archivo sobre la represión en Chile que hasta ahora se ha encontrado en Chile”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;">El archivo de Colonia Dignidad confirma el ya sabido colaboracionismo de la secta con los golpistas y la dictadura chilena. Pero los periodistas alemanes encontraron algo más: indicios de que el <i>Bundesnachrichtendienst</i> - BND por sus siglas en alemán, es decir, los servicios secretos de la República Federal – pudo haber enviado armas a Colonia Dignidad como parte de los preparativos para el golpe contra Allende, como publicaron en <a href="https://www.mdr.de/nachrichten/deutschland/chile-putsch-bnd-colonia-dignidad-waffen-100.html" target="_blank"><b>un reportaje días antes del 50 aniversario del golpe de Estado contra Allende</b></a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los periodistas de MDR encontraron referencias a la presunta implicación de órganos estatales de la República Federal alemana, que podrían haber usado sus contactos con un traficante de armas para hacer llegar armamento a Colonia Dignidad antes del golpe de Estado de Pinochet. <span style="text-align: left;">Lo encontrado hasta ahora en el Archivo Nacional de Chile no demuestra de forma concluyente que el BND estuviera implicado en la entrega de armas para los golpistas. Sí abre, sin embargo, una nueva puerta de investigación sobre las conexiones entre Colonia Dignidad, la dictadura pinochetista y los servicios secretos alemanes.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“La pregunta que abre ese reportaje es cuánto sabía el BND de esto. El periodista del reportaje llamó al armamentista al que Colonia Dignidad encargó un envío de armas y este armamentista contestó que él no podía hablar del asunto antes de que el BND le diera permiso para ello”, dice el historiado Jan Stehle. "Eso, creyendo a ese personaje, significaría que el BND estaba al tanto de estos envíos. Y yo pienso que esto es perfectamente posible, pero no lo podemos confirmar como investigadores hasta que tengamos acceso a la documentación del BND que aún está clasificada.”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">Los servicios secretos de la República Federal de <a href="https://twitter.com/hashtag/Alemania?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Alemania</a> ayudaron al golpe contra <a href="https://twitter.com/hashtag/Allende?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Allende</a> en Chile con el envió de armas, según una investigación de la televisión pública alemana <a href="https://twitter.com/mdrde?ref_src=twsrc%5Etfw">@mdrde</a>.<br /><br />El socialdemócrata Willy Brandt era entonces canciller<a href="https://t.co/hq3jzN7Dwv">https://t.co/hq3jzN7Dwv</a></p>— Andreu Jerez Ríos (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1699176655615361518?ref_src=twsrc%5Etfw">September 5, 2023</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div>
¿Qué es y cómo funciona el BND?</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Oficialmente, el <i>Bundesnachrichtendienst</i> fue fundado en 1956. El origen de los actuales servicios secretos alemanes se remonta, no obstante, a 1945, poco después de la derrota militar de la Alemania nazi. Un grupo de oficiales del ejército alemán ofreció entonces sus servicios a la inteligencia militar estadounidense que ocupaba una parte de la Alemania dividida. La influencia de los servicios secretos de Estados Unidos en la inteligencia de la República Federal es, por tanto, evidente. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El BND es actualmente uno de los tres servicios de inteligencia con los que cuenta Alemania. Dependiente directamente del Gobierno federal, la misión del BND es obtener información militar, económica, técnica y política más allá de las fronteras de la República federal. Con 6.500 empleados, es el servicio de inteligencia con más recursos del país.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Oficialmente, el BND está sujeto al control de comisiones parlamentarias, una comisión independiente, al control del Comisionado Federal para la protección de datos y libertad de información, al del Tribunal de Cuentas y a la cancillería federal. Sin embargo, es sabido que los servicios secretos tienen cierta autonomía y métodos para actuar al límite de la ley y - a veces - incluso fuera de ella, como demuestran por ejemplo <a href="http://cielobajoberlin.blogspot.com/2014/01/sobre-guerra-secreta-e-intereses.html" target="_blank"><b>las escuchas de la NSA estadounidense a Angela Merkel cuando todavía era canciller alemana</b></a>. En el caso del golpe en Chile, ¿podría haber actuado el BND a espaldas del entonces gobierno del canciller socialdemócrata Willy Brandt?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFKBvkkU7ui5kwM6P2VG7ZlSapZbuxdCbruZQnmMdE3PrWcP4Uvq159RfWif-aV4cHIBNNSm4fwsDOFUgO0_tB07TkcGPIFBjch2H5lRvyG_1X7VCu1gyrGw7Otvl3n8zbtlyTC3sUOJundMSXOB2wzAVr1UqoKPbtKNtw3hLKQq88orPE8qnnrsm6K4A/s620/9783962891183_cover_2d.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="620" data-original-width="440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFKBvkkU7ui5kwM6P2VG7ZlSapZbuxdCbruZQnmMdE3PrWcP4Uvq159RfWif-aV4cHIBNNSm4fwsDOFUgO0_tB07TkcGPIFBjch2H5lRvyG_1X7VCu1gyrGw7Otvl3n8zbtlyTC3sUOJundMSXOB2wzAVr1UqoKPbtKNtw3hLKQq88orPE8qnnrsm6K4A/s320/9783962891183_cover_2d.jpg" width="227" /></a></div>“Los servicios secretos tienen un cierto espacio libre, eso es muy claro, pero son instrumentos de un gobierno, dependen del gobierno” opina el historiado Holger Meding. "En Alemania, dependen y dependían de la cancillería, no son una institución completamente libre, aunque tengan espacio libre. En el caso de un golpe de Estado o de un suministro de armas, es muy difícil actuar con sin el consentimiento de un gobierno”, dice Meding, que conoce bien al BND. Forma parte de la llamada comisión independiente de historiados del BND, que tuvo acceso a los archivos de los servicios secretos </span><span style="text-align: left;">y publicamos el libro</span><span style="text-align: left;"> </span><i style="text-align: left;"><b><a href="https://www.aufbau-verlage.de/ch-links-verlag/die-auslandsaufklarung-des-bnd/978-3-96289-118-3" target="_blank">Die Auslandsaufklärung des BND. Operation, Analysen, Nertwerke</a>.</b></i><span style="text-align: left;"> </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><b>El contexto histórico</b></span></div><div style="text-align: left;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;">Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y la fundación del BND, los nuevos servicios secretos comenzaron a establecer redes en todo el mundo, también en Latinoamérica. El contexto político en esa región estaba marcado por la Guerra Fría y la influencia de los dos grandes bloques: el soviético, por una parte, y el occidental con Estados Unidos a la cabeza, por otra. En este último estaba encuadrada la República Federal de Alemania. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El anticomunismo fue entonces la principal base de las actividades del BND en América Latina, como demuestran numerosos estudios históricos. Y dentro de ese anticomunismo, los servicios secretos de Alemania occidental no dudaron en contar con la colaboración de antiguos criminales de guerra nazis. <span style="text-align: left;">“Muchos de los agentes del BND tenían un pasado nazi, como miembro de partido, como miembro del servicio secreto durante la Segunda Guerra Mundial, como miembro del aparato represivo del Tercer Reich. Este pasado es muy bien conocido”, apunta el profesor Meding.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los antiguos nazis, colaboradores del BND, tuvieron una evidente afinidad ideológica con dictaduras militares latinoamericanas, como la de Pinochet en Chile. Alguno de ellos, como por ejemplo Walter Rauff, incluso tuvo contacto y colaboración directa con el dictador chileno. <a href="https://www.tagesschau.de/investigativ/wdr/chile-pinochet-diktatur-nazis-rauff-100.html" target="_blank"><b>Medios alemanes describen a Rauff como “el padrino alemán”</b></a> de Pinochet. Rauff fue dirigente de las SS y responsable directo del Holocausto y los crímenes del nacionalsocialismo.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><b>El archivo del BND</b></div><div><br /><div style="text-align: justify;">El antes mencionado libro sobre el BND, coescrito por el historiado Holger Meding, tiene casi mil páginas. E<span style="text-align: left;">s el primero y hasta ahora único estudio sistemático sobre las actividades del BND basado en los archivos del mismo servicio secreto. El BND decidió encargárselo a una comisión de historiadores que pudieron consultar los archivos del BND, pero sólo hasta el año 1968. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;">Sin embargo, y como reconoce el propio profesor Meding, los historiados no pudieron publicar toda la información consultada. </span><span style="text-align: left;">“Nosotros teníamos pleno acceso a todos los documentos, pero no tuvimos la posibilidad de publicar todo. Hubo una censura final y yo he sufrido mucho de esta censura. Me han quitado un capítulo entero y muchas informaciones que no puedo ahora divulgar”, </span>reconoce el historiador.</div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;">La parte dedicada a Latinoamérica incluye capítulos sobre las actividades del BND en Argentina, Guatemala, Cuba, Venezuela o Brasil, pero ninguno sobre Chile, a pesar de la evidente actividad del servicio secreto en el país sudamericano antes y después del golpe de Estado contra el Gobierno de Allende. Esa ausencia llama poderosamente la atención. El acceso a los archivos del BND posteriores a 1968 será clave - si es que se acaba permitiendo -</span><span style="text-align: left;"> para poder contrastar la información recientemente encontrada por el canal público alemán MDR en el Archivo Nacional de Chile.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;">El problema reside en el marco legal actualmente existente en la República Federal: la ley permite al BND censurar qué parte de sus archivos puede ser publicada si esto sirve oficialmente para proteger fuentes de información o métodos de espionaje usados por el servicio secreto. "</span><span style="text-align: left;">El estudio de Holger Meding muestra, sin embargo, que el único secreto de Estado entre comillas que querían proteger era el hecho de que estaban compinchados con criminales de guerra nazis”, responde Stenfa Rinke, </span>historiador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de Berlín.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La intransparencia sobre archivos relacionados con el papel jugado por los servicios secretos alemanes en la década de los 70 en los países latinoamericanos que fueron víctimas de dictaduras militares genera aún más preguntas y dudas. <span style="text-align: left;">La pelota está en el tejado de la cancillería federal alemana.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/IUQAHWsoiNY?si=m9nMQYIqOjv4sKZQ" title="YouTube video player" width="560"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br /></div>
<a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-79525483860967092932023-08-04T20:38:00.005+02:002023-08-08T14:50:32.688+02:00La ultraderecha gana poder en Alemania<p style="text-align: justify;">Alternativa para Alemania (AfD) nació para vivir del miedo. Prácticamente desde su fundación en 2013, el partido se ha servido de diferentes crisis para crecer y establecer su marco discursivo a través de la <a href="https://www.youtube.com/watch?v=ki-kiAH-pqk&t=3831s" target="_blank"><b>llamada "provocación estratégica</b></a>": generar escándalo con salidas de tono respecto a consensos como la memoria histórica sobre el nazismo y el holocausto, la defensa de los Derechos Humanos y de minorías sociales, así como la contención del nacionalismo alemán o - ya más recientemente - la necesidad de combatir la crisis climática.</p><p style="text-align: justify;">Desde que sigo a AfD como fenómeno social y político - prácticamente desde su fundación-, Alemania, Europa y el mundo han atravesado diversas crisis: la llamada crisis financiera de 2008 y la resultante gran recesión global, la posterior crisis de deuda y del euro, la "crisis de los refugiados" de 2015 y, ya más recientemente, el coronavirus y la guerra en Ucrania, con su correspondiente inflación y el coqueteo de Rusia y la OTAN con la Tercera Guerra Mundial. Una de las grandes preocupaciones de los analistas que observan AfD es intentar preveer qué los podría llevar hasta las puertas del poder, como ya ha ocurrido en otros países europeos con otros partidos ultraderechistas. </p><p style="text-align: justify;">Sin duda, ahora nos encontramos ante el momendo de mayor auge del partido ultraderechista alemán más exitoso de la historia de la República Federal y, si nos ponemos algo más catástrofistas, desde la llegada al poder del NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, es decir, el partido nazi) en los años 30 del siglo pasado. AfD apunta a convertirse en segunda fuerza electoral en Alemania según todas las encuestas de intención de voto publicadas durante las últimas semanas:</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">Nueva encuesta de intención de voto que reconfirma la tendencia electoral en <a href="https://twitter.com/hashtag/Alemania?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Alemania</a>: según la proyección encargada por la TV pública ARD, la <a href="https://twitter.com/hashtag/ultraderecha?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#ultraderecha</a> de AfD empataría hoy con los socialdemócratas con el 18% de los votos y estaría peleando por ser 2a fuerza del país. <a href="https://t.co/0p8INK27uQ">https://t.co/0p8INK27uQ</a> <a href="https://t.co/krpLJoEvNS">pic.twitter.com/krpLJoEvNS</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1664318815767871512?ref_src=twsrc%5Etfw">June 1, 2023</a></blockquote><p style="text-align: justify;">La pregunta es: ¿si Alemania, Europa y el mundo han atravesado tantas crisis en las dos últimas décadas, por qué precisamente ahora consigue AfD sus mejores porcentajes de intención de voto, diez años después de su fundación? La respuesta parece ser que, en esta ocasión, todas las crisis llegan al mismo tiempo: inflación, crisis energética, desgaste de la clase media, miedo al descenso social y al futuro ante los cantos belicistas que llegan desde los principales centros militares del planeta, una crisis climática que se hace cada vez más presente en cada vez más rincones del planeta, todo ello sumado a un descrédito creciente de los partidos tradicionales y también del propio sistema democrático, como demuestran recientes estudios de opinión en Alemania.</p><p style="text-align: justify;"><a href="https://twitter.com/SebFriedrich" target="_blank"><b>Sebastian Friedrich</b></a> es, con diferencia, el politólogo y analista alemán - que yo haya entrevistado y leído - que mejor ha sabido diagnosticar el éxito de AfD. Por eso he acudido a él para entender cuáles son los principales factores que confluyen en la actual coyuntura y que están aupando a AfD en las encuestas electorales. En <a href="https://daserste.ndr.de/panorama/aktuell/AfD-Umfragehoch-Nicht-einer-sondern-acht-Gruende,afdanalyse102.html?s=08" target="_blank"><b>este artículo publicado</b></a> recientemente, Friedrich desgrana los que considera las principales causas de ese auge:</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>-</b> <b>Decepción con la 'Coalición Semáforo':</b> la actual coalición gobernante en Alemania, conformada por los socialdemócratas del SPD, los ecoliberales de Los Verdes y los liberal-conservadores del FDP, llegó al Gobierno federal en diciembre de 2021 con el objetivo de transformar el país tras el fin de la 'era Merkel'. Meses después comenzó la invasión rusa de Ucrania con sus consecuencias correspondientes. Desde entonces, la valoración del Gobierno alemán no ha hecho más que descender. En la <a href="https://daserste.ndr.de/panorama/aktuell/AfD-Umfragehoch-Nicht-einer-sondern-acht-Gruende,afdanalyse102.html?s=08" target="_blank"><b>última proyección demoscópica de la televisión pública alemana</b></a>, sólo el 20% de la población se mostraba "contenta" con el trabajo del tripartito. Ello, sin duda, ha alimentado a la ultraderecha de AfD, considerada ya por muchas personas como la única oposición verdadera al 'establishment'.</p><p style="text-align: justify;"><b>- Miedo a la guerra, la recesión y la inflación:</b> Alemania es un país esencialmente conservador y amante de las certezas. Es díficil encontrar una sociedad en el mundo en la que la palabra "seguridad" tenga tanto peso. Y en el mundo actual, las certezas no abundan. Tras una pandemia y una nueva guerra en suelo europeo, la población alemana ve como su modelo, durante décadas alabado fuera y dentro de la potencia económica europea, renquea. El gas ruso ya no llega, el país está a las puertas de la recesión, la inflación de alimentos y combustible se mantiene alta, la migración se convierte en un elemento fundamental para el futuro de un país con una grave crisis demográfica. Son muchos cambios estructurales de golpe para una sociedad tan conservadora como la alemana.</p><p style="text-align: justify;"><b>- Respuesta nacionalista y reaccionaria a la crisis social:</b> ese torrente de incertezas está alimentando la narrativa de la ultraderecha y su respuesta reaccionaria a la(s) crisis. Sin duda hay un voto xenófobo y ultranacionalista estructural en AfD, pero díficilmente sirve para explicar el actual auge de un partido que sería segunda fuerza si hoy se votase en Alemania. La incertidumbre y el miedo respecto al futuro empujan esa respuesta nacionalista y reaccionaria ofrecida por AfD, con un cierre de fronteras y un proteccionismo económico que más que solucionar los problemas de Alemania, los agravaría. Pero el voto de AfD no parece responder una decisión racional, sino más bien visceral generada por el miedo.</p><p style="text-align: justify;"><b>- Instrumentalización de la "paz":</b> cuesta encontrar en Alemania la palabra "paz" en los discursos políticos predominantes respecto a la situación en Ucrania. En prácticamente todo el arco parlamentario - con la excepción de partes de Die Linke - cunde el consenso sobre la actual estrategia occidental respecto a la guerra en Ucrania: es decir, envío de armas para el ejército ucraniano y sanciones contra la economía rusa. AfD es el único partido que se ha desmarcado por completo de ese consenso. Independientemente de si lo hace de manera oportunista o desde el convencimiento, la ultraderecha alemana es el único partido que apuesta por dejar de armar a Ucrania y establecer negociaciones con el Kremlin. La cercanía de AfD con Putin - el hombre fuerte y ultraconservador del Este - y su partido seguro juegan un papel relevante en esa estrategia, que está seduciendo a una parte importante del electorado alemán. </p><p style="text-align: justify;"><b>- Normalización:</b> como en el resto de Europa, en Alemania también está habiendo una cierta normalización de AfD, que ya lleva dos legislaturas dentro del Bundestag. Sus mensajes contra minorías, que antes generaban escándalo, van calando en la discusión pública y ya no provocan como antes. Ello no significa que su mensaje esté menos cargado de odio que hace años, sino que el partido ha conseguido normalizar determinadas posturas. La gestión de peticionarios de asilo, con propuestas cada vez más restrictivas desde partidos considerados de centro y desde la Comisión Europea, es buen ejemplo de ello. A ello hay que sumar que partes de la CDU, incluida su dirección, se abren cada vez más claramente a una cooperación directa o indirecta con los ultras. El llamado "muro de contención" establecido frente a AfD por el el resto de fuerzas políticas alemanas cada vez tiene más grietas.</p><p style="text-align: justify;"><b>- Cierre de filas de AfD: </b>Alternativa para Alemania ha sido un partido marcado prácticamente desde su fundación por las luchas internas. Nacido como formación euroescéptica y nacionalista ha evolucionado hacia un partido ultraderechista, cuya fracción más radical - liderada por Björn Höcke, un político cercano a posiciones neonazis - es la más poderosa. AfD ha ido dejando un reguero de cadáveres políticos fruto de esas luchas internas por hacerse con el control del aparato. Y el partido ha escenificado en numerosas ocasiones esas divisiones entre la facción nacionalconservadora y la etnonacionalista, lo que los ha penalizado en las urnas. Esa división de puertas afuera es hace tiempo historia. El partido se muestra unido en el espacio público y ya nadie pone en tela de juicio el poder que Höcke tiene de los cuadros de AfD. Höcke no es oficialmente el presidente de AfD, pero quien quiera serlo, deberá contar con su apoyo.</p><p style="text-align: justify;"><b>- Éxitos electorales en el Este:</b> recientemente, AfD consiguió su primer cargo público a través de unas elecciones. Fue en el distrito de Sonneberg, en el sur del estado federado de Turingia. AfD está precisamente liderada allí por Björn Höcke. AfD ganó la segunda vuelta de los comicios para elegir al administrador del distrito a pesar de que el resto de partidos había pedido el voto para el otro candidato, de la CDU. Días después, el partido ultraderechista también ganó la alcaldía de un pequeño pueblo de Raguhn-Jeßnitz, en el estado de Sajonia-Anhalt, también en Alemania oriental. Estos éxitos electorales a nivel local ayudan a normalizar aún más a un partido que cada vez más gente observa como "normal" y votable, como demuestran las proyecciones demoscópicas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">La parte oriental del país - la correspondiente a la desaparecida República Democrática Alemana, es decir, la Alemania socialista - es probablemente el espacio donde se aprecia con más claridad la confluencia de todas esas crisis. No por casualidad es Alemania del Este la parte de la República Federal en la que AfD tiene unos mayores porcentajes de intención de voto. El partido apunta a ser primera fuerza en, al menos, tres de los cinco estados federados oriantales. Mi reciente visita al distrito de Sonneberg es muestra de ello:</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/dlbbRgbL8ts" title="YouTube video player" width="560"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La elección de Sonneberg es sólo la última advertencia de que algo se ha roto en el consenso de postguerra en importantes partes de la sociedad de Alemania. La ultraderecha de AfD comienza a ganar poder y su normalización es un hecho. Ahora más que nunca es hora de entender por qué cada vez más personas eligen una opción que fomenta el odio contra el diferente y que recuerda demasiado a los años más negros de las historia moderna de Alemania.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>
<a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-25225730508144701712023-03-01T09:37:00.005+01:002023-03-01T09:44:39.542+01:00Alemania en el mundo tras la "Zeitenwende"<div style="text-align: justify;">El inicio de la invasión rusa de Ucrania ha supuesto un cambio de paradigma en las relaciones internacionales. Las predicciones de los analistas apuntan desde a una reedición de la Guerra Fría hasta al nacimiento de un tablero global fragmentado en diversos bloques que acabe con la globalización liderada por Occidente tras la caída del Muro de Berlín y de la Unión Soviética. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Alemania, una potencia económica de primer nivel y política de peso medio, intenta resituarse en ese nuevo contexto internacional. Tres días después del inicio de la invasión rusa, con solemnidad y ante el Bundestag, el canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, calificó ese momento de impasse con la palabra “Zeitenwende” – traducido al castellano, algo así como “periodo de transición” –. Curiosamente – o no tanto –, la palabra “Wende” también se utiliza popularmente en Alemania para calificar la transición iniciada con la caída del Muro de Berlín en 1989 y culminada con la reunificación del país en 1990. La primera economía de la Unión Europea se encuentra sumida, por tanto, en un momento de redefinición de su papel en el mundo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Haciendo retrospectiva de los últimos doce meses, la frenética sucesión de acontecimientos en plano internacional ha dejado al menos cuatro grandes transformaciones en la política exterior alemana: la decisión de enviar armamento a un país en guerra en contra de la tradición del país tras la Segunda Guerra Mundial; el refuerzo de las relaciones transatlánticas y de la OTAN como principal instrumento de Defensa para Alemania; la ruptura económica con Rusia y el consecuente fin de la dependencia energética por las importaciones fósiles del Kremlin; y la pérdida de peso en el tablero internacional y, especialmente, dentro de la Unión Europea, cuyo eje gira actualmente hacia el flanco oriental del bloque en una lógica de rearme frente a Rusia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>1. Nueva doctrina militar y armamentística: </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tras la traumática experiencia del nazismo y de la Segunda Guerra Mundial, la República Federal apostó por intentar evitar el envío de armamento a regiones en guerra o de crisis como compromiso a no alimentar conflictos armados más allá de sus fronteras. Para implementar esa decisión histórica, y <a href="https://www.sipri.org/research/armament-and-disarmament/arms-and-military-expenditure/international-arms-transfers" target="_blank"><b>tratándose de uno de los principales países productores y exportadores de armas del mundo</b></a>, Alemania cuenta con la llamada “cláusula de permanencia final” (Enverbleibsklausel, en alemán) que establece una autorización obligatoria de Berlín en caso de que un comprador de armas alemanas quiera revender o ceder el armamento a terceros países. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esa política de exportación limitada de armas no siempre ha funcionado, como demuestra <a href="https://www.dw.com/es/méxico-heckler-koch-daba-dinero-a-los-generales-para-que-miraran-a-otro-lado/a-48189129" target="_blank"><b>el caso de los fusiles de asalto G36 del fabricante alemán Heckler & Koch que sirvieron para violar derechos humanos y asesinar a estudiantes en México</b></a>. La venta de armas a Arabia Saudita y otras monarquías del Golfo Pérsico, que participan en guerras fuera de sus fronteras como la de Yemen, también ha motivado críticas dentro y fuera de Alemania. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El inicio de la invasión rusa de Ucrania supone, no obstante, un salto cualitativo en la doctrina militar y armamentística del Gobierno federal: poco después de que las tropas rusas cruzasen las fronteras ucranianas, Scholz anunció la intención de su Gobierno de invertir 100.000 millones de euros en el ejército alemán en lo que será el mayor rearme de la historia de la República Federal. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esa ingente inversión busca volver a colocar a Alemania entre unos de los países que más gaste en Defensa dentro de la OTAN tras décadas de austeridad en sus propias fuerzas armadas. Esa contención presupuestaria en Defensa también tiene el telón de fondo histórico de que el militarismo no haya tenido buen cartel electoral en Alemania ya desde antes del fin de la Guerra Fría. