domingo, 23 de enero de 2011

Tan en 'Orsai', tan desesperadamente solo

Las cinco o seis personas que había en la sala de lectura de la biblioteca en la que me encontraba se volvieron hacia mi con una mirada que mezclaba a partes iguales indignación y curiosidad después de la estridente carcajada que escupí parapetado tras la pantalla de mi portátil. Sinceramente, no la pude contener. Di por hecho que lo que acababa de leer me daba pleno derecho a reirme con todas mis fuerzas aunque me encontrase ante la tumba del mismísimo Francisco Franco y rodeado de un grupo de matones falangistas. Reproduzco a continuación parte del texto:

"En La Nación el problema era otro. El escritor colgó por la web una recreación de sus diálogos con los editores:

–Hola, Hernán, disculpame la hora, pero estamos cerrando.

–No, todo bien, decime.

–Estábamos editando tu columna y nos asaltó una duda. ¿Qué querés decir, exactamente, en el párrafo sobre Ratzinger?

–En qué parte.

–Donde ponés que a “Ratzinger le gusta que le metan una lámpara de pie en el ojete...” ¿Está contrastada esa información?

–No. Es una sospecha que tengo.

–Pero es muy delicado decirlo sin un sustento. Es una información muy fuerte.

–No es una información, es un chiste. ¿Querés sacar “ojete” y poner “ano”? Por mí todo bien, no soy quisquilloso.

–Me preocupa más la expresión “lámpara de pie...”. A nuestros lectores no les gustan esas referencias lumínicas hacia la Iglesia Católica."

El escritor es el autor y bloguero argentino residente en Barcelona Hernán Casciari, y el fragmento pertenece a un artículo publicado en Página 12. En él, Casciari, entrevistado, desgrana las razones que le llevaron a dejar todo lo que hasta el momento había estado haciendo como escritor profesional para invertir parte de sus ganancias en un proyecto tan descabellado a día de hoy: fundar una revista. De papel.

Hasta ahí todo bien. Este post no sería post si la revista en concreto, Orsai, no hubiese superado su primer número mostrando maneras de poder convertirse en un proyecto editorial sólido y referencial en un panorama en el que los lectores y autores (sobre todo jóvenes, pero no sólo) buscan nuevos faros en una costa marcada por la falta de ideas frescas, la crisis ecónomica y moral, y la unirideccionalidad editorial.

El primer número de Orsai, que recibí esta misma semana y que en Berlín es distribuido por la librería virtual La rayuela, es una clara muestra de un producto hecho con inteligencia, gusto, tino y, sobre todo, honradez. Recomendable cien por cien. Una ventana de luz en estos tiempos de oscuridad.


jueves, 20 de enero de 2011

arbor inversa

10 fotos de árboles cuyas ramas miran hacia abajo, 3 vídeos de ríos cuyo caudal fluye al revés de lo que establece lo racional y socialmente aceptado (el agua fluye hacia su origen, hacia el manantial vital del río) y una pintura falsa con un río y un árbol enmarcados en oro. Es la telegráfica descripción que el artista navarro y berlinés de adopción Roberto Equisoain nos ofrece de su exposición "arbor inversa", que abre sus puertas en la galería ZeitZone.

Roberto, a quien conocí en el verano de 2003 en una sala de revelado de fotografía de la Universität der Künste de Berlín y quien me he ido encontrando por la noche berlinesa de tanto en tanto, nos ofrece en el texto introductorio de su nueva entrega fotográfica el origen espiritual del símbolo del árbol inverso: "Los árboles invertidos aparecen en la cábala hebrea y en la iconografía religiosa india y cristiana, representando la sabiduría y cualidades de Dios. En el siglo XIII Hadewijch de Amberes, en pleno éxtasis, en la primera de sus visiones describe cómo un ángel la lleva a un jardín en cuyo centro se encuentra el árbol invertido. Es el árbol del conocimiento de Dios".

La inversión de lo natural para simbolizar a dios, y el espíritu en cierta manera subversivo que supone invertir lo natural. O como escribe el mismo Roberto: "Esta operación tan simple conlleva algo más que un mero cambio perceptivo: también participa de una actidud contestataria; se trata de la protesta básica y legítima de invertir (y subvertir) lo real buscando lo inesperado, lo lúdico y lo crítico".

Hasta el próximo 2 de febrero podréis visitar la exposición. Y hoy, la inauguración a partir de las 19:00 horas, con el músico alicantino Manolator con un "concierto-video" y con todo lo que conlleva acudir a una vernissage berlinesa un viernes por la tarde.

sábado, 15 de enero de 2011

Dissidenten: el viaje como instinto

"La historia de Dissidenten es la historia de unos viajeros instintivos en una forma post-Theodor Fontane. El hombre de letras -y viajero- alemán escribió una vez que más importante que la inteligencia misma es viajar, viajar y viajar. Sólo a través del viaje, la absorción e inhalación de las culturas de otros lugares podemos meternos realmente en la piel del otro. Dissidenten, autoproclamados enemigos del estado de confusión, hicieron suya de todo corazón la frase de Fontane y la convirtieron en su máxima. A través de la música".

Así se autodefine la banda de folk-fusión nacida en la capital alemana y de más de 20 años de historia. Debo reconocer que supe de ellos tan sólo hace unas semanas y a través de una radio española, Radio 3, gracias a la cual he conocido a tantas otras bandas y he disfrutado de tanta música, hasta no poder vivir sin ellas (sin la música ni la radio). Al escuchar el primer tema de Dissidenten lo primero que pensé es: "No tienen la marca Berlín". Quiero decir, Dissidenten no hacen ni electrónica ni post-punk-electrónico ni demás moderneces. Estos músicos eternamente nómadas en el sentido vital y artístico hacen puro folk de influencias norafricanas y árabes, y ribetes de metal y rock ochentero. Ahí os va unos de sus temas.