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La implementación de ese presupuesto extraordinario no va a ser, sin embargo, tarea fácil. La dimisión el pasado diciembre de la ministra alemana de Defensa, la socialdemócrata Christine Lambrecht, así lo apunta. El también socialdemócrata Boris Pistorius – exministro de Interior del Estado federado de Baja Sajonia – asumió una cartera históricamente muy complicada en la República Federal. De momento, Pistorius parece estar en disposición de llevar adelante la reforma de la Bundeswehr. De puertas para fuera, muestra un alineamiento cerrado con la precavida postura de Scholz. El canciller ha expresado en diversas ocasiones su temor a que la actual situación desemboque en un enfrentamiento directo entre la OTAN y Rusia y, por consiguiente, en la Tercera Guerra Mundial. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>2. Reforzamiento de la dependencia trasatlántica:</b> </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pese a ciertas resistencias, el Gobierno alemán ha mantenido un dubitativo pero constante suministro de armas al ejército ucraniano en coordinación con EE.UU. y con el resto de países de la OTAN. En este apartado, Scholz ha sido especialmente cuidadoso. Como han reconstruido diversos medios alemanes, como los semanarios Der Spiegel y Die Zeit, la condición que puso Scholz para dar luz verde al envío a Ucrania de tanques de producción alemana Leopard 2 fue que Washington hiciera lo propio con sus tanques de combate Abrams. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ante la ya complicada imagen de ver de nuevos tanques alemanes combatiendo en Ucrania – la última vez fue durante la Segunda Guerra Mundial por orden de los nazis –, el Gobierno de Scholz quiere evitar a toda costa que el envío de armas pesadas alemanas al frente ucraniano sea interpretado como una decisión en solitario y por riesgo propio. Ese temor demuestra la dependencia que Alemania sigue teniendo de la OTAN – con EE. UU. al frente – y que muy probablemente se profundizará ya desechado el sueño de algunos líderes europeos de establecer una “autonomía estratégica” que hiciera a la Alianza Atlántica algún día prescindible en el seno de la Unión Europea. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las voces que apuestan por un reforzamiento de la OTAN y de una mayor aportación de Alemania a la Alianza Atlántica se han hecho aún más fuertes en el debate público del país durante los últimos doce meses. Más allá de <a href="http://cielobajoberlin.blogspot.com/search/label/AfD" target="_blank"><b>la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD)</b></a> y de algunas voces dentro de la alianza de poscomunistas y exsocialdemócratas de Die Linke que niegan la necesidad de continuar dentro del bloqueo militar, en el parlamento alemán predomina el consenso sobre que el futuro de Alemania está dentro de la OTAN. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esa posición es compartida por los cuatros grandes partidos históricos de la República federal: conservadores de la CDU-CSU, socialdemócratas del SPD, liberales del FDP y ecoliberales de Los Verdes. Ni siquiera entre los verdes, cuyas raíces descansan en el antimilitarismo de la década de los 80, hay voces de peso que pongan en duda el papel de la OTAN en la seguridad de Alemania. La actual ministra de Exteriores alemana, la co-vicepresidenta verde Annalena Baerbock, es, de hecho, una de las voces más pro-atlantistas y agresivas frente a Rusia de la actual política federal alemana. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>3. Adiós definitivo al gas ruso: </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Antes del 24 de febrero de 2022, Alemania importaba de Rusia la mitad del gas que consumían su industria y sus hogares. Hoy ese gas ya ha desaparecido del mercado energético alemán. A ello han contribuido las sanciones impuestas por Occidente a la economía rusa, la decidida decisión estratégica del Gobierno tripartito alemán – SPD, Verdes y liberales – de poner fin a las importaciones fósiles de Rusia y también el sabotaje de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 que unían la Federación Rusa con la República Federal. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esa dependencia energética no es precisamente una cuestión reciente: las importaciones de gas y petróleo de Rusia a la República Federal se iniciaron a finales de la Guerra Fría. Era la consumación del principio político “Wandel durch Handel” (“Cambio a través del comercio”), establecido con la Ostpolitik del canciller socialdemócrata Willy Brandt a finales de los sesenta. La normalización de las relaciones comerciales y económicas debía llevar a cambios políticos en el mundo bipolar establecido por la Guerra Fría y acabar desembocando en la reunificación alemana, como acabó ocurriendo en 1990.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La nueva política agresiva del Gobierno de Vladimir Putin en la histórica área de influencia soviética y el fin de la compra de hidrocarburos a Rusia – la principal relación económica entre ambos países – ha dado al traste con el principio político del “Wandel durch Handel”, lo que además ha dejado en mal lugar a no pocas figuras socialdemócratas alemanas, siendo el excanciller Gerhard Schröder – amigo íntimo de Putin que se enriqueció gracias a su presencia en la dirección de varias empresas energéticas rusas – el gran ejemplo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El fin de la llegada del gas ruso no ha acabado dando lugar a los peores augurios proyectados el pasado año: es decir, un colapso económico a causa del cierre de la principal fuente de energía que alimentaba los procesos productivos de la industria alemana. A ello han contribuido un invierno relativamente suave, el ahorro en el consumo y también la importación de gas de Noruega y de gas licuado de EE.UU. y de otros países proveedores como Qatar. Ese gas licuado es, sin embargo, notablemente más caro que el gas que llegaba por los gasoductos procedentes de Rusia, lo que está encareciendo la producción industrial, reduciendo la competitividad alemana y contribuyendo a mantener elevada una inflación que cerró 2022 por encima del 8 por ciento en la primera economía de la UE. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Alemania ha conseguido eliminar a marchas forzadas su dependencia energética de Rusia, pero su economía – renqueante ya antes del inicio de la invasión – mantiene el reto de reconvertirse sin perder la competitividad a la que contribuía el acceso barato al gas ruso. El Gobierno alemán mantiene, de momento, su objetivo de convertirse en la primera potencia industrial del mundo que convierta las fuentes de energía renovables en la columna vertebral de su matriz energética. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>4. Pérdida de peso geoestratégico: </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">
El último viaje a Europa del presidente de Estados Unidos no lo llevó a Berlín. Tras visitar por sorpresa al presidente ucraniano Volodimir Zelenski en Kiev, Joe Biden pasó por Varsovia en una señal del peso que ha ganado Polonia en la relación trasatlántica entre la Unión Europea y Estados Unidos. Con una política exterior comunitaria que sigue careciendo de una postura común en muchas cuestiones – como la Defensa o la política migratoria, por poner sólo dos ejemplos –, la Polonia gobernada por el partido ultranacionalista y ultraconservador PiS toma cada vez más relevancia en detrimento del liderazgo histórico del eje París-Berlín en la UE. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“¿No tiene usted la sensación de que Alemania, el socio tradicionalmente más importante de EE. UU. en Europa en cuestiones como la cooperación militar, está perdiendo poco a poco cada vez más peso?”, le preguntó recientemente un periodista de la redacción polaca del canal alemán internacional Deutsche Welle a <a href="https://twitter.com/MiRo_SPD" target="_blank"><b>Michael Roth, diputado federal socialdemócrata y presidente de la comisión de Asuntos Exteriores del Bundestag</b></a>. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La respuesta de Roth rechazó cualquier tipo de “envidia” de Berlín respecto a Varsovia y realzó la reciente capacidad del canciller Scholz de convencer a Washington para que enviase tanques Abrams al frente ucraniano. Este último movimiento fue, curiosamente, interpretado en el extranjero como un síntoma de la debilidad y la dependencia del Gobierno alemán respecto al “hermano mayor americano”. </div><div style="text-align: justify;"><br /><blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">La política exterior de <a href="https://twitter.com/hashtag/Alemania?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Alemania</a> ha sufrido 4 grandes transformaciones tras el inicio de la invasión rusa:<br /> <br />- Nueva doctrina militar<br />- Mayor dependencia de la OTAN<br />- Adiós al gas ruso<br />- Temor a la pérdida de peso político<br /><br />Un análisis en <a href="https://twitter.com/esglobal_org?ref_src=twsrc%5Etfw">@esglobal_org</a> <a href="https://t.co/nqDKdqm4Yy">https://t.co/nqDKdqm4Yy</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1630851100218646529?ref_src=twsrc%5Etfw">March 1, 2023</a></blockquote></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Análisis publicado por el portal <a href="http://EsGlobal.org"><b>EsGlobal.org</b></a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div>
<a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-22898081074468377592023-01-16T12:12:00.001+01:002023-01-23T13:19:14.937+01:00La paradoja alemana<div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/Tl9S-ZcInd0" title="YouTube video player" width="560"></iframe></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es una crisis largamente anunciada, pero que comienza a notarse en cada vez más sectores del mercado laboral de Alemania. Si hace 10 años eran sobre todo las llamadas profesiones MINT – matemáticos, informáticos y científicos – las que sufrían la falta de mano de obra, cada vez es más habitual que guarderías, hospitales o las propias fuerzas de seguridad alemanas reconozcan serios problemas para cubrir los puestos vacantes. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Postúlate. Hablar alemán de manera fluida es indispensable”, anima a la audiencia un anuncio de la policía de Berlín difundido por redes sociales y diferentes plataformas de streaming de audio. La policía berlinesa hace tiempo que apuesta por las nuevas tecnologías y el lenguaje de los canales digitales para reclutar agentes entre las generaciones más jóvenes. El cuerpo policial de la capital alemana tiene cada vez más empleados con diferentes colores de piel, reflejo de la diversidad de la ciudad. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero Berlín está lejos de ser representativo del resto de Alemania. La capital federal, con su dinámica economía y su amplia oferta cultural, es un polo de atracción para jóvenes de decenas de países tanto de Europa como de otros continentes. Mientras Berlín gana población, la mayoría de regiones de Alemania envejece a causa de una tasa de natalidad anual que a duras penas supera los 1,5 niños por mujer. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La crisis de natalidad comenzó en Alemania occidental ya a inicios de la década de los 70. La República Federal dejó entonces atrás los años del llamado baby boom de postguerra – desde 1945 hasta finales de los 60 –, cuando la natalidad llegó a superar los 2,5 niños por mujer. La desaparecida República Democrática Alemana –socialista y oriental – también se sumió en esa crisis tras el hundimiento de la Unión Soviética y la reunificación alemana en 1990. La tasa de natalidad de los territorios orientales llegó a tocar fondo en 1993 con menos de un niño por mujer en una sociedad que prefería no traer descendencia al mundo ante la incertidumbre económica y vital a la que se enfrentaba por la desaparición del socialismo real. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tras la reunificación, la tasa de natalidad de las dos Alemanias fue emparejándose paulatinamente hasta rondar los 1,5 niños por mujeres durante la última década. A pesar de las ayudas públicas que intentan fomentar la maternidad y la paternidad, la tasa se mantiene estable y sin visos de que vaya a crecer notablemente a corto y medio plazo. La cifra es, a todas luces, insuficiente para hacer frente al “cambio demográfico” – como han bautizado el fenómeno algunos expertos –. La potencia industrial de Alemania se asoma así al abismo de una crisis demográfica que pone en jaque su modelo económico y su estado del bienestar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es"><a href="https://twitter.com/hashtag/Alemania?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Alemania</a> necesita al menos 100.000 extranjeros al año para mantener su actual población activa, su modelo económico y su estado del bienestar.<br /><br />Pero en 2023 sigue discutiendo si es un país de migración. Es lo que llamo “la paradoja alemana” en este reportaje para <a href="https://twitter.com/elperiodico?ref_src=twsrc%5Etfw">@elperiodico</a> <a href="https://t.co/SmaoOGjRYp">pic.twitter.com/SmaoOGjRYp</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1614918236247830530?ref_src=twsrc%5Etfw">January 16, 2023</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script> </div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Proyecciones </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El 2023 comenzó con <a href="https://www.elperiodico.com/es/economia/20230102/alemania-alcanza-cifra-record-ocupacion-80609873" target="_blank"><b>una buena noticia para Alemania</b></a>: la llamada locomotora económica europea cerró el pasado año con más de 45 millones de personas con empleo, cifra récord desde 1990, según anunció la Oficina Federal Estadística (Destatis). La noticia tiene, sin embargo, letra pequeña: esas buenas cifras se deben en buena medida a la inmigración que consiguió integrarse en el mercado laboral. Y hace tiempo que economistas y demógrafos advierten que el flujo migratorio que recibe Alemania es insuficiente para equilibrar la próxima jubilación de los últimos baby boomers que todavía trabajan. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Destatis calcula que el mercado laboral alemán perderá hasta 2035 entre 1,6 y casi cinco millones de trabajadores en comparación con la actualidad. Las proyecciones que hace el Instituto para la Investigación del Empleo – IAB en sus siglas en alemán, dependiente de la Agencia Federal de Empleo – son todavía más pesimistas: el potencial de personas en edad activa a disposición de las empresas podría caer más de siete millones hasta 2035. Esa pérdida podría rozar los 9 millones en 2060. El IAB condiciona esa evolución a un factor fundamental: la llegada de extranjeros, el único recurso con el que Alemania puede combatir a corto y medio plazo los efectos de la crisis demográfica. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Un <a href="https://doku.iab.de/kurzber/2021/kb2021-25.pdf" target="_blank"><b>estudio publicado en 2021 por el IAB</b></a> dibuja cuatro escenarios: el primero plantea un país sin inmigración adicional, lo que supondría una pérdida de más de siete millones de personas en edad laboral y dejaría un mercado laboral con poco más de 31 millones de personas en 2060; el segundo plantea un país sin inmigración adicional, pero con la activación de mano de obra ya existente, lo supondría una pérdida de casi 4,5 millones de personas en edad laboral hasta 2035 y un mercado laboral con menos de 35 millones de personas en 2060; el tercer escenario dibuja una Alemania con una inmigración anual neta de 100.000 personas, lo que dejaría una población activa de unos 44 millones de personas en 2035 y un mercado laboral con una población activa de menos de 40 millones en 2060; el cuarto y último escenario proyecta una inmigración anual neta de 400.000 personas, que aumentaría la mano de obra disponible hasta los 47 millones de trabajadores potenciales en 2035 y dejaría un mercado laboral con casi 48 millones de personas disponibles en 2060. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En resumen, la actual evolución demográfica de Alemania, sin una migración neta positiva y constante de al menos 100.000 personas al año, proyecta a una potencia industrial con un mercado laboral con menos de 35 millones de personas disponibles en 2060 – es decir 10 millones menos que la población activa con la que cerró Alemania 2022 – y en tendencia claramente descendente. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Sí, sin duda necesitamos inmigración adicional, aunque yo no confiaría únicamente en ella. Por un lado, intentaría que la gente que ya está aquí se quede – porque la tasa de emigración entre los extranjeros es considerablemente superior a la de los alemanes – y, por otro, animaría a la gente ya trabaja a que lo haga más tiempo”, dice Doris Sönlein, analista de IAB. “Por ejemplo, hay mujeres que trabajan a tiempo parcial, como yo misma, a las que tal vez les gustaría hacerlo más horas. También hay gente que quiere seguir trabajando en lugar de jubilarse”, añade. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>¿País de migración? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">
La crisis demográfica de Alemania no sólo amenaza al mercado laboral. Menos gente cotizando supone también un impacto directo en el sistema de pensiones – que funciona bajo el principio de solidaridad intergeneracional: la población activa paga la jubilación de las personas mayores –, menos ingresos en forma de impuestos para el Estado, una probable disminución de la competitividad de Alemania como potencia industrial e incluso una pérdida del peso geoestratégico en el tablero internacional. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y a pesar de que Alemania necesita objetivamente más extranjeros – y de que las primeras oleadas migratorias ya llegaron en las décadas de los 50 y 60 desde Turquía, España o Italia –, el país sigue anclado en un debate sobre si es un país de migración o no. El último episodio de esa sempiterna discusión es la polémica generada por los disturbios registrados en diferentes ciudades del país el pasado Año Nuevo. Políticos y medios, predominantemente de centroderecha y ultraderecha, quisieron ver en la migración y la fallida integración de extranjeros – especialmente de origen árabe y musulmán – la razón principal de los disturbios, sin estadísticas concluyentes al respecto. El fácil acceso a potente pirotecnia o la exclusión social que sufren barrios conflictivos quedaron en segundo plano. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7R7pDzLGnEMIP9nCBNDzhfOo5IanBVzMEBax3e308HCd6grI1Rr_ioPFaqTx-Ilsq67yfHLkrSL0VAry6UvROvhzSdiBmNq_G3qav_JZo3t0XB-DVLSsf7xUnIPsxOuT4_ZxQ_avIDRkMXVxW-Ct3Cv_EKdZ9g-Zid2vq38CaTsfZt2qgQooy-lXk/s4624/20230111_125403.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="4624" data-original-width="2084" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7R7pDzLGnEMIP9nCBNDzhfOo5IanBVzMEBax3e308HCd6grI1Rr_ioPFaqTx-Ilsq67yfHLkrSL0VAry6UvROvhzSdiBmNq_G3qav_JZo3t0XB-DVLSsf7xUnIPsxOuT4_ZxQ_avIDRkMXVxW-Ct3Cv_EKdZ9g-Zid2vq38CaTsfZt2qgQooy-lXk/w288-h640/20230111_125403.jpg" title="Scharjil Ahmad Khalid en la mezquita en la que ejerce como imam en Berlín. Foto: Andreu Jerez" width="288" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="text-align: justify;">Scharjil Ahmad Khalid en la mezquita<br />en la que ejerce como imam. </span><span face="arial, sans-serif" style="background-color: white; caret-color: rgb(34, 34, 34); color: #222222; font-size: small; text-align: left;">© A.Jerez</span></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;">“A las seis de la mañana, cuando la mayoría de la gente aún estaba con resaca de la noche de Año Nuevo, nosotros ya estábamos despiertos, rezamos y luego nos fuimos a limpiar y retirar basura en las calles de 280 comunidades de todo el país. Eso es nuestro compromiso con Alemania”, explica Scharjil Ahmad Khalid, imam de la comunidad musulmana Ahmadi, rama heterodoxa y reformista del islam con raíces en Pakistán, donde están perseguidos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Scharjil nació en 1994 en el estado federado de Hesse, en el oeste de Alemania. Sus padres llegaron desde Paquistán en la década de los 80 huyendo de la persecución. Tras completar la educación secundaria, estudio teología islámica y se convirtió en imam de su comunidad en Berlín. Habla un alemán sin acento extranjero y lleno de cultismos, tiene pasaporte alemán y un trabajo estable, pagas sus impuestos, es padre de un hijo y se declara patriota alemán, así como lo hace toda la comunidad Ahamadi, cuyos folletos incluyen los colores de la bandera nacional de la República Federal. Se puede decir, por tanto, que Scharjil es un ejemplo de integración. Pero incluso así, se enfrenta a discursos que lo excluyen de la ciudadanía en un país en el que ciertos sectores siguen diferenciando entre “ser alemán” y “tener pasaporte alemán” desde una perspectiva etnicista. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Lo triste es que también hay inmigrantes que lo ven así. Por ejemplo, tengo amigos de Polonia y Croacia. Cuando se juega la Copa del Mundo y les digo que la vamos a ganar, ellos responden: ‘¿Qué quieres decir con que la vamos a ganar? Tú tampoco eres alemán’”, explica el imam. “En la escuela esa situación era típica. Y la pregunta clásica cuando dices que eres alemán es: ‘¿Pero de dónde vienes realmente?’ Puedo entender que la gente se dé cuenta de que tengo raíces migratorias, porque así lo dice mi aspecto, pero no entiendo que no se pueda ser alemán por no corresponder con el aspecto típico de alemán, si es que tal cosa existe.” </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Medidas del Gobierno </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El actual Gobierno federal, conformado por socialdemócratas, verdes y liberales, quiere reducir las barreras que impiden que Alemania atraiga más migración y mantener a la mayoría de los extranjeros que están en el país. La primera medida es hacer más fácil el acceso al pasaporte: en el futuro sólo será necesario haber vivido cinco años consecutivos en Alemania, en lugar de ocho. Además, aquellas personas procedentes de fuera de la UE no tendrán que prescindir de su pasaporte original. La segunda medida prevé reducir la burocracia para la homologación de títulos académicos y profesionales extranjeros, otro de los grandes obstáculos que dificultan la integración de inmigrantes en el mercado laboral. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Algunos políticos de la oposición conservadora acusan al Gobierno de “regalar” la ciudadanía y abrir la puerta a la inmigración masiva. En el caso de la ultraderecha de <a href="http://cielobajoberlin.blogspot.com/search/label/AfD" target="_blank"><b>Alternativa para Alemania (AfD)</b></a>, el discurso llega en algunos casos a la conspiración del “gran remplazo”; es decir, que el Gobierno está remplazando de manera sistemática y voluntaria a la población cristiana y blanca por pueblos no europeos de cultura islámica. Alemania se enfrenta, por tanto, a la paradoja de que una solución a su crisis demográfica se convierta en un asunto con el que una parte del espectro político agita el miedo con fines electoralistas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La comunidad de Ahmadi es ejemplo de esa paradoja. Miembros de la comunidad musulmana, con más de dos décadas de residencia en el país, estudios y un perfil demandado en el mercado laboral, pueden recibir una orden de expulsión a Pakistán si así lo decide un juez. Scharjil Ahmad lo resume así. “Desperdiciar tanto talento es una vergüenza para esas personas, pero, sobre toto, una vergüenza para Alemania”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Reportaje publicad por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20230115/alemania-necesita-100-000-inmigrantes-81133251" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>
<a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-53775847204043885802022-12-19T22:02:00.010+01:002022-12-20T10:58:06.218+01:00'Reichsbürger': una teoría de la conspiración con tradición en Alemania<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVVdKidTbhJHwDgNrxtLRGf82LzXIITrShQgkmQVMlZScx-B113joGaNpQSeeVl0X_kr7yAmrpCpVUf7-zkKCmRRiIl0wQdWocefj30QRK5TnfJygQHYAGj90C-LeA7Z2jsyS68l31dCmGBrRT7QhMcNZEAm6LgGGbVE_b7l76GWNC-yydzaIlxnCq/s4032/Reichsb%C3%BCrger.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1960" data-original-width="4032" height="195" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVVdKidTbhJHwDgNrxtLRGf82LzXIITrShQgkmQVMlZScx-B113joGaNpQSeeVl0X_kr7yAmrpCpVUf7-zkKCmRRiIl0wQdWocefj30QRK5TnfJygQHYAGj90C-LeA7Z2jsyS68l31dCmGBrRT7QhMcNZEAm6LgGGbVE_b7l76GWNC-yydzaIlxnCq/w400-h195/Reichsb%C3%BCrger.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><p>Marcha anticorona con banderas de Reichsbürger. Noviembre de 2020, Berlín. A.Jerez</p></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“En 1945 no se ocupó el Imperio Alemán, sino la administración ilegal de la República de Weimar. Tan sencillo como eso. Por eso, el Tribunal Constitucional dice que la República Federal no es sucesora del Imperio Alemán, sino que este sigue existiendo legalmente, aunque sea incapaz de actuar y esté en estado de sitio”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sascha habla con seguridad y un lenguaje digno de un jurista especializado en historia alemana. Lo hace mirando a la videocámara de su ordenador, que lo inmortaliza durante <a href="https://www.youtube.com/watch?v=JKc8mEwqZRA&t=14s" target="_blank"><b>una videoconferencia subida a YouTube el 13 de enero de 2021</b></a>. Es uno de los cientos de vídeos del canal Vaterländischer Hilfsdienst – VHD, en sus siglas en alemán, cuya traducción es “Servicio de Ayuda a la Patria” –. El VHD es uno de los muchos grupos que reclaman desde hace años que el Imperio Alemán sigue existiendo legalmente con sus fronteras de 1937. Otros son “Herederos de Bismarck”, “Reino de Alemania”, “Confederación del Imperio Alemán” o “Asamblea Constituyente”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La argumentación de Sascha es extremadamente enrevesada, pero se puede resumir así: el Imperio Alemán, nacido de la fusión de diferentes nacionalidades y estados en 1871 de la mano del canciller Otto von Bismarck, no dejó de existir porque la Alemania nazi derrotada en el Segunda Guerra Mundial nunca llegó a firmar un acuerdo de paz con las fuerzas vencedoras. La Constitución Imperial de 1871 sigue, por tanto, vigente y la República Federal es una entidad sin derecho ni existencia real. Algunos incluso aseguran que es tan sólo una empresa administrada por fuerzas ocupantes. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Podemos ser alemanes y libres. Tenemos que ser alemanes y libres si queremos la paz”, sentencia Sascha. El video en el que se explica con convicción acumula poco más de 4.000 visualizaciones. La locuacidad del ponente no parece ser capaz de movilizar a las masas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Fenómeno creciente </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sascha es uno de los 23.000 Reichsbürger (“Ciudadanos del Reich”) que hay en Alemania, según el Ministerio del Interior. En 2020, las estimaciones ascendían a unos 20.000. Es un fenómeno creciente y muy heterogéneo. El último informe de la Oficina Federal de la Defensa de Constitución – servicios secretos domésticos – dedica uno de sus capítulos al variopinto movimiento.
“Son grupos e individuos que rechazan la existencia de la República Federal de Alemania y su ordenamiento jurídico por diversos motivos y basándose en diversas razones – entre ellas, la referencia al Reich alemán histórico (…) –, niegan la legitimidad de los representantes elegidos democráticamente o incluso se definen a sí mismos como ajenos al ordenamiento jurídico”, apunta el informe, que también incluye en el apartado a los “autogobernados”, ciudadanos que se autoproclaman sujetos soberanos y que se niegan responder ante ningún estado, en clara sintonía con la tradición libertaria de EE.UU. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El libro <i><a href="https://www.aufbau-verlage.de/ch-links-verlag/reichsburger/978-3-86153-958-2" target="_blank"><b>Ciudadanos del Reich. El peligro subestimado</b></a></i>, editado en 2017 por el periodista Andreas Speit especializado en movimientos de ultraderecha, resume el fenómeno de la siguiente manera: los Reichsbürger son ciudadanos que actúan de manera subversiva para intentar bloquear, sabotear o paralizar la administración y el Estado; sus argumentaciones están basadas en teorías de la conspiración absolutamente irracionales y apartadas de la realidad en la que viven; no son obligatoriamente ultraderechistas o neonazis, pero comparten numerosas ideas con ese espectro político; ignoran las consecuencias de sus actos y declaraciones, y no se dejan convencer por contraargumentaciones irrebatibles; la inacción de las autoridades es interpretada por los Reichsbürger como señal de victoria. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20221207/alemania-desmatela-red-ultra-planeaba-golpe-estado-79661218" target="_blank"><b>reciente redada contra el grupo “Unión Patriótica”</b></a> marca un antes y un después en la percepción que Alemania y el resto del mundo tienen del fenómeno. Más de 3.000 policías desarticularon una red que presuntamente había planeado un golpe de Estado contra la República Federal, incluido un espectacular asalto armado al parlamento alemán. La policía detuvo a 25 personas, se incautó de 90 armas de fuego y encontró listas de políticos y periodistas. La fiscalía acusa a los detenidos – entre los que hay un aristócrata y una jueza exdiputada de la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD) – de “organización terrorista”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Nuevo escenario</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Hace tres o cuatro años no me habría imaginado que este tipo de personas conseguirían formar un grupo tan fuerte y organizado”, dice Andreas Speit. “No se trata de marginados, sino de personalidades del entorno de la nobleza, una jueza, varios antiguos soldados de las fuerzas especiales, agentes de policía e incluso de la brigada de investigación criminal. Aquí es donde realmente hay que decir que estamos ante un fenómeno nuevo: que gente de este nivel se haya unido en torno a la ideología del Reich y estén dispuestos a cometer actos de terrorismo”, añade. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El mismo día de la redada, numerosos camarógrafos y fotógrafos inmortalizaron la detención del “príncipe” Heinrich XIII, que presuntamente tenía que convertirse en el nuevo jefe de estado de Alemania si el golpe hubiese triunfado. Poco después de la redada, algunos medios impresos publicaron en sus webs notas de fondo sobre la red desmantelada y el fenómeno Reichsbürger. Varias televisiones emitieron programas especiales sobre la operación ese mismo día. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La gran preparación de diversos medios deja entrever que algunos periodistas habían sido informados días antes de la redada. Ello ha generado críticas y también dudas sobre el peligro real que suponía la red desmantelada.
“Todo el mundo sabía de la redada menos los detenidos”, ne dice Hinnerk Berlekamp, periodista y coautor del libro <i>Ciudadanos del Reich. El peligro subestimado</i>. Y continúa: “Eso indica que las autoridades ni siquiera temieron que alguien pudiera pasar la información a los afectados. Si realmente había una conspiración tan peligrosa contra Alemania, yo no habría permitido filtraciones. Todo es muy raro y parece más dirigido al efecto mediático. No quiero decir que los Reichsbürger no sean peligrosos, pero la operación me parece desmedida”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">Lo cuento todo de forma resumídisima en este reportaje para <a href="https://twitter.com/elperiodico?ref_src=twsrc%5Etfw">@elperiodico</a>.... <a href="https://t.co/TPYRqBD45t">pic.twitter.com/TPYRqBD45t</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1604940470903250958?ref_src=twsrc%5Etfw">December 19, 2022</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div>
Del 'Papierterrorismus' a la violencia real</b></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Politólogos y analistas del fenómeno Reichsbürger acuñaron hace ya años un neologismo para describir los intentos de sus militantes de paralizar el Estado: <i>Papierterrorismus </i>(“Terrorismo de papel”). Es decir, el bombardeo con cartas y/o mails de contenido legal a administraciones o empresas con el objetivo de obstaculizar su funcionamiento o simplemente de quedar exentos de pagar una multa o una factura.
Los “Ciudadano del Reich”, como negadores de la República Federal de Alemania, no aceptan el pago de multas de tráfico, facturas o impuestos. Aseguran que la inexistencia legal del Estado en el que viven los libera de esas responsabilidades. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El término <i>Papierterrorismus </i>entronca con la tradición de observar el movimiento desde la curiosidad e incluso desde cierta compasión.
Pero en 2016 saltaron las primeras alarmas: en una operación policial, un disparo de un militante del movimiento Reichsbürger mató a un agente de las fuerzas especiales en la localidad bávara Gegorgensmünd. El sujeto había perdido la licencia de armas y la policía entró en su casa con una orden judicial para requisar el armamento que había acumulado. Del <i>Papierterrorismus </i>se pasó a la violencia real con armas de fuego. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El caso desató un debate político considerable y llevó a la Oficina de la Defensa de la Constitución a vigilar el movimiento con mayor atención. De los más de 20.000 integrantes del fenómeno “Ciudadanos del Reich” en Alemania, las autoridades estiman que hay un 10% armado y dispuesto a emplear la violencia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La ministra federal de Interior, la socialdemócrata Nany Faeser, ha anunciado su intención de acelerar dos reformas legales ya previstas antes de la operación policial: el endurecimiento de las condiciones para acceder a una licencia de armas y la expulsión más rápida de funcionarios contra los que se pueda demostrar una militancia o cercanía con el movimiento Reichsbürger.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Endurecimiento legal</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">"El endurecimiento de las leyes sobre armas es resultado del acuerdo de coalición; ello me da optimismo sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con los dos socios de la coalición”, ha dicho Faeser. Los liberales del FDP, socios menores del Gobierno tripartito liderado por el canciller socialdemócrata Olaf Scholz, se muestran, sin embargo, reacios a la una reforma legal que incluiría la prohibición del acceso a armas automáticas para ciudadanos de a pie. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">La expulsión de funcionarios con cercanía a los “Ciudadanos del Reich” tiene relación directa al intento de infiltración del movimiento en las fuerzas de seguridad. La fiscalía asegura que la red desarticulada intentó reclutar nuevos integrantes tanto en la policía federal con en las fuerzas armadas. Ambos cuerpos ya generaron en el pasado titulares en Alemania por diversos escándalos de presencia ultraderechista y neonazi en sus filas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> “Sí me preocupan eses elementos dentro de las fuerzas del orden que están actuando con conspiradores que menosprecian la democracia, que quieren abolirla o transformarla en un sistema autoritario. Pero descarto que los Reichsbürger sean el núcleo o la raíz de esas fuerzas”, dice Hinnerk Berlekamp, periodista que ya dedicó en 2017 un artículo en profundidad a las conexiones internacionales de los “Ciudadanos del Reich”, un fenómeno arraigado en Alemania y con conexiones en otros países de habla alemana como Austria y Suiza. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La sombra de la infiltración ultraderechista en las fuerzas de seguridad no es nueva. En el verano de 2020, el Ministerio de Defensa alemán anunció el desmantelamiento de una unidad de las unidades de élite KSK por estar infestada de militares de tendencia neonazi. Las autoridades reconocieron, además, la desaparición de miles de cartuchos y de 62 kilos de explosivos cuyo paradero es hasta hoy desconocido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Reportaje publicado por<b> <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20221217/reichsburger-teoria-conspiracion-larga-tradicion-alemania-80040322" target="_blank">El Periódico de Catalunya</a></b>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-87957014282914349542022-11-21T22:04:00.006+01:002022-11-23T06:35:48.156+01:00Esta es la casa del Union Berlín<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHjfUTw6DPta8NOnhINOpbOLBnaAelx6JNTRwnElEIZ0mgZXGEZnoJBMYa_P7asdBv1rFZ4uohusF78hXrpwZol6eMTrqlqWh_jlKWBO0aOi3oX2vNB3vLDX1SiLZd4HJoX8XpMoU9xTkVnMJHrY6m7fmX4X-bHUdnjN-tp5aUaSDGMXW5NQ1k1qLR/s4624/20221030_152536.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2604" data-original-width="4624" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHjfUTw6DPta8NOnhINOpbOLBnaAelx6JNTRwnElEIZ0mgZXGEZnoJBMYa_P7asdBv1rFZ4uohusF78hXrpwZol6eMTrqlqWh_jlKWBO0aOi3oX2vNB3vLDX1SiLZd4HJoX8XpMoU9xTkVnMJHrY6m7fmX4X-bHUdnjN-tp5aUaSDGMXW5NQ1k1qLR/w400-h225/20221030_152536.jpg" title="Un día de partido en la Alte Fösterei. ©: Andreu Jerez" width="400"></a></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">El estadio del 1. FC Union Berlín está en medio de un bosque a orillas del río Spree. Para llegar a pie a la Alte Försterei hay que atravesar un camino de tierra entre árboles. Por el peregrinan en asombrosa armonía ultras bebidos, padres con sus hijos y familias al completo. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">La mayoría recorre a pie el kilómetro largo que separa la estación de tren de Köpenick del estadio: el trayecto es un viaje a través del universo unionista. Grupos de hinchas calientan motores a las puertas de los bares, aficionados venden el libreto del club, músicos callejeros le cantan a la larga memoria del Union mientras la reventa de entradas da sus últimos coletazos. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Försterei significa en alemán algo así como casa en la que viven los guardas forestales. La sede del Union estaba situada originalmente en una casa forestal que todavía hoy sigue en pie, frente al estadio. Probablemente no haya mejor detalle para entender la importancia de las raíces para la identidad de este club. “Esto es más que fútbol. Es una comunidad, el lugar donde te encuentras con amigos, familiares y compañeros de trabajo”, explica Uwe mientras apura su cerveza. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><b>Equipo de barrio </b></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">El Union es un equipo de barrio y Köpenick, el distrito que lo ha visto crecer. Situado en la periferia oriental de la capital alemana, es el bastión de un club acostumbrado a sobrevivir en las orillas del mundo del fútbol. Esto fue así durante el sistema socialista de la desaparecida República Democrática Alemana – en la que el Union no fue precisamente el equipo preferido del régimen – y lo siguió siendo tras la caída del Muro de Berlín. Que hasta hace poco fuera líder de la Bundesliga es una anomalía, un milagro en un deporte cuya élite vive entregada al dictado del dinero. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">El <a href="https://twitter.com/fcunion?ref_src=twsrc%5Etfw">@fcunion</a> es un club acostumbrado a vivir en la periferia de un deporte controlado por el dinero.<br><br>Aquí va una crónica de la Alte Fösterei, un estadio donde los dioses del <a href="https://twitter.com/hashtag/f%C3%BAtbol?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#fútbol</a> son de carne y hueso, y están obrando un milagro.<a href="https://t.co/HVK9wLvVOZ">https://t.co/HVK9wLvVOZ</a> via <a href="https://twitter.com/elperiodico?ref_src=twsrc%5Etfw">@elperiodico</a> <a href="https://t.co/LgrRTLzLhd">pic.twitter.com/LgrRTLzLhd</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1594368195124666368?ref_src=twsrc%5Etfw">November 20, 2022</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><div style="text-align: justify;"><br></div>
El periodista que escribe estas líneas publicó el pasado octubre <a href="https://www.elperiodico.com/es/futbol/20220929/union-berlin-anomalia-lidera-bundesliga-futbol-alemania-76218570" target="_blank"><b>un reportaje sobre esa anomalía futbolística</b></a>. Tras enviar el texto al departamento de prensa del club, llegó la respuesta: “Hola Andreu. Gracias por el reportaje. Te invitamos a ver un partido en nuestro estadio”. La invitación no es cualquier cosa: conseguir una entrada para ver en directo al Union en la Alte Försterei es casi misión imposible. Desde su ascenso a la Bundesliga en 2019 – el primero en su historia –, el estadio, con capacidad para 22.000 espectadores, está siempre lleno hasta la bandera. Esta es la crónica de la visita a la casa de un club sin igual. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><b>Salchichas, tabaco y cerveza </b></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">En la Alte Försterei se anima y se sufre sin concesiones, se tutea y se habla, sobre todo, con dialecto berlinés. Venir aquí es como pasar la tarde de un domingo en el salón de tus abuelos. Esta hinchada llama, de hecho, a su estadio la “sala de estar” del Union. “Esta familia era pequeña y ha ido creciendo poco a poco, como en la vida misma. Esta familia pasó tiempos de mierda, las cosas no fueron tan bien como nos van hoy”, dice Joachim en el descanso del partido entre el Union y Borussia Mönchengladbach que se disputa esta tarde de domingo. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">La Alte Försterei huele a salchichas, tabaco y cerveza, que corre entre los aficionados antes, durante y después de cada partido. Aquí continúa habiendo un marcador con tablillas que se cambian a mano y la mayoría sigue el juego de pie, como en los estadios de los 80: sólo la tribuna principal, donde se ubican directiva y prensa, cuenta con asientos numerados. Ya sea de pie o sentada, algo une a la afición: aquí se grita los 90 minutos del partido más el descuento. “¡Eisern Union, Eisern Union, Eisern Union!”, vocifera la hinchada cada cinco minutos. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">“Eisern” significa “de hierro”. Nadie sabe muy bien cuál es el origen del adjetivo, pero recuerda el carácter obrero del club. En el siglo XIX, la zona de Köpenick era una de las regiones más industrializadas de Europa. La base social del Union ha sido históricamente trabajadora y orgullosa de ello. El tuteo entre aficionados y el acento berlinés forman parte de esa identidad. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><b>Juego sin florituras </b></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">La hinchada del Union no necesita una jugada de 30 pases para aplaudir. Una recuperación tras un balón dividido, un saque de esquina a favor o un disparo a las nubes bastan para arrancar una ovación. Los unionistas saben cuáles son las limitaciones futbolísticas de su equipo y no se avergüenzan de ello. La entrega física de sus futbolistas hace posible que ese juego sin florituras sea efectivo. Van quintos de la Bundesliga y disputan competiciones europeas. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">El público grita “Fußballgott” (“dios del fútbol”) cada vez que hay un cambio local. Pero aquí los dioses son de carne y hueso, y están obrando un milagro con un club que estuvo al borde de la desaparición hace dos décadas por problemas financieros. Si el Union sigue existiendo es porque así lo quiso su masa social, que llegó a donar sangre para conseguir fondos para el club y a trabajar en la reforma de su estadio sin cobrar un euro. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">“Cuando gritamos que el Union Berlín será el próximo campeón alemán, por supuesto lo gritamos con ironía”, aclara Georg con la voz rota tras otro partido épico. El Union ha ganado esta noche al Gladbach por 2 a 1 con un gol de cabeza en el último minuto del descuento. Vasos llenos de cerveza han volado por encima de la tribuna de prensa. El milagro continúa en Köpenick. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">--</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Crónica publicada por <a href="https://www.elperiodico.com/es/deportes/20221120/cronica-berlin-bienvenidos-alte-foersterei-78551486" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya y el resto de diarios de Prensa Ibérica</b></a>.</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-72036570406922083642022-10-03T10:59:00.004+02:002022-10-03T11:07:22.993+02:00Temor a un "otoño caliente” en Alemania<div style="text-align: justify;">Una expresión se repite en medios y ciertos círculos políticos en Alemania desde hace semanas: "otoño caliente". Con ella, periodismo y política pretenden resumir a lo que podría enfrentarse el país si se materializan los peores escenarios; es decir, revueltas sociales e inestabilidad política si la inflación sigue aumentando, si la crisis energética se endurece, si la recesión acaba llegando, y si, en el peor de los casos, la falta de energía genera un colapso industrial, al menos parcial, que podría desembocar en mayor desempleo y en desabastecimiento de determinados productos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las voces del Gobierno federal son contradictorias. Mientras la ministra de Exteriores, la verde Annalena Baerbock, no tuvo reparos en reconocer este verano que las autoridades alemanas podrían enfrentarse efectivamente a una oleada de protestas durante los meses de otoño e invierno, el canciller socialdemócrata Olaf Scholz viene repitiendo que el país mantendrá la concordia y se impondrá la cohesión social, a pesar de que la mayoría de la población alemana ya ha perdido un sustancial poder adquisitivo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Ya observamos que la población está bastante afectada por las crisis. Nos encontramos ante una superposición de crisis que llevan a la gente a estar insegura y preocupada, en la que los estratos económicos más bajos tienen verdaderas preocupaciones existenciales y entre las clases medias hay también verdaderos temores a la perder estatus social. El estado de ánimo es claramente inestable y también está marcado por el miedo”, asegura a Jana Faus, cofundadora de la <a href="https://pollytix.de/wahltrend/" target="_blank"><b>agencia de análisis demoscópico Pollytix</b></a>. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Oportunidad para AfD</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esa inseguridad ya se comienza a proyectar en las encuestas de intención de voto. La <a href="http://cielobajoberlin.blogspot.com/search/label/Alternativa%20para%20Alemania" target="_blank"><b>ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD)</b></a>, por ejemplo, lleva semanas repuntando. Algunas proyecciones ya colocan al partido ultra por encima del 14%. AfD, carcomida por las peleas internas, llevaba varios años languideciendo en torno al 10% de intención de voto. La actual coyuntura, plagada de incertidumbres y agravada por una política de comunicación del Gobierno bastante mejorable, se presenta así como una oportunidad de oro para la ultraderecha alemana. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Un análisis de Pollytix advierte, además, de otro peligro con el que Alemania ya tiene décadas de experiencia: la disposición a usar <a href="http://cielobajoberlin.blogspot.com/search/label/neonazismo" target="_blank"><b>la violencia entre los militantes de los grupos extremistas, concretamente, de la ultraderecha y el neonazismo militante</b></a>. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otro partido opositor que se suma a la dialéctica del "otoño caliente" es La Izquierda, coalición de poscomunistas germanoorientales y exsocialdemócratas del Alemania occidental. La formación, que estuvo a punto de quedarse fuera del Bundestag en las últimas elecciones federales del pasado septiembre, intenta ganar perfil político y remontar en intención de voto con un discurso social que exige una mayor cobertura para las clases trabajadoras, los jubilados y los desempleados. La Izquierda y AfD coinciden en el uso de determinadas expresiones respecto a la crisis que enfrenta Alemania, aunque desde posiciones política opuestas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><b>
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/FVTDpDf9U8o" title="YouTube video player" width="560"></iframe> </b></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Inflación de dos dígitos</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En un país con un miedo histórico al aumento de los precios, la inflación se acercó en septiembre al 11%, la cifra más alta en varias décadas. “Estamos ante una ‘estanflanción’, es decir, la combinación de una economía estancada o incluso en declive y una inflación alta. Se trata de una crisis generada por la falta de oferta. Los últimos años solíamos estar acostumbrados a crisis generadas por la falta de demanda. Pero ahora tenemos una falta de oferta de mercancías, especialmente grave en la energía y las cadenas de valor añadido. Una ‘estanflanción’ es una noticia muy mala, porque la política puede hacer mucho menos que ante una demanda débil”, asegura Clemens Fuest, presidente del Ifo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el Gobierno de Scholz ha aprobado tres paquetes de ayudas para ciudadanía y empresas que combina transferencias directas con alivios fiscales. Para ello, ha movilizado alrededor de 95.000 millones de euros. Con todo, la valoración del Gobierno tripartito de socialdemócratas, verdes y liberales no deja de caer, lo que denota una crisis de confianza hacia las autoridades en una coyuntura volátil e impredecible, algo que irrita a la ciudadanía alemana, amante de las certidumbres. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los expertos consultados por este diario dudan de que ese "otoño caliente" se acabe traduciendo en revueltas sociales e inestabilidad política, aunque no minimizan el impacto social de la inflación y dan por hecho una oleada de protestas sociales, cuya magnitud todavía es difícil de prever. Alexander Kriwoluzky, jefe de análisis macroeconómico del instituto DIW, le da una dimensión europea a sus predicciones: “En Alemania la situación probablemente será controlable. Será mucho más difícil en Italia, donde tenemos elecciones y es muy posible que llegue al poder un gobierno no proeuropeo. La situación económica allí puede agravarse una vez más, por lo que si algo se gesta en Italia, también llegará en algún momento a Alemania.”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Reportaje publicado por<a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20221002/alemania-otono-caliente-inflacion-crisis-75469763" target="_blank"><b> los diarios de Prensa Ibérica</b></a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-64045071336154153242022-08-04T12:28:00.002+02:002022-08-07T11:48:43.028+02:00Entrevista con Hans-Christian Ströbele, cofundador de Los Verdes alemanes<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5Ma2OK5tQMfW4BYUenUDBGCsec_gXGLnSHTGhAlXnzzkZD_orxAPIUfe3QKP4BiKWVrlBq5G2PB5TCPmn07kn1y4pik1ms3vqtZatPoqLmu6I4QzBhdeCRPS5Te2RDvKPQuCHLWrTNVkG1bkrb2fNvpbQp4fK3Vx68veAskMxeKxYbOGbk3MxaP3c/s3611/_MG_4174.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2407" data-original-width="3611" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5Ma2OK5tQMfW4BYUenUDBGCsec_gXGLnSHTGhAlXnzzkZD_orxAPIUfe3QKP4BiKWVrlBq5G2PB5TCPmn07kn1y4pik1ms3vqtZatPoqLmu6I4QzBhdeCRPS5Te2RDvKPQuCHLWrTNVkG1bkrb2fNvpbQp4fK3Vx68veAskMxeKxYbOGbk3MxaP3c/w400-h266/_MG_4174.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ströbele nos recibe en su despacho de Berlín. Foto: Pau Cegarra.</td></tr></tbody></table><br /><div style="text-align: justify;">Abogado, militante pacifista, exabogado defensor de militantes de la RAF (Fracción del Ejército Rojo), cofundador de Los Verdes alemanes y del diario berlinés de izquierda TAZ, diputado federal durante dos décadas... <a href="http://www.stroebele-online.de" target="_blank"><b>Hans-Christian Ströbele</b></a> es un fragmento vivo de la historia de Alemania. Nacido en 1939, sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y se politizó en la República Federal de la Guerra Fría, en la que conoció la caza de brujas y también la prisión por “apoyo a organización criminal”. Encara el tramo final de su vida angustiado por la guerra de Ucrania y cabreado por la carrera militarista en que la que su país y el mundo se han embarcado. </div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Señor Ströbele, en el actual contexto político y social, ¿hasta qué punto se sigue sintiendo representado por su partido, Los Verdes? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Es mi partido, lo cofundé hace 40 años. Y sí, sigo sintiéndome representado por él, incluso cuando no estoy de acuerdo con algunas de sus decisiones y con algunas medidas del actual
Gobierno. Pero estoy acostumbrado a eso. Estuve más de 20 años en el Bundestag parlamento federal alemán y ahí también voté repetidamente contra mi propia fracción parlamentaria, sobre todo en cuestiones relacionadas con la guerra y la paz. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Qué queda del partido que cofundó en la década de los 80? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los Verdes son el proyecto político más exitoso desde la Segunda Guerra Mundial en Alemania. En aquel entonces nos formamos como una coalición de diferentes movimientos sociales, especialmente del movimiento ecologista, del antinuclear, del movimiento feminista y pacifista. El objetivo no era fundar un partido, sino una coalición para estar representados en el parlamento, para llevar los temas de la calle al parlamento. El movimiento pacifista, por ejemplo, llegó a movilizar en manifestaciones hasta medio millón de personas. Era muy importante. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al principio se rieron de nosotros y nos insultaron. Se nos excluía incluso de las comisiones.
40 años después, no sólo somos un partido de Gobierno, sino que además somos el factor más importante del actual Gobierno. Nuestros temas – especialmente el ecologismo y el movimiento antinuclear – forman ya parte del mainstream, están presentes en todos los partidos democráticos alemanes. Si toma los programas electorales de la CDU, del SPD o del FDP, en todos encontrará las demandas ecológicas y el tema climático bien arriba. Son temas centrales. Lamentablemente, esos partidos no actúan después en consecuencia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Pero cuando analiza las decisiones de los actuales líderes de su partido, del ministro de Economía, Robert Habeck, y de la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, ¿también se sigue sintiendo identificado? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sí, por supuesto. Yo, por ejemplo, fui un activista del movimiento pacifista. Siempre tuve la convicción de que conseguir la paz sin armas era el lema correcto, y no conseguir la paz con cada vez más armas pesadas. Por eso me he expresado últimamente de manera muy crítica sobre la guerra en Ucrania. Pienso que las negociaciones son lo más importante y que tenemos que hacer todo lo posible para evitar una escalada militar y una guerra de desgaste. Debemos encontrar vías para que esta aguerra de agresión de Putin pueda acabar. Y ahí hay diferencias con mi partido. Algunas de sus promesas, como por ejemplo que Ucrania tiene que ganar esta guerra, me parecen una ilusión. Yo digo que Ucrania debe ofrecer resistencia. Eso me parece bien y lo apoyo, pero debemos evitar una escalada que nos lleve a una guerra mayor en Europa contra Rusia, o de los países de Europa del Este y Alemania contra Rusia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Si nos encontramos ante una posible Tercera Guerra Mundial, ¿por qué el movimiento pacifista alemán, tan fuerte en el pasado, tiene hoy tan poca fuerza? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El movimiento sigue existiendo, claro está, pero ahora vemos como un pueblo europeo es atacado y bombardeado sin miramientos ni motivo alguno, y como se cometen graves violaciones de los Derechos Humanos. Eso está presente a diario en todos los canales de televisión, en la radio y en los diarios. También por eso las voces que apuestan por un pacifismo consecuente no están tan presentes, tampoco en la calle. Pero espero que eso vuelva a cambiar. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Siempre leo con mucha atención los mensajes que publica <a href="https://twitter.com/MdB_Stroebele" target="_blank">en su activa cuenta de Twitter</a>, y también las respuestas. En ocasiones le acusan de ser un <i>Putinversteher</i> (comprensivo con Putin). ¿Tiene la sensación de que en Alemania se ha estrechado la libertad de expresión? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sí, tiene usted razón, ese tipo de posiciones se ha extendido, lo que considero no sólo estúpido y erróneo, sino también antidemocrático. Es antidemocrático insultar o denunciar a alguien con quien no se está de acuerdo. Pero si usted mira mis tweets, también se percatará de que son muy exitosos. Hoy, por ejemplo, he escrito uno en el que digo que si las ciudades quieren ahorrar energía ante la falta de suministro, entonces deberían apagar los anuncios luminosos, que no tienen sentido y además son perjudiciales. Hasta ahora tengo más de 8.000 ‘me gusta’. Con el coche propongo lo mismo: dejar de usarlo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Lo acaba de comentar usted. Ha escrito en Twitter: “Todos hablan de ducharse, pero si hay que ahorrar energía, entonces las publicidades luminosas deberían apagarse en todas las ciudades. Nadie las necesita”. Entiendo que es una crítica al ministro de Economía, el verde Robert Habeck, responsable de la cuestión energética… </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la actualidad, la Coalición Semáforo <span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; text-align: left;">[</span>gobierno tripartito alemán de socialdemócratas, verdes y liberales<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; text-align: left;">] </span>intenta eliminar los problemas sociales. Lamentablemente, lo hace con medidas para toda la población, como si fuera con una regadera que ha de llegar a toda la población, no sólo a los más necesitado, sino también a los ricos, a las personas que tienen suficiente como yo. Eso no puede ser. Se tienen que discutir nuevas medidas que se concentren en las personas que realmente sufren o que no pueden seguir pagando su vivienda.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div>Robert Habeck detectó muy pronto el problema energético, pero tiene poco tiempo para actuar porque Putin puede cerrar pronto el grifo del gas. Será una situación muy difícil. Ahí habrá que mirar a quién se atiende primero. Creo que habría que atender primero a la población y a sus necesidades fundamentales, y después a la industria, especialmente la gran industria. No es que haya que destruir todo, pero sí hay que considerar elementos sociales para que esta terrible guerra no tenga además como consecuencia que la gente se vea arrastrada a la pobreza y la desesperación en Alemania. </div><div><br /></div></div><div style="text-align: justify;"> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script>
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es"></p><div style="text-align: center;">Entrevisto a <a href="https://twitter.com/MdB_Stroebele?ref_src=twsrc%5Etfw">@MdB_Stroebele</a> para <a href="https://twitter.com/ctxt_es?ref_src=twsrc%5Etfw">@ctxt_es</a>.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Fotos del colega y amigo Pau Cegarra. <a href="https://t.co/JwI7aNWIAU">https://t.co/JwI7aNWIAU</a></div><p></p><div style="text-align: center;">— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1554385605299245056?ref_src=twsrc%5Etfw">August 2, 2022</a></div></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script></div><div style="text-align: justify;"><p dir="ltr" lang="es"></p><div style="text-align: center;"><br /></div></div><div style="text-align: justify;"><b>Usted ya calificó en el pasado – ya antes de la invasión rusa de Ucrania – a Putin de dictador. He leído que cuando el Bundestag lo recibió en 2001, usted fue el único diputado que permaneció sentado como gesto de protesta. ¿Ha sido Occidente demasiado acrítico con Putin durante demasiado tiempo? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No quiero disculpar a Putin: sólo él carga con la responsabilidad. Pero Putin ya propuso en el Bundestag una mayor cooperación en cuestiones como la distensión, las garantías de paz y también propuso negociaciones. Aquello cayó en saco roto. Yo eso lo critico a pesar de que ya entonces considerara a Putin una mala persona. Ya sabía lo que había hecho en Chechenia, por ejemplo. Por eso permanecí sentado, aunque no estoy seguro de que fuera el único diputado. Con todo, Putin ofreció un discurso en el Bundestag en el que dijo que había que sentarse e intentar encontrar un orden de seguridad y de paz compartido. Y creo que ese habría sido el camino correcto. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Qué opina de las voces que critican que Occidente haya financiado durante décadas la guerra que Rusia despliega ahora en Ucrania a través de las importaciones de fuentes de energías fósiles? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Creo que una crítica generalizada contra el comercio con Rusia es errónea. Con un país tan cercano y tan grande – sobre el que, por cierto, todavía tenemos una responsabilidad por lo ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial –, se debe comerciar. Otra cosa es si la dependencia energética – que podría provocar ahora que nos quedemos sin calefacción durante el invierno – fue correcta. Seguramente no lo fue. Pero desde la caída del Muro y la desaparición de la Unión Soviética, la política alemana también podría haber hecho algo para evitar que los países que antes eran zona de influencia soviética se convirtiesen en la avanzadilla de la OTAN. Evidentemente, no se le puede prohibir nada a esos países, pero ¿realmente había que colocar bases con misiles frente a la frontera de Rusia? El argumento de que esos misiles apuntan hacia Irán es obviamente una estupidez. Se tendría que haber actuado de manera más sensible a la hora construir una seguridad compartida con Rusia y que la expansión de la OTAN no se orientase contra Rusia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Destacadas figuras políticas alemanas como Ursula von der Leyen o Olaf Scholz aseguran una y otra vez que la OTAN es una alianza militar defensiva… </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No, simplemente no lo es. Eso no es verdad. La OTAN protagonizó una guerra de 20 años en Afganistán sin base legal alguna. Una guerra que perdió, por cierto. También bombardeó Serbia sin una resolución de la ONU, e intervino Libia y es culpable de que ese país siga sumido en una guerra civil espantosa. Estados Unidos y otros estados de la OTAN protagonizaron también una guerra criminal en Irak que incendió todo Oriente Próximo y que generó lo que vino después, es decir, Estado Islámico. El asalto de Estados Unidos a Irak hizo que el orden en aquella región saltara por los aires. Después vinieron las fuerzas islamistas radicales que incluso fundaron su propio estado. Estados Unidos tiene una responsabilidad directa sobre todo eso. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Es historia la estrategia de “autonomía estratégica europea”, es decir, una defensa europea independiente de la OTAN? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En este momento, sí. Ahora mismo se hace todo lo posible para convertir a la OTAN en una alianza más grande, más fuerte, más compacta y, a poder ser, ampliamente armada con cabezas nucleares. Creo que eso es muy peligroso. Ese es un problema que tenemos que solucionar cuando la guerra en Ucrania acabe. Hay quien dice que la Unión Europea debería dotarse de unas fuerzas armadas que pudieran actuar en caso de guerra. En todo caso, tenemos que analizar cuál es en realidad la relación entre la estrategia de seguridad de la Unión Europea y la de la OTAN. ¿Son siempre idénticas? Son muchas las cuestiones que hay que resolver y sobre las que antes yo no era consciente. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Usted es un fragmento vivo de la historia reciente de Alemania. Ha vivido y visto mucho. ¿Tiene todavía razones para mirar con optimismo hacia el futuro dado el actual estado de las cosas? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En este momento, no. Ahora tengo muchos motivos para el temor. Mi principal acción política ahora es concentrarme en advertir a lo que nos arriesgamos con esta guerra. Pero obviamente espero – y por eso hago política – que esto cambie. Siempre le digo a la gente lo que ahora le voy a decir a usted: durante 74 años de mi vida no viví una guerra en Alemania. Eso es casi un milagro. Y ahora eso se ve amenazado por la destrucción. Tenemos que apostar por la mediación, por el diálogo con el otro, como hizo el canciller Willy Brand en su momento. No soy un fan de Brandt. Nunca condenó, por ejemplo, la guerra de Vietnam. Pero su política de apertura en un contexto de frentes endurecidos fue un acierto. Entonces, aquí en Berlín occidental, si interpretabas una pieza de teatro de Bertold Brecht, eras automáticamente un comunista y ya pertenecías al otro lado. Esa es la atmósfera que en parte también hoy se respira. Si hoy no dices que estás dispuesto a darlo todo por Ucrania, independientemente de lo que pase aquí en Alemania, eres automáticamente un Putinversteher, un fan de Putin. Es una auténtica estupidez.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entrevista publicada por <a href="https://ctxt.es/es/20220801/Politica/40458/#.YuqUI24TQF4.twitter" target="_blank"><b>la revista CTXT</b></a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-24748442756310895142022-07-04T14:01:00.004+02:002022-07-08T22:23:51.155+02:00Björn Höcke espera su momento<h4 style="text-align: center;"><b>La ultraderecha de Alternativa para Alemania consuma su radicalización y queda a merced del líder del ala más cercana al neonazismo</b></h4><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">“La dirección es de mi gusto”. Björn Höcke no escondió su satisfacción con el resultado del último congreso celebrado por Alternativa para Alemania (AfD) a mediados del pasado junio en la ciudad sajona Riesa. El líder del partido ultraderechista en el estado federado de Turingia no salió elegido para la nueva dirección de su formación. Tampoco se postuló para ello, ni le hizo falta para salir reforzado. Si algo demostró el congreso de Riesa es que difícilmente algo se mueve en el partido ultra sin el beneplácito de Höcke, líder del ala más radical de AfD que raya con el neonazismo. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Los delegados AfD confirmaron en Riesa a la que ha sido su presidencia bicéfala desde 2019: al germanooriental Tino Chrupalla y a la germanooccidental Alice Weidel. El primero, pintor de profesión, responde a los votantes de la clase trabajadora y de pequeñas y medianas empresas. La segunda, con formación académica y experiencia en banca de inversión internacional, lo hace ante el electorado de mayor poder adquisitivo y mayor ascendencia social. Esta doble dirección también busca mantener el difícil equilibrio entre las facciones del <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210724/escepticismo-democratico-30-anos-despues-11923214" target="_blank"><b>este del país</b></a>, donde <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210919/electoral-ultraderecha-alemania-12092152" target="_blank"><b>AfD es un partido de dos dígitos y consolidado</b></a>, y las del oeste, territorios en los que partido sufre por seguir dentro de los parlamentos.</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><b><br></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Débil liderazgo </b></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Chrupalla recibió el apoyo del 53,4% de los delegados. Weidel, el 67,3%. El resultado apunta al débil liderazgo con el que esta presidencia bicéfala seguirá a la cabeza de AfD. El congreso de Riesa dejó la sensación de que ambos se mantiene al frente del partido porque así lo ha tolerado Höcke. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Nacido en 1971 y padre de cuatro hijos, Björn Höcke es un profesor de secundaria metido a la política profesional. Descendiente de una familia desplazada de los territorios orientales del antiguo Imperio Alemán durante la Segunda Guerra Mundial, nunca ha escondido sus posiciones ultranacionalistas y revisionistas de la política de memoria de la República Federal: “Nosotros, el pueblo alemán, somos el único del planeta que ha plantado un memorial a la vergüenza en el corazón de su capital”, dijo en 2017 en referencia al monumento conmemoratorio dedicado a las víctimas del<a href="http://cielobajoberlin.blogspot.com/2021/12/una-fiscalia-plagada-de-viejos-nazis.html" target="_blank"><b> Holocausto perpetrado por los nazis</b></a>. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Esa es sólo una de las muchas salidas de tono de Höcke, que usa una retórica populista, nacional y social que le ha dado buenos resultados electorales en su estado. La hemeroteca no deja lugar a dudas sobre las preferencias políticas del líder de AfD en Turingia: hay fotos de él participando en marchas organizadas por el partido neonazi NPD antes de la fundación de AfD en 2013.</div><div style="text-align: justify;"><br>
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">Björn Höcke es el auténtico poder de Alternativa para Alemania. Quedó demostrado en el último congreso del partido ultra.<br><br>Maneja AfD desde fuera de la dirección. Y espera su momento. Tal vez especule con un agravamiento de la inflación y una nueva recesión.<br><br>Hoy en <a href="https://twitter.com/elperiodico?ref_src=twsrc%5Etfw">@elperiodico</a> <a href="https://t.co/ZD3leyPlDW">pic.twitter.com/ZD3leyPlDW</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1543896701752188931?ref_src=twsrc%5Etfw">July 4, 2022</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script>
</div><div style="text-align: justify;"><b>¿Futuro presidente? </b></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"> “Tal vez dentro de un par de años sea el momento de presentar mi candidatura”, dijo Höcke durante el congreso de Riesa tras ser preguntado sobre su posible entrada en la dirección del partido. “A nivel federal me gustaría, como hasta ahora, seguir como asesor de segunda fila”, añadió. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Estas palabras confirman lo que exmiembros directivos de AfD hace tiempo señalan: que Höcke es el auténtico poder en la sombra y la prueba de la consumada radicalización. “Amplios sectores del partido y sus correspondientes representantes se han radicalizado cada vez más, lo que lleva a la formación al absoluto aislamiento y hacia los márgenes políticos”, ha dicho el Jörg Meuthen, cofundador de AfD y antiguo copresidente de la formación que ha abandonado recientemente. En esa misma línea se ha expresado en reiteradas ocasiones<b> <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210724/gente-vota-afd-alemania-bofetada-11923094" target="_blank">Frauke Petry</a></b>, también ex copresidenta del partido. Tanto Meuthen como Petry son hoy cadáveres políticos. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">El congreso de Riesa, por momentos caótico y que dejó en evidencia las enormes divisiones internas de AfD, tuvo que concluir de manera abrupta ante la incapacidad de llegar acuerdos sobre política internacional – con la guerra en Ucrania y la posición hacia la Rusia de Putin como ejemplos más evidentes –. Mientras las federaciones occidentales tienden a condenar la invasión rusa de Ucrania, las orientales apuestan por un curso más cercano al Kremlin. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Los delegados participantes sí abrieron la puerta, sin embargo, a que AfD pueda tener en el futuro una presidencia individual. Analistas ven de nuevo la mano invisible de Höcke, que acomoda la organización interna de AfD en su favor, a la espera de que llegue una coyuntura económica y social más propicia para un discurso hoy demasiado radical para la enorme mayoría del electorado alemán. El líder de AfD en Turingia tal vez especule con una mayor inflación y una recesión derivada de la guerra en Ucrania a lo largo los próximos años que abonen sus tesis ultranacionalistas. Mientras, el partido ultraderechista se mantiene anclado en torno al 10% en las encuestas de intención de voto.</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Artículo publicado por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20220701/alternativa-alemania-consuma-radicalizacion-13980026" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div>
<div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-64922967403781925672022-05-27T20:42:00.007+02:002022-06-02T09:31:05.408+02:00Rusohablantes en Alemania: comunidad entre dos tierras<div style="text-align: justify;">Alrededor de tres y medio millones de personas con raíces en el espacio postsoviético viven en Alemania. No es una cifra oficial, sólo estimaciones basadas en un microcenso de la Oficina Federal Estadística en 2016. La mayoría de esa diáspora postsoviética, mayoritariamente de habla rusa, procede de Rusia, Kazajistán y Ucrania. La actual guerra en este último país ha colocado a esa importante minoría migratoria en una situación incómoda, entre dos tierras. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Alrededor de dos millones y medio de los rusohablantes residentes en la República Federal conforman, además, una comunidad con estatus especial: los llamados <i>Russlanddeutsche </i>(alemanes de Rusia), descendientes de colonos de habla alemana que se asentaron a finales del siglo XVIII e inicios del XIX en la cuenca del río Volga y en la costa norte del Mar Negro – entonces Imperio Ruso y hoy territorio en guerra entre Rusia y Ucrania –. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esas colonias alemanas respondieron a la invitación de la emperatriz Catalina II y el emperador Alejandro I, que pretendían así poblar territorios vacíos de su Imperio. Como <a href="https://www.bpb.de/themen/migration-integration/kurzdossiers/252535/wer-sind-die-russlanddeutschen/" target="_blank"><b>explica la Central Federal para Formación Política</b></a>, los colonos recibieron la promesa de ventajas: tierras gratuitas, exención fiscal, liberación del servicio militar y de culto religioso, derecho a la autonomía administrativa y al retorno a su origen si así lo deseaban en algún momento. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Ola de denuncias </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con el triunfo de la Revolución Rusa en 1917, la minoría étnica alemana llegó incluso a tener una república propia dentro de la URSS: la República Autónoma Socialista Soviética de los Alemanes del Volga. El estallido de la Primera Guerra Mundial, de la Segunda y las purgas estalinistas acabaron arrinconando a la minoría alemana, susceptible de ser colaboracionista con los nazis. Los descendientes de los alemanes de Rusia fueron retornando paulatinamente a sus territorios de origen antes y después del fin de la Guerra Fría. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Aún hoy, las autoridades de la República Federal conceden la nacionalidad alemana a aquellos que pueden demostrar una descendencia de los colonos que se instalaron en el Imperio Ruso hace dos siglos. Estas últimas personas reciben el nombre s<i>pätaussiedler</i>, que sirve para denominar a los migrantes retornados del espacio postsoviético a lo largo del siglo XX y del XXI. El concepto de <i>Russlanddeutsche </i>– que en muchos casos no hablan alemán o lo hacen con acento ruso – puede llegar a tener hoy una connotación peyorativa en Alemania, un fenómeno acentuado por la guerra en Ucrania.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde el inicio de la invasión rusa, las autoridades alemanas han registrado más de 1.700 delitos relacionados con la guerra, la mayoría crímenes de odio, agresiones verbales, pintadas amenazantes e incluso violencia física. La minoría rusohablante es la gran protagonista de estos incidentes, ya sea en el rol de víctima o agresor. La organización <a href="https://mediendienst-integration.de/" target="_blank"><b>Mediendienst Integration</b></a> – especializada en asuntos migratorios – confirma que ha habido un aumento de las denuncias de agresiones contra la comunidad rusoparlante en Alemania. En esta coyuntura, la embajada rusa en la República Federal tampoco deja escapar la ocasión para denunciar una oleada de rusofobia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>9 de mayo </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es difícil hacerse una idea de cuál es la posición predominante dentro de esa minoría rusohablante respecto a la guerra en Ucrania. El miedo a expresarse públicamente y a ser calificado de seguidor de Putin juega seguro un papel importante. La visita al <a href="https://www.berlin.de/mauer/es/lugares/otros-lugares-importantes/delante-de-la-puerta-de-silesia-schlesisches-tor/el-monumento-conmemorativo-sovietico-en-treptower-park-416354.es.php" target="_blank"><b>Memorial Soviético de Treptow Park en Berlín</b></a> el 9 de mayo es así una oportunidad de oro: este lugar se convierte en un centro de peregrinación para ciudadanos de raíces soviéticas el día que Rusia celebra la victoria sobre la Alemania nazi. Aquí hay enterrados unos 5.000 soldados soviéticos caídos en la Segunda Guerra Mundial. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>
<div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/S0SQYl6F9gE" title="YouTube video player" width="560"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div>La efeméride ha estado este año cargada de tensión. Las autoridades berlinesas tomaron una medida salomónica para evitar enfrentamientos entre nacionalistas rusos y ucranianos: prohibir cualquier tipo de símbolo nacional de ambos países, así como de la desaparecida URSS. Igor, Artur y Alex sacan, sin embargo, una bandera de la Federación Rusa ante el imponente monumento que representa un liberador soldado soviético con una esvástica destruida a sus pies y una niña en sus brazos. </div><div><br /></div><div>Este grupo de rusos de origen kazajo vienen cada año a celebrar el 9 de mayo, que esta vez tiene especial importancia: están cansados de que criminalicen a su país de origen, aseguran. “Si la prensa de aquí dice la verdad, ¿por qué prohíben los medios rusos?”, pregunta Alex a en referencia al bloqueo de RT y Sputnik en la Unión Europea. “La guerra no es en absoluto contra el pueblo de Ucrania, es contra el fascismo. Y eso es la mitad de Ucrania”, asegura Igor. Todos escucharon el discurso del presidente Vladimir Putin antes de venir al monumento. Todos lo apoyan. Putin sólo quiere la paz, dicen. </div><div><br /></div><div>“Vivo en Alemania. Soy un alemán de Rusia retornado. Pero, en realidad, somos los hijos de la Unión Soviética y eso es sagrado”, dice Vladimir, enfundado en una camiseta con las iniciales en cirílico de la URSS. “No me gusta nada lo que está pasando, ese acoso a Rusia, el odio que hay contra Rusia. Yo soy soviético, comunista, y no me gusta que los tiempos soviéticos sean ahora ensuciados, escupidos, igual en donde sea”. </div><div><br /></div><div>Ludmila sostiene una foto de su padre Andrei, héroe militar soviético que defendió Stalingrado y Moscú. Está aquí hoy con su hija Svetlana para honrar la memoria de los que cayeron haciendo lo mismo que él. Originarias de Moldavia, niegan sufrir rusofobia en Alemania, rechazan la guerra en Ucrania y aseguran ayudar a refugiados ucranianos. Ludmila se agarra a lo divino para espantar los fantasmas de una Tercera Guerra Mundial: “Espero que Dios devuelva la razón a los presidentes de ambos países y que la guerra entre Ucrania y Rusia acabe pronto”.</div><div><br /><blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">En Alemania viven unos tres millones y medio de ciudadanos de raíces soviéticas. 2,5 millones conforman además una comunidad con estatus especial: los “alemanes de Rusia”.<br /><br />La guerra en Ucrania los coloca ahora en una situación incómoda. Cuatro pinceladas hoy en <a href="https://twitter.com/elperiodico?ref_src=twsrc%5Etfw">@elperiodico</a> 👇 <a href="https://t.co/3T2c1uY1Iz">pic.twitter.com/3T2c1uY1Iz</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1531535072087744515?ref_src=twsrc%5Etfw">May 31, 2022</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script>
</div><div><br /></div><div>Reportaje publicado por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20220530/rusohablantes-alemania-comunidad-dos-tierras-guerra-ucrania-13669181" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div></div>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-55380606187657752482022-03-28T20:07:00.006+02:002022-04-04T11:04:00.814+02:00El silencio de Merkel y la dependencia energética de Rusia<div style="text-align: justify;">"Esta guerra de agresión de Rusia marca un profundo antes y después en la historia de Europa tras el fin de la Guerra Fría. No hay justificación alguna para esta flagrante violación del derecho internacional. La condeno de la manera más tajante". Estas han sido hasta ahora las únicas palabras de Angela Merkel sobre la invasión rusa de Ucrania. Las difundió la oficina de la excancillera el pasado 24 de febrero, el mismo día en que el Ejército ruso cruzó las fronteras ucranianas. Más de un mes después, la figura política alemana más importante del siglo XXI -profunda conocedora de Vladímir Putin, con el que compartió numerosas negociaciones y cumbres- sigue evitando comparecencias o declaraciones públicas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia conjunta con el canciller alemán, Olaf Scholz, este 18 de marzo de 2022 en Berlín. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Analistas recalcan que Merkel quiere evitar a toda costa quitar protagonismo al socialdemócrata Olaf Scholz, su sucesor al frente de la cancillería. También hay quien ve en ese estruendoso silencio un reconocimiento implícito de dos errores estratégicos que, con retrospectiva, marcaron los 16 años de gobiernos de Merkel: la insistencia en reconocer a Putin como un interlocutor previsible y relativamente confiable al frente del Kremlin, y el impulso de una dependencia energética del gas ruso al que Alemania no tiene alternativa a corto plazo. El gasoducto Nord Stream 2, que conecta directamente Rusia con el noreste de Alemania, es el ejemplo más claro: Merkel lo defendió hasta el final de su gobierno aduciendo que era una "iniciativa privada".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /><b>Voces en la CDU </b><br /><br /><div style="text-align: justify;">"No puedo ni quiero decir nada sobre la señora Merkel. Pero, mirando atrás, muchas decisiones fueron incorrectas. Por ejemplo, haber profundizado la dependencia energética de Rusia, haber asegurado durante años que el gasoducto Nord Stream 2 era un proyecto de la iniciativa privada, a pesar de que nunca lo fue. El resto se lo deben preguntar a la señora Merkel. Yo no puedo hablar por ella". Esto dijo esta semana Friedrich Merz, el nuevo presidente de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), durante una videoconferencia con periodistas extranjeros. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Merz, un rival histórico de Merkel dentro del conservadurismo alemán, no perdió la oportunidad de disparar contra una parte del legado de la excancillera. Las voces críticas con Merkel dentro del partido conservador no se limitan, sin embargo, a sectores históricamente opuestos al merkelismo. Annegret Kramp-Karrenbauer, expresidenta de la CDU, exministra federal de Defensa y figura cercana a Merkel, <a href="https://twitter.com/akk/status/1496805470945923076" target="_blank"><b>escribió el 24 de febrero en Twitter</b></a>: "Estoy furiosa con nosotros porque fracasamos históricamente. No nos preparamos tras lo ocurrido en Georgia, Crimea y el Donbás, lo que habría asustado a Putin". El plural mayestático usado por Kramp-Karrenbauer va más allá de una simple autocrítica y apunta a Merkel sin citarla. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">Hoy en <a href="https://twitter.com/elperiodico?ref_src=twsrc%5Etfw">@elperiodico</a> escribo sobre las razones que llevaron a los sucesivos gobiernos de Merkel a ahondar la dependencia energética de Rusia - y sin un plan B a corto plazo-.<br /><br />Una vez más se confirma la máxima de que lo barato sale caro. <a href="https://t.co/7JiZD867v9">pic.twitter.com/7JiZD867v9</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1507761264663187460?ref_src=twsrc%5Etfw">March 26, 2022</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script>
<b><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div>La carta fósil </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las cifras sobre la dependencia energética de Alemania respecto a Rusia hablan por sí solas: alrededor del 75% de las importaciones rusas a la República Federal son combustibles minerales (gas, petróleo, carbón, etc.). Esas importaciones cubren además más de la mitad del consumo de la República Federal, como apunta un <a href="https://www.iwkoeln.de/en/press/iw-news/andreas-fischer-malte-kueper-can-europe-cope-with-an-import-stop.html" target="_blank"><b>informe del Instituto de Economía Alemana</b></a> (IWK). </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Según cifras de la Oficina Federal de Estadística (Destatis), en 2005 -año en que Merkel llegó al poder- Alemania importó gas y petróleo rusos por valor de 16.000 millones de euros. El año pasado, esa cifra superó los 19.000 millones. Alemania es, con casi el 25% de las importaciones totales de gas ruso, el mayor cliente de Rusia en el mundo. Con la puesta en marcha del Nord Stream 2 -paralizado <i>sine die</i>-, esa dependencia energética aumentaría aún más. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La carta fósil de Putin es, por tanto, evidente en la crisis global desatada por la invasión y la consecuente guerra en Ucrania. La pregunta que queda en el aire es por qué Merkel -una política a la que le costaba tomar decisiones rápidas porque prefería analizar antes todas las variables- ahondó tanto y durante tanto tiempo en la dependencia energética de Alemania respecto a Rusia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">"En los últimos años, la prioridad número uno en la política energética alemana fueron los buenos precios. Y si se trataba de comprar gas, Rusia era el proveedor más cercano. El gas distribuido a través de gasoductos ha sido en los últimos años claramente más barato que el gas licuado", responde Malte Küper, especialista en política energética del IWK. "El actual conflicto pone de manifiesto la debilidad derivada de esa dependencia, a pesar de que sea recíproca: Rusia también depende de los ingresos por la exportación de gas". </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Posible colapso </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La Alemania de Merkel apostó por el gas ruso con el apoyo de una industria que veía en los bajos precios y en la fiabilidad de Rusia como proveedor una buena opción para mantener la competitividad. Desde el punto de vista geoestratégico, los sucesivos gobiernos de Merkel parecieron apostar por los lazos comerciales con Moscú para rebajar las crecientes tensiones militares entre la OTAN y la Federación Rusa -una estrategia ya usada por la República Federal con la Unión Soviética en la fase final de la Guerra Fría-. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo eso se muestra ahora como un error estratégico. A corto plazo, Alemania no puede sustituir el gas ruso. El Gobierno tripartito de Scholz se opone, por ello, al bloqueo de las importaciones fósiles de Rusia con las que Putin está financiando la invasión de Ucrania. "Si Alemania quiere sustituir el gas ruso, entonces tendremos que comprar gas licuado en grandes cantidades, por ejemplo, a Catar o Estados Unidos. Sin embargo, hasta ahora Alemania no tiene ninguna planta transformadora", apunta Malte Küper, que establece un plazo de al menos dos años para poder sustituir el gas ruso por gas licuado. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con este panorama, no es descabellado que Alemania encare el próximo invierno con unas reservas insuficientes de gas, lo que podría suponer un colapso de su sistema industrial -cuyo funcionamiento depende en buena parte del gas ruso- y un impacto directo en las cadenas de suministro de supermercados y tienda, con el correspondiente desabastecimiento. El famoso "colapso", tan anunciado por expertos en energía desde hace décadas, estaría así más cerca.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Reportaje publicado por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20220325/estruendoso-silencio-merkel-invasion-ucrania-13430072" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div>
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/phXGjSQJ3vc" title="YouTube video player" width="560"></iframe>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-1310945951057710902022-01-18T12:18:00.001+01:002022-01-18T14:00:26.531+01:00Riders de Gorillas: “Som com els miners del segle XXI"<div style="text-align: justify;">“Nosaltres estàvem 100% segurs d’una cosa: si ets capaç d’anar a la lluna, no hauries d’haver d’anar al supermercat. Tens la tecnologia per anar a l’espai i encara has d’anar a fer la compra? Això no té cap lògica. Aquesta era la nostra convicció i l’origen de Gorillas”. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">L’emprenedor i empresari d’origen turc <a href="https://de.linkedin.com/in/kagansumer" target="_blank"><b>Kağan Sümer</b></a> repeteix aquesta idea en les seues intervencions en conferències per a creadors d’start-ups. Amb to desenfadat, roba informal, un discurs amb un punt d’idealisme sempre en un anglès farcit d’interjeccions juvenils i amb un sempitern somriure a la cara, el cofundador i president executiu de Gorillas intenta així convèncer el públic que la seua empresa, fundada a Berlín en maig de l’any 2020, cobreix unes necessitats creixents al nostre món marcat per la vida digital i la pandèmia. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">El model de negoci de Gorillas és relativament senzill: l’aplicació, per descarregar en smartphone i utilitzable també en versió web, ofereix lliurar en 10 minuts – o menys – una compra que habitualment la clienta faria personalment al supermercat o el comerç de proximitat del seu barri. El preu del servei és menys de dos euros. Des del passat març, aquesta jove companyia, recentment desembarcada a l’Estat espanyol, té una valoració superior al mil milions de dòlars americans, el que la converteix en un “unicorn”, com es coneixen en l’argot d’aquest tipus d’emprenedors les empreses que creixen molt ràpidament. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">En l’equació de Gorillas falta, però, un factor fonamental: la força de treball que s’encarrega de portar la compra a les clientes que utilitzen l’aplicació i que han fet créixer el negoci. En el cas de Gorillas, com en la resta de empreses de repartiment de compres digitals com Uber Eats, Wolt o Foodpanda, són treballadores que es desplacen en bicicleta ja ploga, neve o creme el sol. Son les conegudes com riders, i és amb elles on comença a complicar-se l’aparent història d’èxit de Gorillas. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><b>Estrangers explotats </b></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">“Vaig començar a treballar per a Gorillas al gener del 2021. Jo abans tenia un negoci a Berlín, una mescaleria anomenada Tentación, però la crisi del coronavirus ens la va destrossar i les ajudes promeses pel govern alemany encara no han arribat”, explica Fernando Bolaños en un bar del districte berlinès de Friedrichshain, a pocs metres d’on ell tenia el seu petit negoci. Aquest mexicà de 35 anys considera que acabar treballant per a l’empresa fundada per Kağan Sümer va ser “una mera coincidència”. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">La història de Fernando és, en realitat, la de la majoria de persones que treballen com a repartidores de Gorillas: immigrants extracomunitaris que parlen poc o res d’alemany, que desconeixen els drets i responsabilitats establerts pel dret laboral del país d’acollida i que necessiten urgentment diners per cobrir les necessitats més bàsiques. En el brutalment competitiu entorn de l’àmbit digital, els riders són l’última baula de la cadena del negoci, i també la part més vulnerable als abusos i les condicions laborals precàries i indignes. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Fernando encara recorda el vídeo corporatiu que li van posar el dia de la prova d’accés: “Apareixia un rider pels carrers de Berlín dient que era molt feliç amb la seva bicicleta i que havia de portar una comanda perquè això feia felices les persones. Capitalisme creant necessitats, al capdavall”, conta l’extraballador de Gorillas. El van fer fora el passat mes d’octubre, oficialment, per “situacions extraordinàries”, una expressió que Fernando creu que serveix d’eufemisme per evitar la veritable raó del seu acomiadament: l’auto organització sindical. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><b>
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="ca">Les "vagues salvatges" (organitzades per associacions de treballadores no reconegudes per la justícia com sindicats) estan prohibides a Alemanya.<br><br>Els riders de <a href="https://twitter.com/GorillasWorkers?ref_src=twsrc%5Etfw">@GorillasWorkers</a> no tenien, però, alternativa per cridar l'atenció sobre la seua precarietat.<br>Ho explique a <a href="https://twitter.com/La_Directa?ref_src=twsrc%5Etfw">@La_Directa</a> <a href="https://t.co/4fYUDG3yWs">https://t.co/4fYUDG3yWs</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1481193347779805185?ref_src=twsrc%5Etfw">January 12, 2022</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><div style="text-align: justify;"><b><br></b></div>
Crònica d’una revolta </b></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Gorillas no només ha fet història per ser la start-up alemanya que més ràpid ha crescut en valor de mercat, sinó també per haver generat en pocs mesos de vida una alta conflictivitat laboral amb les seues assalariades. El descontent va esclatar entre els riders en febrer de l’any passat: un dia de fred típic de l’hivern berlinès, un grup de repartidores van denunciar que l’empresa nos els facilitava l’equipament adequat per poder lliurar les comandes en 10 minuts pels carrers glaçats de la capital alemanya. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Sense roba contra el fred, la neu i la pluja, amb bicicletes elèctriques defectuoses les bateries de les quals no funcionaven, motxilles sobrecarregades i salaris endarrerits o que, fins i tot, no arribaven. Així van començar moltes a treballar per a Gorillas. “El meu primer torn va ser a l'hivern, un torn de vuit hores de nit, amb una bicicleta que tenia el seient massa baix i no es podia modificar. La bicicleta era elèctrica, però no tenia bateria. Estava plovent i no hi havia impermeables”, explica Fernando encara amb certa incredulitat. L’extraballador també recorda accidents amb les bicicletes de Gorillas en què treballadores es va lesionar de gravetat la zona genital a causa d’un manteniment insuficient per part de l’empresa. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Aquest cúmul de condiciones precàries va desembocar en la creació de <a href="https://twitter.com/GorillasWorkers" target="_blank"><b>Gorillas Workers Collective (GWC)</b></a>, un col·lectiu fundat amb el suport del sindicat anarcosindicalista alemany FAU i amb el que les treballadores van a començar a auto organitzar-se. Amb un activisme molt potent i efectiu mitjançant les xarxes socials – especialment a Twitter – i el servei de missatgeria Telegram, el GWC va aconseguir atraure de seguida l’atenció de la ciutadania, els mitjans de comunicació i els sindicats majoritaris. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Un dels vídeos que més impacte va tindre mostrava el CEO de Gorillas, Kağan Sümer, amb cara de circumstàncies i envoltat per repartidores que l’escridassaven: “Where is the money?” (“On són els diners?”). Una xifra il·lustra l’èxit de l’activisme digital del GWC: mentre el perfil de Gorillas a Twitter no arriba ni a les 5.000 seguidores, el del GWC ja frega les 15.000. I pujant. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><b>
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="en">Some scenes from the payday protest at <a href="https://twitter.com/gorillasapp?ref_src=twsrc%5Etfw">@gorillasapp</a> HQ on June 28 featuring angry workers vs. <a href="https://twitter.com/KaganSumer?ref_src=twsrc%5Etfw">@kagansumer</a>. Since then nothing has changed except for <a href="https://twitter.com/hashtag/ghost?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#ghost</a> & <a href="https://twitter.com/hashtag/flame?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#flame</a> <a href="https://twitter.com/hashtag/gorillas?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#gorillas</a> <a href="https://twitter.com/hashtag/berlin?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#berlin</a> <a href="https://twitter.com/hashtag/wagetheft?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#wagetheft</a> <a href="https://twitter.com/hashtag/strike?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#strike</a> (1/4) <a href="https://t.co/CvrhS2jCy3">pic.twitter.com/CvrhS2jCy3</a></p>— Gorillas Workers Collective (@GorillasWorkers) <a href="https://twitter.com/GorillasWorkers/status/1415635412048125958?ref_src=twsrc%5Etfw">July 15, 2021</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><div style="text-align: justify;"><b><br></b></div>
Salari mínim (insuficient) </b></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">El cas de Gorillas ens recorda, però, que l’activisme té preu: el passat octubre, en mig dels intents del GWC d’establir un comitè d’empresa per crear un marc de negociació col·lectiva, desenes de repartidores van ser acomiadades sense avís previ. 350, segons Ver.di, el sindicat majoritari del sector serveis a Alemanya. Fernando Bolaños va ser un dels riders represaliats. L’empresa compta, però, amb un batalló de repartidores: 2.000 a Berlín i uns 11.000 a tota a Alemanya. El negoci pot continuar. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">La direcció de Gorillas es defensa argumentant que les seus treballadores compten amb contractes laborals – és a dir, no són falses autònomes – i reben 10,50 euros l’hora, per sobre de l’actual salari mínim interprofessional a Alemanya – 9,82 euros l’hora –. Sent cert això, no ho és menys que fa temps que el salari mínim a Alemanya es insuficient per viure amb dignitat o mantindré una família a ciutats com Berlín, Munich, Hamburg o Colònia. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Amb un preu dels lloguer pels núvols i una inflació que sobrepassa àmpliament l’augment del salari mínim promès pel nou govern socio-eco-liberal alemany, la revolta de les treballadores de Gorillas demostra quina és la situació predominant al sector servei d’Alemanya, el més precari d’un país amb un mercat laboral dividit en vells sectors assalariats ultraprotegits i sectors poc sindicalitzats i creixentment explotats, especialment en l’anomenada economia digital i “col.laborativa” en la qual sorgeixen empreses com Gorillas. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">La legislació laboral alemanya prohibeix explícitament les anomenades “vague salvatges”; és a dir, vagues organitzades per les treballadores sense el suport d’un sindicat reconegut com a tal pel poder judicial. Fins i tot sindicats com Ver.di, interessats per la situació de persones com Fernando Bolaños arran del l’activisme d’assalariades fins fa poc invisibles, rebutgen les “vagues salvatges” llançades per uns riders desesperats. Ell ho resumeix així: “Som com els miners del segle XIX. Ens acomiaden per demanar millors condicions laborals”.</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Reportatge publicat per <a href="https://directa.cat/riders-de-gorillas-som-com-els-miners-del-segle-xix/" target="_blank"><b>Setmanari Directa</b></a>.</div>
<div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-63116723235871689842021-12-03T17:35:00.004+01:002021-12-03T17:37:05.093+01:00Una fiscalía plagada de viejos nazis<div style="text-align: justify;">“El puñal del asesino estaba escondido bajo la toga del jurista”. Esta fue la conclusión del Tribunal de Núremberg en uno de los procesos celebrados en la década de los 50 para depurar la responsabilidad del sistema judicial que amparó los crímenes del Tercer Reich. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como han descrito numerosos historiadores y pensadores de los siglos XX y XXI, la barbarie nazi estuvo apoyada en un sistema de leyes y decretos aplicados a rajatabla por millones de “delincuentes de escritorio”, como se suele denominar en alemán a los colaboradores necesarios de los crímenes nacionalsocialistas que ponían sellos para la deportación de judíos, escribían las sentencias contra opositores o firmaban las penas de muerte para los disidentes. Jueces y fiscales fueron, en ese sentido, figuras claves para dar un barniz legal a los crímenes de lesa humanidad nazis. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://www.dtv.de/buch/friedrich-kiessling-christoph-safferling-staatsschutz-im-kalten-krieg-28264/" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;" target="_blank"><img border="0" data-original-height="690" data-original-width="450" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-SpXK1SoHCfQUs17wOM_vb3V7c5yZMziUCHswFABz_SY0KwpFyrM-70Iz2N5MoN3_WfG99umv5Tl9a5BArqGESKmFThN6QIK47YRe70SI4DB4ubdW1ohxWZl0NA21a8GpZJQ8lVnoI-w/s320/9783423282642.jpg" width="209" /></a></div>El reciente libro <i><a href="https://www.dtv.de/buch/friedrich-kiessling-christoph-safferling-staatsschutz-im-kalten-krieg-28264/" target="_blank"><b>Staatschutz im Kalten Krieg</b></a></i> (<i>Seguridad del Estado en la Guerra Fría</i>), de los historiadores Friedrich Kießling y Christoph Safferling, abunda en esa realidad ya conocida de los primeros pasos de la República Federal de Alemania fundada en 1949. La investigación – de más de 500 páginas y realizada a petición de la propia Fiscalía Federal alemana – ha llevado a cabo un rastreo exhaustivo en archivos hasta ahora desconocidos, hemerotecas y otras obras ya publicadas que confirma las sospechas y aporta una novedad: cargos altos de la Fiscalía Federal de la Alemania occidental estuvieron ocupados por antiguos miembros del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) e incluso por criminales de guerra hasta bien entrados la década de los 70. El último fiscal marcado por el nazismo abandonó la institución en 1992. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La conclusión de Kießling y Safferling se suma a la continuidad entre el régimen nazi y la joven república germano-occidental ya demostrada en otras instituciones como los ministerios de Justicia e Interior, la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA, por sus siglas en alemán, encargada de la seguridad del estado), los servicios de inteligencia o incluso <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20191221/el-pasado-nazi-que-siempre-vuelve-7784159" target="_blank"><b>las comisarías de policía</b></a>. La mítica “desnazificación de Alemania” – en la mayoría de las ocasiones alabada fuera de las fronteras del país – fue un proceso muy corto y lleno de excepciones, agujeros y silencios. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Sin “hora cero” </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las cifras no dejan lugar a dudas: ya poco después de la creación de la Fiscalía Federal en 1950, la mitad de sus fiscales habían sido miembros del NSDAP. Esa cifra fue creciendo con el paso de los años: en 1966, el 91% de los fiscales había militado en el partido nazi. La argumentación generalizada en Alemania es que sin los exfuncionarios del Tercer Reich habría sido imposible reconstruir la República Federal. Las urgencias impuestas por la carrera entre las fuerzas ocupantes occidentales y la Unión Soviética dentro de la lógica la Guerra Fría aceleró esa rehabilitación de viejos nazis, también en la fiscalía y la judicatura. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El análisis de las biografías de los jueces por parte de las fuerzas ocupantes de la Alemania occidental tras la Segunda Guerra Mundial fue dejando paso al pragmatismo en pos de la reconstrucción institucional, reforzado por el anticomunismo típico de la Guerra Fría que prefirió mirar hacia otro lado a la hora de designar a jueces y fiscales de pasado pardo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero ¿realmente habría sido imposible levantar la República Federal prescindiendo de los antiguos nazis? “No hubo una hora cero en ningún espacio social. También en el personal médico o la industria se reintegró a antiguos criminales nazis”, dice el coautor de la investigación Christoph Safferling. “Un nuevo inicio total, sin las competencias y la experiencia de juristas que habían prestado juramento al Führer, habría sido sencillamente imposible por una simple cuestión numérica. Sin embargo, sí se podría haber buscado alternativas de manera más exhaustiva entre retornados del exilio, abogados o mujeres, y se tendría que haber analizado con más cuidado la absorción de antiguos juristas nazis”, asegura el historiador. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Criminales de guerra </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Algunas biografías de fiscales expuestas por la investigación dejan en evidencia no sólo una continuidad entre el nacionalsocialismo y las primeras décadas de la República Federal, sino también la rehabilitación de criminales de guerra en altos cargos de la Fiscalía Federal. Fue el caso del fiscal Ludwig Berner, que había sido juez del Tribunal Especial de Praga en la Checoslovaquia ocupada por los nazis, y responsable de al menos una docena de penas de muerte. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entre los funcionarios de la Fiscalía Federal de los primeros años hubo también al menos ocho antiguos jueces militares. Rudolf Herzog fue uno de ellos. A pesar de que había indicios de su corresponsabilidad en el asesinato y la condena a muerte de civiles belgas durante la Segunda Guerra Mundial, Herzog pudo jubilarse en 1967 como fiscal general. Las investigaciones sobre sus presuntos crímenes en la Bélgica ocupada fueron archivadas tras su muerte en 1985. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En general, el libro Seguridad del Estado en la Guerra Fría dibuja una fiscalía alemana todavía anclada mental e ideológicamente en posiciones autoritarias y antidemocráticas. Dado que por aquel entonces Alemania estaba dividida en dos estados, se hace inevitable la pregunta de si el régimen oriental de la República Democrática Alemana (DDR, en sus siglas en alemán) sí aplicó un proceso de “desnazificación”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“En sus inicios, la desnazificación sí fue consecuente en la DDR. Una mayor perseverancia en ese sentido no le habría hecho mal a la República Federal”, responde el investigador Friedrich Kießling, que, sin embargo, puntualiza la “instrumentalización política” que de esa persecución de antiguos nazis hizo el régimen autoritario socialista oriental. “Se convirtió en un programa de purgas en favor de la dirección política del estado. Con todo, y a diferencia de la República Federal, hacer grandes carreras con un pasado nazi no fue posible en la DDR”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">Me parece una (necesaria) maravilla que <a href="https://twitter.com/elperiodico?ref_src=twsrc%5Etfw">@elperiodico</a> dedique hoy una página entera a un reportaje sobre el mito de la desnazificación en <a href="https://twitter.com/hashtag/Alemania?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Alemania</a> <a href="https://t.co/5XBuPEFiSZ">pic.twitter.com/5XBuPEFiSZ</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1465690555908640776?ref_src=twsrc%5Etfw">November 30, 2021</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><div style="text-align: justify;"><br /></div>
Reportaje publicado por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20211129/alemania-fiscalia-plagada-viejos-nazis-12907799" target="_blank">El Periódico de Catalunya</a>.</div>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-82361764665928030232021-09-21T15:01:00.004+02:002021-09-21T15:01:49.652+02:00Bodo Ramelow: "Los insultos contra Die Linke son más que bienvenidos"<div style="text-align: justify;"><a href="https://twitter.com/bodoramelow" target="_blank"><b>Bodo Ramelow</b></a> es una figura política excepcional en Alemania: este sindicalista germano-occidental se convirtió en 2014 en el primer ministro del partido Die Linke -coalición de poscomunistas y socialdemócratas desencantados- en la historia de la República Federal. Como jefe de Gobierno de Turingia, vio cómo su pequeño estado germano-oriental copó los titulares de la prensa internacional en febrero de 2019: la CDU y la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD) votaron entonces conjuntamente por un candidato minoritario para evitar que Ramelow se mantuviese en el puesto. La "crisis de Turingia" supuso una grieta en el llamado cordón sanitario y le costó la carrera a Annegret Kramp-Karrenbauer, la elegida por Merkel para sucederla en la cancillería. Ramelow recibió recientemente a un grupo de medios extranjeros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Qué conclusiones saca de la llamada "crisis de Turingia" a las puertas de las elecciones federales?
</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ganamos las elecciones regionales de 2019 y yo, en mi distrito electoral, obtuve el segundo mejor resultado conseguido por un candidato en la historia de Turingia. Eso quiere decir que mis índices de popularidad no son sólo altos en las encuestas, sino también el día de las elecciones. Mi partido, Die Linke, superó en aquellos comicios el umbral del 30%. A nivel federal estamos actualmente en el 6% de intención de voto, aunque personalmente pienso que deberíamos abrirnos y aspirar al 10%. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero que obtengamos resultados de más del 30% en Turingia también es un problema, porque aunque ganemos, es insuficiente para construir una mayoría parlamentaria. Interpreté que el electorado había decidido en 2019 que yo debía marcar la política regional. Después de rozar la catástrofe, conseguimos cerrar un acuerdo de estabilidad con la CDU, algo inédito hasta ese momento en Alemania. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La CDU ha protagonizado desde entonces una oposición constructiva y ha prescindido de votar en el Parlamento regional, porque sólo con los votos de AfD se consigue la mayoría. De esa forma, he conseguido gobernar durante los últimos 18 meses. De alguna manera, en Turingia hemos practicado lo que muy probablemente le espera a la política federal alemana dentro de un par de semanas. Algunos nos miran ahora y se preguntan: ¿cómo lo habéis conseguido? </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Qué sensaciones tiene sobre las elecciones del próximo domingo? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tengo 65 años y no recuerdo unos preparativos tan emocionantes para una elección federal. Recuerdo, por ejemplo, un asunto emocionante como la moción de censura contra el canciller socialdemócrata Willy Brandt en 1972. Entonces yo era un aprendiz en la cadena comercial Karstadt. Todos seguimos por la radio la votación en el Bundestag, que entonces todavía estaba en Bonn. Me entusiasmé y sufrí. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La llamada Ostpolitik [política de acercamiento al bloque socialista oriental] comenzó aquí en Erfurt. Para mí, el discurso que Brandt ofreció al recoger el Premio Nobel de la Paz sigue teniendo vigencia. Por eso repito sus tesis: tras lo ocurrido en Afganistán, es momento de repensar la política internacional y de reflexionar si la construcción de enemigos realmente nos hace avanzar. Los tiempos de la dualidad de la Guerra Fría son pasado. Hace 30 años que lo son. <br />
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">Entrevista en <a href="https://twitter.com/elperiodico?ref_src=twsrc%5Etfw">@elperiodico</a> con <a href="https://twitter.com/bodoramelow?ref_src=twsrc%5Etfw">@bodoramelow</a>, primer y único primer ministro de <a href="https://twitter.com/dieLinke?ref_src=twsrc%5Etfw">@dieLinke</a> en un estado federado de <a href="https://twitter.com/hashtag/Alemania?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Alemania</a>: <a href="https://t.co/RnGmE7gfKw">https://t.co/RnGmE7gfKw</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1440018469009989634?ref_src=twsrc%5Etfw">September 20, 2021</a></blockquote></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>En esta campaña, los conservadores presentan a su partido como obsoleto y peligroso para la estabilidad de Alemania. Al mismo tiempo, las proyecciones dan como posible un tripartido entre la socialdemocracia, Los Verdes y Die Linke… </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">He sido jefe de campaña de mi partido y le puedo asegurar que no hay nada mejor que cuando tu enemigo comienza a atacarte de esa manera. Cuando Laschet, candidato a canciller de la CDU, pregunta a sus competidores si están dispuestos a colaborar con nosotros, entonces yo le recuerdo que a partir del próximo 1 de noviembre asumiré la presidencia del Bundesrat [cámara territorial alemana]. Es decir, yo representaré a este estado durante un año. Y en cuando haya que elegir de nuevo al presidente federal, entonces seré el más alto representante de esta república. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por eso, cuando alguien pregunta públicamente si el resto está dispuesto a colaborar conmigo o mi partido, me hace gracia, me parece divertido. Y como mi partido tiene actualmente un 6% de intención de voto, entonces sólo puedo decir que los insultos contra Die Linke son más que bienvenidos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Le sorprendió que Angela Merkel agitará la vieja campaña anticomunista, del miedo al "que vienen los rojos", en su última intervención como cancillera ante el Bundestag? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nunca he escondido mi respeto por la señora Merkel. En las fases de crisis, la he visto como un factor de tranquilidad y como una mujer inteligente. Evidentemente, en ocasiones tenemos opiniones diferentes. Tampoco es ningún secreto que nuestras posiciones políticas son diferentes. Pero tengo un gran respeto por su manera de entender la responsabilidad y por su forma de comunicar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lamentablemente, ha sido incapaz de establecer una sucesión ordenada dentro de su partido. Y esa desgracia comienza con Annegret Kramp-Karrenbauer: como primera ministra del Sarre, cuando fue elegida presidenta de la CDU ya tenía mi número de teléfono. Pero cuando vino por primera vez a Turingia como líder democristiana, no tuvo nada mejor que hacer que presentarme como un lobo con piel de cordero. Para alguien que me conoce y que ha trabajado conmigo, sabe que esa estrategia te resta credibilidad. Y finalmente acabó fracasando: yo soy la razón fundamental por la que finalmente tuvo que dimitir como presidenta de la CDU, porque fue incapaz de mantener bajo control a su partido en Turingia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Cree entonces que el discurso de Merkel responde a la desesperación? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La sensación que tengo es que lo hizo porque ya no sabía cómo ayudar a que su partido mejore en las encuestas. Entiendo que se debe a la pura desesperación, sí, porque su experiencia conmigo es absolutamente diferente. En la llamada "crisis de Turingia", Merkel y yo hablamos a menudo por teléfono, y nos hemos escrito SMS constantemente durante las conferencias entre el Gobierno federal y los estados federados. El problema aquí es que la CDU no consigue movilizar a su electorado, y no lo consigue porque no despierta credibilidad. </div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Cuál es su apuesta sobre las negociaciones para formar gobierno tras las elecciones federales? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo trabajo abiertamente por un gobierno tripartido entre socialdemócratas, Los Verdes y Die Linke. Creo que una nueva Gran Coalición bajo el liderazgo del socialdemócrata Olaf Scholz supondría un estancamiento. Sería como los años del canciller Helmut Kohl antes de la caída del Muro. La historia necesita cambios, nuevos caminos. Pero ya sabemos que Scholz no es ningún amigo de Die Linke. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>La política exterior y la participación del ejército alemán en misiones de la OTAN podrían ser el gran obstáculo para esa coalición entre SPD, Los Verdes y su partido…</b></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;">No es casualidad que haya citado a Willy Brandt al inicio de esta entrevista. Me gustaría que el SPD volviera a hacer política socialdemócrata. Y en este debate, la cuestión es qué papel debe jugar Europa. Yo apuesto por una unión militar europea. Deberíamos actuar como mediadores entre Ucrania, los países bálticos y Rusia, y no me refiero militarmente, sino a vías diplomáticas. Con todo, personalmente, no creo que esa cuestión debiera ser un obstáculo para un gobierno de SPD, verdes y Die Linke. Para ello hay que encontrar una formulación inteligente sobre la OTAN y hay que debatir por fin al respecto. Todos los partidos deben debatir al respecto. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo me pregunto qué es la OTAN. Por lo que sé, es una alianza militar defensiva basada en valores comunes. Si eso es verdad, me gustaría que alguien me dijera qué valores compartimos con el señor Erdogan. Si miramos al conflicto del Alto Karabaj y la cuestión armenia, me gustaría saber qué papel juega ahí Turquía, estado miembro de la OTAN. Si es verdad que tras el ataque a las torres gemelas del 11-S había islamistas, y si tras esos islamistas estaba el wahabismo y Arabia Saudí es el centro de ese wahabismo, ¿entonces por qué Arabia Saudí es nuestro aliado militar y hay tropas estadounidenses allí estacionadas? Todas esas son preguntas sobre la OTAN que me gustaría discutir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entrevista publicada por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210920/insultos-die-linke-son-bienvenidos-12097535" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-55327127385270791232021-09-15T22:38:00.001+02:002021-09-15T22:38:07.396+02:00Un partido nacido contra las restricciones<div style="text-align: justify;">Una enfermera con mascarilla cierra una ventana y empuja a una anciana en silla de ruedas dentro de lo que parece una residencia de la tercera edad. Una niña se encarama a la barandilla de puente sobre unas vías de tren tentada por el suicidio, se presume. “Me llega mucho menos aire”, dice un niño con mascarilla mirando a la cámara. Una anciana es forzada a someterse a una prueba nasal de coronavirus. Agentes antidisturbios cargan y detienen a manifestantes en algunas de las decenas de marchas contra las restricciones ante la pandemia que se llevan celebrando en Alemania desde marzo del año pasado. Todo en blanco y negro, y con una música de tensión y amenaza como telón de fondo sonoro. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así arranca es el spot electoral de Die Basis (La Base), un joven partido fundado el verano del 2020 que pretende entrar en el Parlamento federal en las elecciones alemanas del próximo 26 de septiembre. Sus motivos giran fundamentalmente en torno a las medidas contra la pandemia y el impacto en las libertades individuales: “Si perdemos nuestra democracia y nuestro estado de derecho, ya no habrá motivos para reír en este país”. “La democracia significa que el poder va de abajo hacia arriba”. “Cada vez son más lo que se levantan”. “Creo que la gente no aguantará mucho más lo que están haciendo con sus hijos y con su libertad. Y Die Basis es la única fuerza que dice: ‘queremos ofrecer la alternativa’”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/tlUSZpKCd7c" title="YouTube video player" width="560"></iframe> </div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;"><b>Figuras destacadas</b></span></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los cuatros candidatos del partido que ofrecen sus razones en el video electoral, ya en color y con una música esperanzadora de fondo, no son figuras cualesquiera. Viviane Fischer es jurista y hasta hace poco, popular por sus diseños de sombreros. Reiner Fuellmich es abogado y dueño de un bufete que presenta desde hace meses –sin demasiado éxito– demandas colectivas contra las restricciones frente a la pandemia. Ambos son cofundadores de la llamada “Comisión Corona”, una organización no gubernamental que pretende suplir el papel de una comisión parlamentaria para investigar la gestión de un virus cuya letalidad y mortalidad consideran “similares a la de una gripe”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sucharit Bhakdi y Wolfgang Wodarg son dos doctores críticos con las medidas tomadas por el gobierno federal y convertidos en héroes dentro del <a href="http://cielobajoberlin.blogspot.com/2021/05/detras-de-todo-esto-hay-un-plan.html" target="_blank"><b>movimiento “Querdenken”</b></a> (“Pensamiento transversal”) y entre los negacionistas de la pandemia. El primero es un microbiólogo y escritor superventas que se enfrenta a acusaciones de banalización del holocausto y el nacionalsocialismo. “El pueblo judío ha convertido su propio país en algo peor de lo que fue Alemania”, dijo Bhakdi sobre Israel el pasado abril <a href="https://kai-stuht.com/de/alle-videos/im-interview/die-impfung-die-ho-lle-auf-erden-prof-bhakdi" target="_blank"><b>en una entrevista</b></a>. Wodarg fue parlamentario federal durante 15 años por los socialdemócratas del SPD. Las cabezas más visibles de Die Basis tienen, por tanto, tras de sí una remarcable carrera profesional.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>“Democracia de base” </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Die Basis nació al calor de las protestas iniciadas en la primavera del 2020 en Alemania a raíz de las primeras restricciones efectivas de la vida pública y de libertades fundamentales como la de movimiento. Bajo el nombre inicial de “Resistencia 2020”, algunos de sus miembros decidieron reorganizarse y fundar el Partido de la Democracia de Base de Alemania (Die Basis, en la versión abreviada de su nombre).
Su programa electoral, que ocupa dos páginas, se resume en “cuatro pilares”: la libertad, la limitación del poder, el “trato respetuoso” y la “inteligencia colectiva”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Apuesta por una mayor participación directa de la ciudadanía a través de una democracia de base, la celebración regular de consultas ciudadanas y la limitación de los mandatos políticos. Su programa también contiene elementos procedentes de la antroposofía, el esoterismo y la cultura Waldorf. “El principio del partido es más humanista que político, es un partido prepolítico. Por eso no es de derechas ni de izquierdas. Por ejemplo, permitir diferentes modelos de familia o imponer más impuestos a Amazon no es de izquierda ni de derechas, sino sentido común”, dice a Fernando Dimeo, miembro de la ejecutiva de la federación berlinesa de Die Basis. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fernando es un médico especialista en medicina interna y del deporte de origen argentino y reside en Alemania desde hace más de 30 años. Decidió sumarse al partido como reacción a la gestión “autoritaria y paternalista” que el Gobierno federal alemán ha hecho de la crisis sanitaria. Sentado tras la mesa de uno de sus consultorios, reconoce que en Die Basis sigue sin haber consenso sobre la pandemia: “Hay gente que dice que todo es una conjura y que se resiste a usar una mascarilla, y otra como yo, que trabaja con pacientes de riesgo y a la que no le parece bien esa posición”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El rechazo a una introducción directa o indirecta de la vacunación obligatoria contra el coronavirus es otra de las posiciones relevantes del partido de Fernando Dimeo. En Alemania hay algo más de un 60% de la población completamente inmunizada. No es precisamente la falta de dosis lo que ha impedido que ese porcentaje sea mayor. Ello apunta resistencia a la vacuna en capas relevantes de la población. Die Basis busca capitalizar electoralmente esa desconfianza. Actualmente, ninguna encuesta electoral le da más de un 3% de intención de voto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Reportaje publicado por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210912/partido-restricciones-aspira-entrar-parlamento-12064500" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-39621396184613499042021-08-17T16:32:00.005+02:002021-08-17T16:34:12.853+02:00El día que Berlín despertó dividida<div style="text-align: justify;">El 13 de agosto de 1961, Berlín se levantó con un soleado domingo de verano por delante. Lo que tenía que ser un día de descanso para la ciudad, todavía ocupada por fuerzas militares extranjeras y con visibles rasguños de la segunda guerra mundial, se convirtió en una jornada que cambió la historia y que aún hoy marca la fisonomía urbana y la psicología de la capital federal de la Alemania reunificada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Durante la madrugada del sábado 12 de agosto al domingo 13, obreros de la socialista República Democrática Alemania (RDA) comenzaron a colocar alambre de espino sobre la línea que separaba los tres sectores occidentales – estadounidense, británico y francés – y el sector oriental, bajo influencia soviética. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ese hilo de púas, instalado bajo la estrecha vigilancia de policías fronterizos armados, fue el primer paso para levantar un sofisticado y ultravigilado muro de hormigón que mantuvo dividida la ciudad durante casi tres décadas. El Muro de Berlín se convirtió en el punto de fricción más evidente, directo y explosivo de la Guerra Fría entre EEUU. y la Unión Soviética, en la frontera más vidente de una paz imposible y una guerra improbable a causa de las cabezas nucleares de ambas potencias. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Levantado literalmente de la noche al día, el Muro sorprendió a la ciudadanía de ambos lados. Muchos se despertaron fuera de su distrito habitual de residencia; muchos otros vieron como su visita dominical a familia o amigos era frenada de improviso; en el peor de los casos, los ciudadanos de la parte oriental cuyas viviendas estaban frente a la frontera o sobre ella vieron como las autoridades orientales ordenaban tapiar las ventanas de lo que habían sido sus hogares. La separación física, temida durante mucho tiempo, se consumaba en cuestión de horas en un muro que se fue sofisticando con los años. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El 9 de noviembre de 1989 – fecha de su apertura, también inesperada –, “el Muro estaba vigilado por 302 torres, 20 búnkeres, 259 casetas para perros guardianes y siete regimientos fronterizos dirigidos por el Grenzkommando-Mitte [comando fronterizo], pertrechado con 11.504 guardias, 503 empleados civiles, 567 vehículos blindados de transporte de tropas, 48 lanzagranadas, 48 cañones antitanque, 114 lanzallamas, 156 carros de combate, un parque móvil de 2.295 vehículos y 992 perros”, como describe minuciosamente el libro <i><a href="https://www.planetadelibros.com/libro-en-el-muro-de-berlin/331426" target="_blank"><b>En el Muro de Berlín. La ciudad secuestrada</b></a></i>. El Muro era, en definitiva, la primera línea de la Guerra Fría. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">El 13 de agosto de 1961 <a href="https://twitter.com/hashtag/Berl%C3%ADn?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Berlín</a> se levantó con un soleado domingo de verano por delante. Lo que tenía que ser una jornada de descanso se convirtió en una para la historia: la RDA ponía la primera piedra del <a href="https://twitter.com/hashtag/Muro?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Muro</a>. Aún hay gente (poca) que lo defiende.<br /><br />Hoy en <a href="https://twitter.com/elperiodico?ref_src=twsrc%5Etfw">@elperiodico</a> <a href="https://t.co/enpaHbPdk1">pic.twitter.com/enpaHbPdk1</a></p>— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1426099242620309507?ref_src=twsrc%5Etfw">August 13, 2021</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div>
Sangría migratoria </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entre 1949 – año de la fundación de la RDA – y el mismo 13 de agosto de 1961, según cálculos de la Agencia Federal para la Formación Política, más de dos millones y medio de ciudadanos de la república socialista alemana se marcharon a la occidental República Federal de Alemania (RFA). Buena parte esos migrantes usaron el oeste de Berlín como puerta de entrada. Ello supuso la pérdida de una séptima parte de la población de la RDA. Aproximadamente la mitad eran menores de 25 años con formación profesional y técnica en plena edad laboral. El flujo migrante era, por tanto, una auténtica sangría demográfica. El Muro fue el torniquete con el que el Gobierno del entonces presidente de la RDA, Walter Ulbricht, aseguró la supervivencia del país. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“La situación era muy tensa: el peligro de que la RDA se desangrase por la marcha al Oeste de cada vez más personas en posiciones importantes – médicos, técnicos, economistas – era enorme”, explica Wolfgang von Polentz a EL PERIÓDICO. Nacido en 1939, Wolfgang era estudiante de Germanística y Literatura cuando el régimen socialista decidió levantar el Muro. “Los ciudadanos orientales eran reclutados directamente desde la parte occidental con ofertas atractivas: el salario era mayor que en la RDA, también las posibilidades de viajar. Y para las empresas occidentales era una enorme ventaja no tener que financiar los estudios de esos trabajadores. La RDA era como una vaca a la que se podía ordeñar”, explica Wolfgang, quien creyó en el socialismo hasta el hundimiento de su ex país. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Doble fracaso </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Nadie tiene la intención de levantar un muro”. Estas fueron palabras de Walter Ulbricht el 15 de junio de 1961 en una conferencia de prensa internacional convocada por el propio Gobierno de la RDA. Con perspectiva histórica, se puede decir que la construcción de la “muralla de defensa antifascista”, como las autoridades orientales bautizaron eufemísticamente al Muro, fue el anuncio prematuro del fracaso de la RDA: a pesar de que permitió cierta estabilidad para dar paso al llamado “socialismo realmente existente”, el sistema se salvó sin la participación voluntaria de buena parte de su población. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La construcción del Muro también supuso el fracaso de la estrategia del entonces gobierno de la RFA, liderado por el canciller democristiano Konrad Adenauer: la estrategia del enfrentamiento verbal y del lenguaje de la fuerza de Bonn frente a la Unión Soviética y la RDA para forzar la reunificación alemana bajo un sistema capitalista y multipartidista acabó demostrándose fallida. Estados Unidos decidió no responder militarmente a la construcción del Muro y respetóla zona de influencia soviética. “Un muro es mucho mejor que una guerra” son las palabras que se atribuyen a John F. Kennedy, que había asumido la presidencia estadounidense el 20 de enero de 1961. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Las víctimas </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Más allá de las grandes figuras que movían las piezas geoestratégicas, el Muro lo sufrieron los ciudadanos de Berlín. Las 140 víctimas mortales que dejó durante sus 28 años de existencia son el recuerdo más crudo de ese padecimiento: la mayoría – más de 100 – eran ciudadanos orientales que intentaron cruzar la frontera y cayeron por disparos de la guardia fronteriza de la RDA, o ahogados en el río Spree o alguno de los muchos canales de cruzan la ciudad; también ciudadanos sin intención de cruzar murieron por balas perdidas, personas que simplemente pasaban por uno u otro lado del Muro; y cayeron también 8 soldados fronterizos orientales por balas disparadas desde la parte occidental o por fuego cruzado entre ellos mismos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estas 140 víctimas mortales son solo las oficiales. Hay indicios sobre una cifra fue muy superior. Pero hasta día de hoy faltan pruebas que lo demuestren. Son las víctimas invisibles del Muro, cuyos pocos fragmentos todavía en pie se han convertido en una atracción turística del Berlín del siglo XXI, una ciudad que difícilmente se deshará de la herencia de la división.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Reportaje publicado por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210812/13-agosto-1961-dia-berlin-11986260" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-25917704331924365292021-07-28T12:24:00.002+02:002021-07-28T12:27:01.058+02:00Entrevista a Frauke Petry, expresidenta de AfD<div style="text-align: justify;"><a href="https://www.frauke-petry.de" target="_blank"><b>Frauke Petry</b></a> (Dresde, 1975) responde rápido y sin demasiados rodeos las preguntas sobre su reciente libro. En <i>Réquiem por AfD</i>, augura el fin del partido de ultraderecha más exitoso de la historia de la República Federal en cuya fundación participó en 2013 y que ella misma presidió entre 2015 y 2017. Petry es, por tanto, una conocedora de primera hora y de primera mano de los entresijos de <a href="http://cielobajoberlin.blogspot.com/search/label/AfD" target="_blank"><b>Alternativa para Alemania (AfD)</b></a>, que actualmente atraviesa horas bajas a pocos meses de las elecciones alemanas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta doctora en química germano-oriental llegó a pedir en 2016 que se abriese fuego en las fronteras para evitar la entrada de refugiados. Ahora dispara a quemarropa contra su antiguo partido, que abandonó en plena rueda de prensa un día después de conseguir el acta de parlamentaria en los comicios de 2017. Consciente de que su carrera política tiene los días contados, Petry sirve ahora a sus excompañeros la venganza como plato frío. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Usted abandonó AfD hace casi cuatro años.</b> <b>¿Por qué ha esperado tanto para publicar Réquiem por AfD? ¿Acaso tenía esperanzas en recuperar su expartido? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No, yo ya había perdido la esperanza en el congreso de Colonia de abril de 2017 cuando el partido se decidió por hacer oposición fundamental en lugar de una política constructiva. También me ha llevado un tiempo investigar para escribirlo. Y, obviamente, se han producido una serie de procesos a lo largo de los últimos cuatro años en Alemania que han contribuido a confirmar la necesidad de su publicación. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En aquel congreso, presenté una moción con la que quería comprobar el apoyo que tenía para hacer política de manera constructiva. Para mi era importante descubrir por mi misma cómo iban a reaccionar los delegados. Y la moción ni siquiera fue aceptada. Ese fue el momento que para mi dictó la sentencia sobre AfD.
AfD fue fundado como un partido “liberal, conservador y nacional”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Qué queda hoy de aquello? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En AfD quedan pocos miembros o funcionarios de valores conservadores y liberales. Sus filas y su programa están dominados actualmente por el ala de Björn Höcke [líder del partido en Turingia], que apuesta por una línea muy nacionalista y aislacionista – es decir, por salir de la Unión Europea – y por una política migratoria de corte étnico. Es decir, si durante mi presidencia AfD apostó por un modelo de política migratoria como el de Canadá, hoy lo hace por el modelo japonés basado en la etnia. Y creen que lo que funciona para Japón puede funcionar para Alemania en el centro de Europa. El partido se ha alejado de políticas económicas liberales para desarrollar una orientación nacional y socialista. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Está usted diciendo que AfD se ha convertido en nacionalsocialista, en un partido neonazi? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Eso depende de la interpretación que se haga. Los nazis también eran socialistas. Eso es algo sobre lo que no se debate más, sino que el foco se centra en la dimensión nacionalista o en otros horrorosos aspectos del nazismo, como el favorecimiento de unas etnias y el desprecio de otras. Y puede que esto último todavía no sea tan marcado en AfD como lo fue durante los tiempos de Hitler, pero la tendencia de colocar la etnia por encima del rendimiento o el mérito de la gente es evidente. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En cuanto a la política económica, el partido se ha apartado de posiciones liberales. Todavía hay integrantes de esa corriente dentro de AfD, pero la mayoría de los militantes se orientan hacia posiciones antieuropeas y aislacionistas, en las que la etnia juega el papel más importante. El partido lanza claras señales. Tal vez la mayoría de sus votantes todavía no se percaten, pero si leen el libro escrito por Björn Höcke, entonces se darán cuenta de hacia dónde se dirige el partido. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Es Höcke un fascista? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo siempre he dicho que es un perfecto nacionalsocialista. No respeta la libertad del individuo ni cree que las regiones puedan ser soberanas o autónomas dentro del los estados-nación. Defiende la idea de los pueblos en Europa y niega las fronteras actualmente existentes. Todo eso por no hablar de su giro hacia ritos germánicos y su alejamiento del cristianismo y, por ende, del judaísmo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Usted acusa a la actual dirección de AfD de aceptar donaciones ilegales. ¿Tiene pruebas? ¿Estaría dispuesta a declarar en un juicio? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No se trata sólo de financiación ilegal, sino de algo mucho peor: de corrupción política. Ya hay muchos indicios – y no sólo en mi libro, sino también en otras investigaciones de periodistas con los que yo no he hablado – de que financiadores externos influyeron en representantes del partido, entre ellos Jörg Meuthen y Alice Weider [co-presidente y co-candidata a canciller de AfD, respectivamente], y también de que importantes partes de su fracción parlamentaria en el Bundestag se dejaron corromper. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo personalmente tengo pruebas de que Meuthen desvió dinero de manera ilegal. Ello es importante porque la cuestión es saber si eran casos aislados o de si la misma dirección estaba involucrada. Las pruebas electrónicas, es decir, la correspondencia de correos electrónicos que yo he publicado en Twitter y que enviado al presidente del Bundestag, lo demostrarán. Y por supuesto que estoy dispuesta a declarar en un juicio. En este momento hay abierto un sumario sobre Meuthen. Y sé que hay otros antiguos militantes de AfD que también tienen pruebas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="und"><a href="https://t.co/S7NrHQKSkY">pic.twitter.com/S7NrHQKSkY</a></p>— Frauke Petry (@FraukePetry) <a href="https://twitter.com/FraukePetry/status/1408061815129403405?ref_src=twsrc%5Etfw">June 24, 2021</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><div style="text-align: justify;"><br /></div><b><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div>
Se ha especulado mucho sobre las influencias extranjeras en AfD, como, por ejemplo, de actores situados en Rusia y Suiza. ¿Qué vio usted durante su presidencia del partido? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo nunca he hablado de influencias extranjeras. Efectivamente, se trata de dinero procedente de Suiza, pero las donaciones de las que yo hablo y que ya han sido investigadas proceden de un multimillonario alemán. Por tanto, no denuncio influencias extranjeras, sino que donantes externos que no pertenecen al partido, independientemente de donde vengan, influyeron en AfD. Usted se refiere a Rusia. Es verdad que ha habido acusaciones, pero yo, personalmente, no conozco esas influencias. Pero ello no significa que no existieran. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Qué le dicen los contactos que usted sigue teniendo dentro de AfD sobre la situación interna de la formación? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El ambiente en el partido es malo porque saben que AfD está acabado. Pero cuando un partido consigue entrar en los parlamentos, accede a tantos recursos que eso le permite seguir existiendo. Es decir, AfD sobrevivirá al menos una legislatura más. Pero creo poco probable que siga teniendo representación en el Bundestag a partir de 2025. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El asunto de las donaciones ilegales tendrá su efecto y, por lo que sé por fuentes internas, más representantes abandonarán AfD tras las elecciones del próximo septiembre. Está por ver si eso generará una escisión o sencillamente un desmoronamiento.
Sin embargo, AfD sigue obteniendo excelentes resultados en el este del país.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Cree que podría convertirse en una especie de poder regional en los territorios de la antigua RDA?</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>
Sí, es posible. Creo que AfD podría caer primero por debajo de la barrera electoral del 5% en el Oeste del país y que aguante algunos años más en el Este. La frustración aquí respecto al resto de partidos es mucho mayor que en el Oeste. Pero eso no debería llevar a engaño: cuando la ciudadanía germano-oriental se percate de que AfD no puede alcanzar sus propios objetivos, eso cambiará. <div><br /></div><div>Mucha gente vota a AfD en el Este de Alemania como una forma de castigo, como una bofetada al resto de partidos. Es decir, cuantos mejores resultados obtiene, más contentos están sus votantes porque sienten que por lo menos pueden expresar su frustración. Pero cuando AfD ya no pueda cumplir con esa función porque sus resultados se estanquen o decaigan, entonces ese “efecto bofetada” dejará de existir.</div><div><br /></div><div><br /></div><div>Entrevista publicada en <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210724/gente-vota-afd-alemania-bofetada-11923094" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-28870484107963455502021-06-21T10:22:00.000+02:002021-06-21T10:22:02.176+02:00Esclavos españoles en el Muro Atlántico de Hitler<div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/J8QeudohuTI" title="YouTube video player" width="560"></iframe></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Antonio Muñoz buscaba en realidad documentos oficiales sobre las relaciones entre España y Alemania en la década de los 60 y 70 – su especialidad académica –, cuando se encontró con archivos sobre unos juicios sobre los que ni él ni casi nadie había escuchado antes; en esos procesos celebrados en la década de los 60 en Colonia, españoles republicanos en el exilio aseguraban haber sido explotados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial en la Francia ocupada. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Reclamaban una indemnización como perseguidos políticos del fascismo alemán como la que habían recibido sus compañeros republicanos deportados a campos de concentración en el Reich. Algunos la consiguieron, a otros les fue denegada. Ese hallazgo fue la primera piedra de la exposición<a href="https://rotspanier.net/exposicion" target="_blank"><b> <i>Rotspanier</i>. Trabajadores forzados españoles en la Segunda Guerra Mundial. Víctimas olvidadas del nazismo</b></a>, recientemente inaugurada en el <a href="https://www.ns-zwangsarbeit.de/home/" target="_blank"><b>Centro de Documentación del Trabajo Forzado Nazi</b></a> de Berlín y abierta hasta el 30 de octubre. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“En esos documentos encontré todo un mundo, a miles de españoles que habían trabajado en el Muro Atlántico”, cuenta Antonio Muñoz, historiador asturiano y comisario de la muestra. El Muro Atlántico fue el intento de Adolf Hitler de levantar una línea defensiva a lo largo de toda la costa occidental de Francia. El objetivo de la sucesión de búnkeres y bases submarinas construidas entre Hendaya y el Cabo Norte era rechazar el previsible ataque aliado. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esas infraestructuras defensivas, responsabilidad de un organismo paramilitar llamado Organización Todt (OT) que seguía al ejército alemán, fueron levantadas en buena parte por las manos de trabajadores esclavos. Unos 35.000 de ellos fueron republicanos españoles, bautizados despectivamente por los nazis como “Rotspanier” (españoles rojos). Alrededor de 50.000 fueron a forzados a trabajar por la Alemania nazi en el conjunto de sus territorios. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Organización Todt </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La OT, en sus inicios dirigida por el ingeniero Fritz Todt y que después quedó bajo el control del arquitecto nazi Albert Speer – condenado a 20 año de prisión en los juicios de Núremberg –, se convierte en “el pilar fundamental de la economía de guerra alemana, siendo el mayor empleador de la ‘Europa de Hitler’”, explica el libro de la exposición. “En poco más de cinco años, la Organización Todt ha completado el programa de construcción más impresionante desde la época de los romanos”, apuntaban asombrados los servicios secretos del ejército británico en marzo de 1945. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La OT, que se financió con el dinero de los bancos de los países ocupados, contó con grandes recursos y repartió contratas entre empresas privadas francesas, belgas y alemanas para que ejecutasen la construcción de puentes, fortificaciones o rampas de lanzamientos de misiles. Algunas de esas compañías todavía existen hoy: Hochtief – ironías del destino, ahora mayoritariamente en manos de la española ACS –, Hans Blatzheim Hochtiefbau, Franz Gassen o Keller Bau son sólo algunas de ellas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“La OT destruyó la mayor parte de sus expedientes al final de la guerra. Por eso, la investigación es tan complicada. Hasta prácticamente la década de los 80 no hubo publicaciones”, explica Peter Gaida, historiador alemán y el otro curador de la exposición. “La actividad de la OT en Rusia y en Bielorrusia, por ejemplo, todavía está por investigar. Digamos que es una gran desconocida dentro de la historiografía alemana. Y ello tiene que ver con que durante muchas décadas no se la consideró una organización específicamente nazi”, añade Antonio Muñoz </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>“La historia de un pueblo” </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“La de mi padre no es la historia de un hombre, es la historia de un pueblo”, dice José Ruiz, hijo de Carlos Ruiz García. Este último, fallecido en 2006, fue uno de los miles de “españoles rojos” esclavizados por el nazismo. Escribió el libro <i><a href="https://www.amazon.de/Lettre-à-ami-Carlos-Ruiz-Garcia/dp/2360420062" target="_blank"><b>Carta a un amigo</b></a></i>, en el que explica su paso por un campo de trabajo forzado de Burdeos. Le pidió a su hijo que no lo publicase hasta su muerte. “Buena parte de esa generación no se atrevió a contar lo vivido por miedo y por vergüenza”, explica José Ruiz al teléfono desde Francia. Perder la guerra y convertirse en apátridas fue tan duro y vergonzoso para los republicanos españoles que muchos prefirieron guardar silencio durante décadas sobre la esclavitud sufrida. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La biografía del barcelonés Francisco Font también forma parte de esa historia olvidada: huye a Francia en 1939 tras haber defendido la República durante la Guerra Civil. En 1941, es deportado por la OT a la ciudad de La Rochelle, donde es forzado a construir un búnker submarino. En el invierno de 1942, él y 1.500 españoles republicanos son enviados al archipiélago de las Islas del Canal, el único territorio británico ocupado por los nazis. Allí sufre trabajo esclavo y es testigo de las crueldades sufridas por los peones forzados soviéticos y judíos. Tras la liberación de las islas, decide a quedarse a vivir allí y luchar por la memoria de lo ocurrido. Tras su muerte en 1979, su hijo Gary Font continuó esa lucha. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Celestino Alfonso nace en 1916 en Salamanca. Emigra a París con sus padres cuando todavía era un niño. Allí aprende el oficio de carpintero y comienza a militar en las juventudes comunistas. En 1936, decide volver a su país para defender a la República del golpe militar. Tras la derrota, huye a Francia y es internado en el campo de refugiados de Argelès. Tras la ocupación nazi, es deportado a Berlín para trabajar forzosamente. Pero consigue volver a Francia, donde se une la resistencia. En 1943, mata a un oficial de las SS. Finalmente, es detenido por los servicios secretos de la República francesa de Vichy, colaboracionista del nazismo, condenado a muerte por un tribunal de guerra y ejecutado en París en 1944. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La historia de los republicanos españoles esclavizados por el nazismo es como un rompecabezas al que le faltan muchas piezas. El proyecto http://rotspanier.eu, impulsado por la Universitat Rovira i Virgili y cofinanciado con fondos de la UE, pretende subsanar esa debilidad de la memoria histórica española y europea. Los siguientes pasos serán un congreso el próximo octubre en Berlín y la previsible llegada de la exposición a Barcelona y otras ciudades españolas. “Estamos empezando a investigar. Nos falta un cuadro completo”, avanza Antonio Muñoz.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Reportaje publicado por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210620/berlin-recuerda-republicanos-espanoles-esclavizados-11833223" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-88454636677301968722021-05-07T17:26:00.004+02:002021-05-07T17:26:34.526+02:00Ultraderecha y ecología: del ecofascismo al negacionismo climático<div style="text-align: justify;">¿Es el ecologismo intrínsecamente progresista? ¿Es la defensa del medio ambiente una bandera política exclusivamente de la izquierda? ¿Coinciden todos los partidos de ultraderecha en negar el cambio climático y el calentamiento global? Una mirada a la historia del ecologismo y del fascismo apunta claramente al “no” como respuesta a estas tres preguntas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Puede resultar sorprendente saber que la historia de las políticas ecologistas no fue siempre inherente y necesariamente progresista y benigna. De hecho, las ideas ecologistas arrastran una historia de distorsión y manipulación al servicio de fines altamente regresivos, e incluso de utilización al servicio del propio fascismo”, escribieron en 1995 Janet Biehl y Peter Staundenmaier en el prólogo a la primera edición de su libro <i><a href="https://www.viruseditorial.net/ca/editorial/noticia/746" target="_blank"><b>Ecofascismo. Lecciones sobre la experiencia alemana</b></a></i> (editado en castellano por Virus). Esa situación parece haberse agravado desde entonces con el avance electoral de diversas fuerzas políticas de ultraderecha que, en parte, entroncan con la tradición posfascista europea. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El libro de Biehl y Staundenmaier navega por la historia del fenómeno bautizado como “ecofascismo” e indaga en las raíces de la llamada “ala verde” del nacionalsocialismo alemán: es decir, la confluencia entre el naturismo y el nacionalismo forjada por la “influencia del irracionalismo antiilustrado de las tradiciones románticas del siglo XIX”. Esa convergencia sirvió a posteriori al nacionalsocialismo hitleriano para dar un barniz ecologista al principio de Blut und Boden (sangre y tierra): es decir, cuidado del medio ambiente de la patria como condición para mantener el “espacio vital” de la “raza alemana”. La ecología defendida por los nazis no era otra cosa que un nacionalismo etnicista que se creía arraigado en la tierra, una ideología construida sobre misticismo naturalista, el irracionalismo y el antihumanismo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ese ecofascismo llega a hasta nuestros días: aún hoy siguen surgiendo en diferentes regiones poco pobladas de Alemania <a href="https://www.youtube.com/watch?v=L_1S2mmUn00" target="_blank"><b>comunidades rurales de econazis</b></a> que pretenden vivir en armonía con el medio ambiente, cultivan la agricultura orgánica y recuperan granjas abandonadas o pueblos vacíos con la perspectiva de convertirse en una alternativa a la sociedad industrial, multicultural, globalista y urbana. Es la versión reaccionaria, antisemita y antimoderna de la cultura bio, tan del gusto entre las clases medias de Alemania y otros países occidentales, como explican los periodistas alemanes Andreas Röpke y Andreas Speit en su obra <i><a href="https://www.christoph-links-verlag.de/index.cfm?view=3&titel_nr=986" target="_blank"><b>Völkische Landnahme. Alte Sippen, junge Siedler, rechte Ökos</b></a></i> (Conquista nacional de tierra. Viejos clanes, jóvenes colonos y ecologistas de derecha). El libro describe cómo el econacionalismo atraviesa el espacio político de la ultraderecha alemana: lo defienden desde pequeños colectivos rurales que se consideran a sí mismos los herederos de la pureza germánica hasta el partido neonazi NPD. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero las pretensiones medioambientalistas dentro del actual movimiento reaccionario están lejos de ser unitarias: si bien la ultraderecha comparte una serie de elementos ideológicos y también estrategias comunicativas que se repiten en prácticamente todos los países con partidos relevantes de extrema derecha o derecha radical, estas formaciones difieren en numerosos campos –lo que hace precisamente complicado el avance de los frentes internacionales que la francesa Marine Le Pen o el italiano Matteo Salvini han intentado poner en marcha como una suerte de Caballo de Troya dentro de la Unión Europea–. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La protección del medio ambiente es una de las dimensiones en las que reina la diversidad de opiniones dentro de la ultraderecha europea y global, un asunto sobre el que algunos partidos ultras muestran posiciones contradictorias dentro de sus diferentes facciones y, en ocasiones, sobre el que ni siquiera tienen ideas ni propuestas claramente definidas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Escépticos, cautos y afirmativos </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A inicios de 2019, a pocos meses de las últimas elecciones europeas, el centro de estudios políticos Adelphi publicó el informe <i><a href="https://www.adelphi.de/en/publication/convenient-truths" target="_blank"><b>Convenient Truths. Mapping climate agendas of right-wing populist parties in Europe</b></a></i>. Partiendo de la hipótesis de que el aumento de eurodiputados de partidos de ultraderecha podría tener un serio impacto en la agenda verde de la UE, el informe comparó las posiciones medioambientales y respecto a la cuestión climática de una veintena de partidos de ultraderecha con presencia en Parlamento Europeo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“A pesar de que se oponen mayoritariamente a las políticas climáticas y de transición energética, hay importantes excepciones. Un grupo de partidos exhibe una especie de patriotismo verde que apoya enérgicamente la conservación ambiental, pero no la acción climática. Otras formaciones políticas abogan por cuotas de energía renovables en pos del aire limpio y de la independencia energética”, apunta el estudio. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Para intentar ordenar la diversidad de posiciones sobre las políticas ambientales y contra el calentamiento global, los analistas de Adelphi establecen una triple categoría con la que clasifican a las diferentes fuerzas políticas de ultraderecha: los “escépticos o negacionistas” – aquellos que ponen en duda o rechazan el consenso científico sobre el cambio climático generado por la acción humana–; los “cautos” –que no tienen una posición claramente definida y/o le dan una importancia menor a la cuestión medioambiental–; y los “afirmativos” –los que desde posiciones pragmáticas apoyan el consenso sobre la necesidad de frenar el calentamiento global y apostar por la preservación ambiental por considerar que la inacción afectará gravemente los intereses nacionales de sus países–. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A continuación, y usando como base la clasificación de Adelphi, pasamos a analizar la actual posición de los partidos de extrema derecha más importantes de Francia (Rassemblement National, RN), España (VOX), Alemania (AfD), Austria (FPÖ) e Italia (Lega), países con relevantes diferencias históricas, económicas y sociales que nos pueden dar una idea de hacia dónde podría evolucionar la ultraderecha europea respecto a las políticas verdes: </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Econacionalismo lepenista. </b>Con unas elecciones regionales y presidenciales en el horizonte, el RN de Marine Le Pen lleva tiempo rearmándose dialécticamente para convertirse en una alternativa real a la Francia en Marcha del presidente Emmanuel Macron. En su intento de parecer más presidencial, Le Pen ha moderado su discurso, en el que ha incluido más propuestas para la protección del medio ambiente y de los animales. Ese <a href="https://www.euractiv.com/section/elections/news/bye-frexit-hello-ecology-why-le-pens-party-programme-has-a-new-agenda/" target="_blank"><b>barniz verde</b></a> parece perseguir la suma de las clases medias al proyecto lepenista.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Más que competir con partidos liberales en el terreno de la ecología, la apuesta de Le Pen consiste en adaptarse al contexto: el ecologismo, un tema menor hace cinco años, ha crecido mucho en Francia, está muy presente en la cuestión pública y el electorado. Le Pen no quiere parecer una candidata en contra del signo de los tiempos. Lo mismo hace, por ejemplo, con el feminismo, que combina con la islamofobia”, apunta <a href="https://twitter.com/EnricQuart" target="_blank"><b>Enric Bonet, corresponsal en Francia</b></a> para diferentes medios. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El periodista no duda en confirmar el carácter “cauteloso” del lepenismo respecto a la cuestión medioambiental.
“La principal inspiración del partido de Le Pen no es el ecofascismo –es decir, la tradición de los años 30–, sino la Nueva Derecha de los 70 de Alain de Benoist”, continúa Bonet. “La palabra clave aquí es localista, es decir, defender la vida arraigada en un lugar en contraposición con la metrópoli y la movilidad. El concepto clave es el etnodiferencialismo a la hora de defender ciertas propuestas de apariencia ecológica y de defensa del medio ambiente”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Las dudas de VOX.</b> El programa electoral del partido de extrema derecha español (<a href="https://www.voxespana.es/espana/programa-electoral-vox" target="_blank"><b>“100 medidas urgentes para España”</b></a>) sólo contiene dos propuestas cercanas al ecologismo: un Plan Hidrológico Nacional unitario que respete “la sostenibilidad de los recursos hídricos y de los ecosistemas” y un Plan de Energía que permita “la autosuficiencia energética” de forma “sostenible, eficiente y limpia”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Mi impresión es que VOX no tiene una posición definida sobre la lucha contra el cambio climático y la defensa del medio ambiente. Tiene una posición muy errática”, dice el politólogo e investigador de la Universidad Complutense de Madrid <a href="https://twitter.com/guillefdz85" target="_blank"><b>Guillermo Fernández</b></a>. “Duda entre adaptarse a una postura econacionalista que reconozca el cambio climático para afrontarlo en clave patriótica o decantarse por la defensa de los intereses de la agricultura intensiva de Murcia, Almería y algunas zonas de las Castillas, una agricultura que necesita básicamente agua y negar el cambio climático. Entre esas dos posturas, VOX parece apostar últimamente por la segunda”, apunta Fernández. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esa tendencia hacia el negacionismo del cambio climático coloca al partido español, de momento, más bien en la órbita trumpista, en opinión del politólogo de la UCM, que ve a VOX lejos todavía de posiciones más elaboradas como el econacionalismo desplegado por la extrema derecha francesa. “Las corrientes econanacionalistas son muy minoritarias dentro de la formación. Y creo que eso no va a cambiar. El partido está más cerca de las posiciones del expresidente José María Aznar que de los viejos sectores de la extrema derecha ecofascista, que tienen una cierta sensibilidad conservacionista”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Negacionismo compartido de AfD y FPÖ.</b> “¡Me gusta el motor diésel!”, gritaba Björn Höcke, líder de Alternativa para Alemania (AfD) en la última campaña electoral para las elecciones del estado de Turingia en 2019, en las que la ultraderecha alemana fue el segundo partido con más del 23% de los votos. Más allá de cierta defensa folclórica del paisaje y del típico bosque germano agitado por su ala más radical (cercana al neonazismo), el discurso predominante dentro del partido ultraderechista más exitoso de la historia de la República Federal se sitúa claramente en el negacionismo del cambio climático. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A la espera de publicación del programa electoral para las elecciones federal del próximo septiembre, basta con echar un vistazo a <a href="https://www.afd.de/grundsatzprogramm/#13" target="_blank"><b>su anterior programa</b></a> para certificar lo apuntado: “El clima cambia desde que la tierra existe. La política climática del gobierno federal se basa en modelos climáticos hipotéticos y no probados”, dice AfD para criticar el apoyo de Alemania a los acuerdos internacionales contra el calentamiento global y su apuesta por las energías renovables, a la que acusa del encarecimiento de la factura eléctrica. AfD se opone, por ejemplo, a la instalación de molinos eólicos que “destruyen el paisaje y suponen una amenaza mortal para los pájaros”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El FPÖ –partido de ultraderecha austriaco con mucho más recorrido histórico que AfD, pero que comparte muchas posiciones con la ultraderecha alemana– se suma al negacionismo o sencillamente ignora la cuestión. El exjefe del partido austriaco, Heinz-Christian Strache, llegó a calificar el debate sobre cómo combatir el calentamiento global de “propaganda” y “religión climática”. El FPÖ sí se opone, sin embargo, a la energía nuclear y apuesta por las fuentes renovables, un asunto sobre el que hay consenso en Austria. En un momento en el que Los Verdes cogobiernan en el país alpino y apuntan a entrar en el gobierno federal en Alemania, la ultraderecha de ambos países busca un marco argumental alternativo al ecoliberal. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>El oportunismo de la Lega.</b> El partido de Matteo Salvini es probablemente la más camaleónica de las formaciones expuestas en este artículo. Con unos orígenes independentistas del norte de Italia y de tendencias xenófobas con la parte sur del país, La Lega de Salvini se ha alineado por lo general con la línea negacionista del cambio climático defendida por AfD y FPÖ. Como apunta el informe del centro de estudios Adelphi, por ejemplo, a nivel europeo la Lega se ha opuesto a todas las medidas presentadas por la Comisión contra el cambio climático. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero el oportunismo podría ser la mejor palabra para definir su posición medioambiental: como parte del actual gobierno de coalición italiano liderado por el primer ministro Mario Draghi, la Lega apoya la reducción de emisiones, el reciclaje o la reducción de residuos. Unir el combate del cambio climático con el tema migratorio sea tal vez la mejor manera de describir ese oportunismo: “Es una locura explotar un asunto serio como el cambio climático para legitimar la inmigración ilegal”, ha llegado decir Salvini para atacar el discurso que advierte sobre los flujos migratorio del sur al norte que ya está generando el calentamiento global. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La amenaza del marco reaccionario
“La experiencia de la rama verde del fascismo alemán es un recordatorio aleccionador de la volatibilidad política de la ecología”, atinan a recordar los autores del libro Ecofascismo. Biehl y Staundenmaier coinciden con los periodistas alemanes Andreas Röpke y Andreas Speit en apuntar los inicios de Los Verdes alemanes, partido con serias posibilidades de gobernar Alemania en un futuro cercano: la formación hoy ecoliberal, fundada en la década de los 80, tuvo en sus inicios una rama cercana al ecofascismo que finalmente acabó perdiendo la batalla fundacional y abandonando el partido. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Que actualmente las políticas de protección climática y medioambientalista estén sobre todo en manos de formaciones de izquierda o liberales no significa que tenga seguir siendo así. Los autores del informe de Adelphi lo dicen con mayor claridad: “Una de las mayores amenazas para la implementación del Acuerdo de París no es el crecimiento de los partidos populistas escépticos con el cambio climático en Europa, sino el peligro de que los partidos centristas acaben adoptando su lenguaje y argumentos”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Análisis publicado por <a href="https://www.esglobal.org/ultraderecha-y-ecologia-del-ecofascismo-al-negacionismo-climatico/" target="_blank"><b>Esglobal.org</b></a></div>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-53812067658414016332021-05-01T12:39:00.007+02:002021-05-04T12:07:35.505+02:00“Detrás de todo esto hay un plan" <div style="text-align: justify;">Pequeños empresarios afectados por las restricciones ante la pandemia, ciudadanos descontentos con el gobierno de Angela Merkel, yoguis defensores de la medicina alternativa, neonazis, votantes de la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD), militantes de la izquierda extraparlamentaria "huérfana de partido": estos son sólo algunos de los perfiles que llevan meses participando en las marchas contra las restricciones que recortan los derechos fundamentales en Alemania. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde el pasado mes de marzo, cuando comenzó oficialmente la pandemia, se han venido sucediendo marchas y protestas - algunas con gran afluencia, otras minoritarias -. El bautizado como movimiento anticorona alemán es, probablemente, la expresión de descontento más heterogénea que vive Alemania desde los inicios en Dresde de PEGIDA (Patriotas Europeos contra la Islamización de Europa), que hoy es ya un fenómeno en decadencia y exclusivamente ultraderechista.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En un año en el que se celebrarán elecciones federales - a las que ya no se presentará Merkel -, es una incógnita qué impacto puede tener este díficilmente clasificable movimiento en el tablero político alemán. Los anticorona alemanes o "Querdenker" ("pensadores transversales", como se autodefine una de las plataformas convocantes de las protestas) siguen siendo minoritarios, pero la mala gestión de la pandemia por parte del gobierno ofrece margen para que el descontento se acabe canalizando de alguna forma las urnas. Algunos autores trazan ya ciertos paralelismos con el tercerposicionismo o el <i><a href="https://de.wikipedia.org/wiki/Querfront" target="_blank"><b>Querfront</b></a></i> que acosó a la República de Weimar en la década de los 30 del siglo pasado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Recientemente <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210421/alemania-recorta-competencias-estados-aprueba-11672517" target="_blank"><b>cubrí para <i>El Periódico de Catalunya</i></b></a> la última gran marcha contra la aprobación de una ley que da base constitucional a las actuales restricciones de las libertades ciudadanas. De ahí salió este breve pero jugosa videocrónica sobre una protesta sobre la que mucho se escribe pero con cuyos protagonistas poco se habla:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div>
“Detrás de todo esto hay un plan" <div><br /></div><div>“¿Qué tipo de plan?" </div><div><br /></div><div> “Eso no lo sabe nadie"</div><div><br /></div><div><br /><div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/FlJBAqbGQWQ" title="YouTube video player" width="560"></iframe></div></div>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-26870744326160534902021-04-12T11:06:00.006+02:002021-04-12T11:24:52.481+02:00Can Dündar: "La UE ha sacrificado sus principios"<div style="text-align: justify;"><a href="https://twitter.com/candundaradasi" target="_blank"><b>Can Dündar</b></a> sabe lo que se siente al ser amenazado personalmente por el presidente turco. "La persona que escribió ese artículo lo pagará caro", dijo en 2015 Recep Tayyip Erdogan después de que el diario Cumhuriyet, dirigido entonces por Dündar, publicase una información exclusiva sobre la entrega de armamento a rebeldes islamistas sirios de manos de los servicios secretos turcos. Sobre el periodista pesa desde el pasado diciembre en Turquía una condena de prisión de más de 27 años de cárcel por espionaje y apoyo a organización terrorista. En 2016, después del fallido golpe militar contra Erdogan y cuando pasaba una estancia en España, decidió exiliarse en Alemania. En Berlín se ha convertido en una incómoda voz para el presidente turco y también para la postura europea hacia Ankara. Pude hablar con él.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>
<b><div style="text-align: justify;"><b>¿Vive su país actualmente bajo una dictadura?</b> </div></b><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No puedo decir que sea una dictadura porque aunque Erdogan intenta y pretende ser un dictador, hay gente que todavía resiste, personas suficientemente fuertes para resistir a la opresión. Pero sí puedo definir a mi país como un régimen autoritario, como un sistema de un solo hombre que quiere gobernar sin Parlamento, sin justicia ni medios independientes. No lo ha conseguido todavía porque sigue habiendo partidos que resisten, medios de comunicación que asumen el riesgo de decir la verdad y gente que se niega a vivir bajo una dictadura.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Cómo definiría la visita oficial de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, esta semana a Ankara? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como una decepción enorme para todas las fuerzas democráticas de Turquía que creen en la democracia, en los estándares europeos, en la libertad de prensa, en la igualdad entre hombres y mujeres, y en el secularismo. Esperábamos que la Unión Europea respaldara a los luchadores por la libertad en Turquía, pero en su lugar prefiere dar su apoyo a Erdogan en el peor momento de su carrera política.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Cómo se explica esa visita después del enorme retroceso autocrático sufrido por Turquía con Erdogan en el poder? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La prioridad de la Unión Europea es frenar el flujo de refugiados de Siria, y necesita a Erdogan para que los mantenga en territorio turco en lugar de enviarlos a Europa. Esa es la primera razón. La segunda es que la UE no quiere enojar a Erdogan para evitar problemas en el Mar Mediterráneo, en el Mar Egeo frente a Grecia, y también una política exterior agresiva de Turquía. Y, por último, la UE no quiere que Erdogan se acerque a la Rusia de Putin y pretende que siga siendo parte de la OTAN.</div><div style="text-align: justify;"><br />
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es"></p><div style="text-align: center;">“La UE ha sacrificado sus principios”, dice <a href="https://twitter.com/candundaradasi?ref_src=twsrc%5Etfw">@candundaradasi</a>, atónito por la reunión de von der Leyen y Erdogan. Pude de hablar con el periodista turco exiliado en Alemania horas después de la foto de Ankara.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">La entrevista completa se puede leer aquí: <a href="https://t.co/hKe3EQh6r6">https://t.co/hKe3EQh6r6</a> <a href="https://t.co/0V8RKzn7yl">pic.twitter.com/0V8RKzn7yl</a></div><p></p><div style="text-align: center;">— Andreu Jerez (@AndreuJerez) <a href="https://twitter.com/AndreuJerez/status/1379823760681877508?ref_src=twsrc%5Etfw">April 7, 2021</a></div></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><b>
En numerosas ocasiones se ha dicho que la UE necesita a Turquía más de lo que Turquía necesita a UE.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sí, exactamente. Es un importante socio económico. Turquía es un país grande al que los países europeos pueden vender muchas cosas, por ejemplo, armas. Pero estamos hartos de esa imagen de Turquía como soldado que vigila la frontera de Occidente y de la OTAN, o como el mejor comprador de las armas producidas por otros estados de la OTAN. Queremos ser un socio igual y respetable de la familia europea. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Para usted, como ciudadano turco, ¿ha perdido la UE toda credibilidad como un proyecto que dice fomentar los derechos humanos y el Estado de derecho en aquellos países que aspiran a convertirse en estados miembros del bloque? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo ya no veo que la UE exista en la política mundial. Ya no es un actor en Oriente Medio, en el Extremo Oriente ni tampoco en África. Europa está perdiendo su poder de influencia en todo el mundo. Y lo mismo pasa en Turquía: Europa fue un día nuestro sueño, no por su riqueza, sino por sus principios democráticos. Pero mírela ahora: Turquía se niega a aceptar las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y Europa no puede hacer absolutamente nada al respecto. La UE está perdiendo su popularidad y su poder de influencia al tiempo que pierde sus principios. La UE ha sacrificado sus principios en favor de su quehacer cotidiano. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Actúa la UE con hipocresía al criticar a Erdogan en público para firmar después con él acuerdos en privado? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Absolutamente. Imagine por qué los líderes europeos no han querido reunirse con la oposición en Turquía. La cancillera Merkel ha visitado Turquía más que ningún otro país en los últimos años. ¿Por qué no se reunió con integrantes de la oposición? ¿Por qué la presidenta de la Comisión Europea no ha querido ver esta semana a familiares de presos políticos turcos?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><b><div style="text-align: justify;"><b>Hace un par de años usted dijo: "Nosotros tenemos presos políticos y España tiene presos políticos. La única diferencia es que España es un estado miembro de la Unión Europea y Turquía es sólo un candidato". ¿Sigue pensando lo mismo? </b></div></b><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sí, seguro. Turquía ha estado mostrando a España como un ejemplo de cómo ilegalizar partidos o arrestar a parlamentarios, y me parece vergonzoso para España que Erdogan la considere un ejemplo. Cuando en Turquía deciden ilegalizar un partido o encarcelar a un diputado, y la oposición critica esas medidas, el Gobierno responde: "Miren a España, miren a Catalunya, miren al País Vasco". Erdogan toma España como un ejemplo para justificar sus agresiones. Eso es algo triste también para Europa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entrevista publicada por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210407/periodista-turco-exiliado-alemania-can-dundar-11639740" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div>
<div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-60699378913103180172021-03-18T12:24:00.001+01:002021-03-18T12:24:29.110+01:00Debacle electoral de la CDU<div style="text-align: justify;">El presidente de la CDU, Armin Laschet, insistió en la víspera de las elecciones regionales del pasado domingo en que no había que leer esos comicios en clave nacional. El peor resultado de la historia de su partido en los estados de Baden-Wurtemberg y Renania-Palatinado le deja, sin embargo, nulo margen para ello. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El dirigente del partido conservador se vio obligado a reaccionar este lunes a seis meses de las elecciones federales a las que pretende presentar su candidatura a la cancillería: "El resultado electoral de la CDU en las dos elecciones regionales es decepcionante". Laschet sabe que necesita una reacción para intentar mantener su ambición de ser canciller. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los democristianos difícilmente pueden poner paños calientes sobre las dos derrotas del domingo: en el rico Baden-Wurtemberg, que un día fue uno de sus bastiones, la CDU quedó -con el 24% de los votos- a más de ocho puntos de Los Verdes tras perder tres puntos respecto a los comicios de 2016; en Renania-Palatinado, con 27,7% de los sufragios, el partido de Laschet perdió cuatro puntos y quedó a otros ocho de los ganadores, los socialdemócratas de la primera ministra Malu Dreyer. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En ambos casos, la CDU tiene muchas papeletas para ser oposición: el primer ministro verde de Baden-Wurtemberg, Winfried Kretschmann, podría apostar por una coalición con los socialdemócratas y los liberales del FDP, fórmula conocida en Alemania como "Coalición Semáforo" por los colores de los tres partidos (verde, rojo y amarillo); con la reedición de ese mismo tripartito pretende también la primera ministra Dreyer seguir gobernando en Renania-Palatinado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;">
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/NcdH4AV9oq8" width="560"></iframe> </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>En campaña </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ante los pésimos resultados que las encuestas siguen otorgando a los socialdemócratas para las elecciones generales -claramente por debajo del 20%-, la dirección nacional del SPD se agarra a una coalición con los ecoliberales y el FDP como posible gobierno alternativo a la CDU, que lleva liderando gobiernos federales 16 años de forma ininterrumpida. "La Coalición Semáforo es posible y vamos a luchar por ella", dijo este lunes el secretario general del SPD, Lars Klingbeil. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El claro tono de campaña del SPD tras la primera cita con las urnas del superaño electoral en Alemania irrita a la CDU de Laschet. Democristianos y socialdemócratas siguen siendo socios de gobierno en la Gran Coalición que dirige el país. El presidente de la CDU criticó este lunes a los socialdemócratas y les que pidió más disciplina dentro del gobierno federal.
Laschet intentó sacar una conclusión positiva de las elecciones del pasado domingo: "Los populistas de derecha perdieron en los dos estados", dijo en referencia al retroceso electoral de varios puntos de la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD) que, sin embargo, sigue teniendo un sólido espacio electoral a la derecha de la unión CDU-CSU. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los malos resultados de AfD son, en todo caso, poco alentadores para el futuro cercano de la CDU: en una <a href="https://twitter.com/Wahlrecht_de/status/1371493764217372675" target="_blank"><b>encuesta dada a conocer este lunes</b></a>, los democristianos caen por debajo del 30% por primera vez desde el pasado febrero, poco antes del inicio oficial de la pandemia. La CDU parece abocada a un descenso electoral que podría agravarse con el adiós político de Angela Merkel.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Análisis publicado por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210315/cdu-reaccion-duro-castigo-electoral-11581151" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya.</b></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-70853505882208217562021-02-20T12:28:00.000+01:002021-02-20T12:28:06.582+01:00Preguntas sin respuesta en Hanau<div style="text-align: justify;">Alja Kurtović duda cuando se le pregunta si vive con miedo. “Honestamente, no sé si estoy suficientemente protegida por el Estado. La sensación de seguridad sería mayor su supiésemos cómo pudo ocurrir algo así”. Es la hermana de Hamza Kurtović, una de las 10 víctimas mortales del <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20200220/tiroteo-alemania-hanau-7855902" target="_blank"><b>atentado de Hanau</b></a>, el peor ataque ultraderechista sufrido en Alemania desde la bomba que golpeó la Oktoberfest de Múnich el 26 de septiembre 1980 – con 13 muertos y más de 200 heridos –. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al filo de las 10 de la noche del 19 de febrero del 2020, Tobias Rathjen, un ciudadano alemán de 43 años con licencia de armas, se desplazó con su coche hasta el centro histórico de Hanau, una pequeña ciudad del estado de Hesse, en el oeste de Alemania. Allí se dirigió a dos locales frecuentados por alemanes con raíces migratorias y por extranjeros. Disparó a discreción contra la clientela. Mató a tres personas e hirió a otras tantas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Después de los primeros disparos, huyó con su vehículo hacia otra parte de Hanau. Tras sospechar que un coche lo seguía, decidió ejecutar a su conductor. Minutos después, Rathjen repitió la primera parte de su plan: abrió fuego contra la clientela de otro bar y de un quiosco vecino dejando cinco muertos más. Finalmente, condujo hasta su casa. Allí asesinó a su madre y se suicidó de un disparo, según la policía. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De madrugada, un comando especial asaltó la vivienda. En ella encontró el cadáver de Tobias, el de su madre y al padre, que había sobrevivido. Las autoridades acabaron calificando lo sucedido de “ataque terrorista racista sin precedentes”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Lobo solitario? </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ferhat Unvar, Vili Viorel Păun, Fatih Saraçoğlu, Hamza Kurtović, Mercedes Kierpacz, Sedat Gürbüz, Said Nesar Hashemi, Kaloyan Velkov y Gökhan Gültekin eran los nombres de nueve de las diez víctimas ejecutadas por Rathjen: todas ellas, a excepción de su madre, eran de origen extranjero. Para el atacante, simplemente eran el enemigo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Antes de apretar el gatillo, el asesino había publicado en internet un manifiesto y un vídeo en los que mezclaba racismo, xenofobia, supremacismo blanco, misoginia y diversas teorías conspiranoicas, algunas de las cuales entroncaban con las del <a href="http://cielobajoberlin.blogspot.com/search/label/QAnon" target="_blank"><b>movimiento QAnon</b></a>. Antes de consumar el ataque, Tobias Rathjen había protagonizado una larga lista de excentricidades – presentó varias denuncias ante la policía y la fiscalía por, según él, estar siendo vigilado por servicios secretos –. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Alja Kurtović y otros familiares de las víctimas de Hanau se siguen preguntando cómo el asesino pudo acceder – y mantener – a una licencia de armas. Las autoridades alemanas aseguran que el atacante nunca había llamado la atención de la policía ni de los servicios secretos. Los compañeros del club de tiro al que pertenecía también aseguran que jamás mostró tendencias xenófobas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todos estos detalles han alimentado la narrativa del “lobo solitario” trastornado mentalmente; es decir, que el tirador de Hanau actuó sin colaboradores ni apoyado por una estructura política ni un grupo armado. Es la misma narrativa que defiende el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD): horas después del ataque, el copresidente de la fracción parlamentaria del tercer mayor partido del Bundestag, Alexander Gauland, remarcaba que el agresor no era un terrorista ultraderechista sino un simple “un loco homicida”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /><div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/f-C7vktvhE0" width="560"></iframe></div>
</div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>“Continuidad ideológica” </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La teoría del “lobo solitario” parece poco verosímil si se analiza la historia reciente de atentados ultraderechistas de Alemania: la célula terrorista neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU) operativa entre el 2000 y el 2007 – 10 muertos y decenas de heridos–, el asesinato del político local democristiano Walter Lübcke en junio del 2019, el ataque contra sinagoga de Halle en octubre de 2019 – dos muertos – y el atentado de Hanau forman parte de larga lista de ataques durante las últimas dos décadas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La Fundación Amadeu Antonio contabiliza <b><a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20201207/alemania-recuerda-primera-victima-oficial-10122849" target="_blank">más de 200 víctimas mortales del terrorismo ultraderechista</a> </b>desde el 1990 en Alemania.
“Hay una continuidad ideológica”, asegura Matthias Quent, sociólogo y director del Instituto para la Democracia y la Sociedad Civil de Jena. “Los atentados no tienen por qué estar siempre respaldados por estructuras, pero se producen en un determinado ambiente social y político”, añade en referencia al racismo estructural, al avance electoral de AfD y al aumento de crímenes xenófobos desde la llamada crisis de refugiados en 2015. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“La imagen del lobo solitario es una metáfora fácil de entender”, responde a EL PERIÓDICO Andreas Zick, doctor del Instituto para Investigación Interdisciplinar de Conflictos y Violencia de la Universidad de Bielefeld. Y añade: “El análisis sistemático de los agresores que cometieron ataques en solitario muestra, sin embargo, que tenían ideologías. Y las ideologías no caen del cielo. El agresor las recibe de alguna parte. Lee libros, investiga en Internet, asimila ideologías presentes en el corazón de la sociedad. Y, no menos importante, se arma. Las autoridades tienen ahora que aclarar si realmente nada les llamó la atención”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Reportaje publicado por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210218/alemania-recuerda-victimas-atentado-racista-11527405" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div>
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<div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-779915568520121518.post-12932571943849946602021-02-09T03:35:00.002+01:002021-02-09T03:35:09.054+01:00Coto a la especulación del alquiler en Berlín<div style="text-align: justify;">"A partir del próximo diciembre sólo estará obligado a pagar la siguiente cantidad". Cientos de miles de berlineses recibieron en las últimas semanas del pasado año una carta de sus arrendadores con el mensaje que abre este texto. Es la consecuencia de la entrada en vigor de la segunda fase de ley de límites en los alquileres de las viviendas en la capital alemana. Las cartas, sin embargo, también suelen incluir la siguiente advertencia: "Le recomendamos que reserve la diferencia entre el precio contractual y la reducción provisional del alquiler a causa de las incertidumbres legales existentes". </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La ley, aprobada por el tripartido de socialdemócratas, verdes y poscomunistas que gobierna en Berlín, está recurrida ante el Tribunal Constitucional; sus detractores -partidos conservadores y asociaciones de propietarios- consideran que la normativa rebasa las competencias del gobierno de la ciudad-estado y también que viola el derecho a la propiedad privada recogido por la Constitución alemana. Aunque la justicia ha rechazado varias solicitudes urgentes de freno a la ley por esta segunda cuestión, expertos recomiendan a los inquilinos conservar el dinero que ahora se ahorran: si el Constitucional falla en contra en contra de la ley, previsiblemente tendrán que reembolsarlo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Más de un millón de beneficiados</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Alrededor de 350.000 hogares ya se benefician de la segunda fase de la ley, según estimaciones de la Asociación Inquilinos Berlineses, el mayor lobi de arrendatarios de la ciudad. La primera fase de la regulación entró en vigor en febrero de 2020, cuando alrededor de un millón y medio de alquileres ya quedaron congelados al nivel de junio de 2019. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A partir de 2022 sólo podrán subir un 1,3% anualmente, y a partir de este diciembre, aquellos contratos de alquiler que estén un 20% por encima de los límites permitidos -9,80 euros por metro cuadrado para viviendas siempre y cuando no sean de nueva construcción, o su equipamiento y emplazamiento excepcionales las excluyan del cumplimiento legal-. Los propietarios están obligados a informar a sus inquilinos de la rebaja del precio y a llevarlo a cabo; de lo contrario, se enfrentan a multas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La de Berlín no es la primera regulación del mercado del alquiler aprobada en Alemania. En 2015, el Parlamento federal aprobó una ley de freno de los alquileres, con vigencia en todo el territorio de la república, que establece que los nuevos contratos de arrendamiento sólo podían estar un 10% por encima del precio medio de la zona en que esté situada la vivienda. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero no fue suficientemente para frenar los precios en Berlín, una ciudad afectada por una alta especulación protagonizada sobre todo por fondos de inversión que vieron una oportunidad de oro en un mercado con precios relativamente bajos y mayoritariamente de alquiler -los pequeños propietarios son minoría en la capital alemana-, que prometía altos márgenes de beneficio para el gran capital. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;">
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/fzSoAJBHBs0" width="560"></iframe> </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">"Esa ley no funcionó sobre todo por la cobertura de costes de las obras de modernización: un 11% de esos costes podían ser incluidos en el precio final de alquiler y para siempre, y eso llevó a la aprobación de la ley berlinesa", explica Christoph Trautvetter, académico especialista en legislación inmobiliaria y justicia fiscal, y autor del informe <a href="https://www.wemgehoertdiestadt.de/berlin" target="_blank"><b>"¿A quién pertenece la ciudad?"</b></a>, financiado por la Fundación Rosa Luxemburgo, que analiza las estructuras de propietarios en Berlín. "De todas formas, la legislación de 2015 ayudó a contener los precios, sobre todo si comparamos la situación alemana con la española", añade Trautvetter. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Barcelona y Berlín </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con un salario medio de algo más de 1.400 euros mensuales, un inquilino tiene que pagar una media de 959 euros en alquiler al mes en Barcelona. Ello supone más del 60 % de sus ingresos. El porcentaje dedicado al alquiler en Berlín asciende al 36% del salario medio de la capital alemana (2.536 euros). Es la comparativa que se desprende del estudio de Trautvetter, y que demuestra las diferencias entre los dos modelos. Así las cosas, ¿podría funcionar la ley berlinesa en la capital catalana? </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">"No son situaciones comparables porque España no tiene un marco legal del arrendamiento como el de Alemania, y porque el porcentaje de propietarios allí es mucho mayor que aquí", aclara Reiner Wild, secretario general de <a href="https://www.berliner-mieterverein.de/sprachen/spanisch.htm" target="_blank"><b>la Asociación Inquilinos Berlineses</b></a>. Wild presentó la ley de limitación de alquiler berlinesa en conferencias organizadas por los gobiernos autonómicos vasco y catalán; este último incluso ha aprobado recientemente una ley de regulación del alquiler inspirada parcialmente en la norma de la capital alemana. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">"Parece que el Gobierno central español está preparando una ley similar a la catalana para otras partes del Estado. En todo caso, la ley berlinesa podría ser una buena base para una regulación del mercado de alquiler español", asegura Wild, que reconoce estar en "contacto permanente" con asociaciones de defensa de los derechos de los arrendatarios del Estado español y cuya organización incluso traduce ya algunas de <a href="https://mietendeckel.jetzt/material/MD_Absenkung-ES.pdf" target="_blank"><b>sus notas de prensa al castellano</b></a>. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Ley de emergencia</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En todo caso, la situación en la capital alemana está lejos de ser ideal. "La ley de límites en los alquileres de las viviendas es una solución de corto plazo para un mercado de alquiler que estaba fuera de control en Berlín", cree Christoph Trautvetter, que reconoce que la legislación favorece tanto a altas rentas como a los más pobres de la ciudad, los que más dificultades tienen para encontrar una vivienda o para pagar la que ya alquilan. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Según el analista, tanto la capital alemana como el resto de Alemania necesitan regulaciones más precisas que complementen las limitaciones del alquiler: la prohibición más estricta de mantener viviendas vacías, de especular con terrenos construibles o un impuesto más riguroso para transacciones inmobiliarias podrían ser sólo algunas de ellas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Reportaje publicado por <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210208/coto-especulacion-alquiler-berlin-11407888" target="_blank"><b>El Periódico de Catalunya</b></a>.</div>
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<div style="text-align: justify;"><a class="twitter-follow-button" data-lang="es" data-show-count="false" href="https://twitter.com/andreujerez">Seguir a @andreujerez</a></div>Andreu Jerezhttp://www.blogger.com/profile/11467846579414632914noreply@blogger.com0