sábado, 22 de junio de 2019

AfD, camino de ser primera fuerza en el este de Alemania

La joven ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD) va camino de convertirse en el primer partido de buena parte de Alemania oriental. Esta es la conclusión que están dejando los resultados de las últimas elecciones celebradas en el país, ya fueran de carácter nacional, regional, municipal o europeo. AfD está consiguiendo capitalizar el voto protesta que históricamente se ha hecho fuerte en los territorios de la antigua Alemania socialista. Estos mapas extraídos del blog eleccionesenalemania.com así lo demuestran:


https://eleccionesenalemania.com/2019/05/27/europeas-2019-en-alemania-siete-claves-de-la-eleccion-en-18-mapas/

Tras la irrupción federal de AfD en las últimas elecciones alemanas de septiembre de 2017, las urnas están trazando un mapa político con cuatro Alemanias: la conservadora de la CDU de la canciller Merkel, que ve como su poder decrece cada vez que se vota, la socialdemócrata del SPD, que comienza a estar amenazada por la irrelevancia política e incluso por la desaparición, la urbana y optimista representada por Los Verdes, cuyo liberal-ecologismo podría ser pronto primera fuerza federal, y la ultranacionalista y reaccionaria representada por AfD, cada vez más fuerte en el este.

¿Significa esto último que el 'factor AfD' es un fenómeno circunscrito exclusivamente a los territorios orientales alemanes? No, de ninguna manera. El partido ultraderechista está representado en todos los parlamentos regionales de los 16 estados federados, y obtuvo resultados de dos dígitos en más de la mitad de ellos, tanto del este como del oeste. El espacio electoral surgido a la derecha de la unión conservadora de la CDU-CSU es, por tanto, sólido y apunta a que ha llegado para quedarse.



A pesar de que hay resultados de AfD que llaman especialmente la atención, como por ejemplo el 15,1% y el 10,2% conseguidos respectivamente por los ultras en Baden-Württemberg y Bayern (dos de los estados más ricos del país, con un desempleo prácticamente técnico), es evidente que el fenómeno electoral ultraderechista está alcanzando una nueva cualidad en los territorios orientales. AfD va camino de convertirse en el Volkspartei o gran partido de la antigua RDA. 

El voto protesta de amplias capas de la población germanooriental, descontentas con la evolución del país desde la reunificación en 1990, y la sensación de falta de alternativa que ha generado la repetición de Grandes Coaliciones de democristianos y socialdemócratas (tres en las cuatro últimas legislaturas) se presentan como los principales motivos de ese auge ultra en el este alemán. El caso de la alcaldía de la ciudad sajona de Görlitz es, en ese sentido, paradigmático.



Como ya advertimos en su día con nuestro libro Factor AfD, la entrada en el Bundestag en 2017 de la formación ultraderechista más exitosa de la historia de la República Federal de Alemania supuso un terremoto político que ponía en serio peligro la estabilidad del sistema de partidos y la gobernabilidad del país más poderoso de la Unión Europea.

Las elecciones regionales en los estados orientales de Brandenburg, Sachsen y Thüringen que se celebrarán el próximo otoño pueden ser el siguiente paso de ese proceso. En al menos dos de ellos, AfD podría convertirse en primera fuerza, por delante de la CDU, como apuntan las encuestas.

Con un gobierno de Gran Coalición ya de por sí muy debilitado, la CDU difícilmente le perdonará a Merkel un resultado como ése. De consumarse esa tendencia en las urnas, Alemania parece abocada  irremediablemente a elecciones anticipadas y a un final abrupto de la carrera política de Merkel, la que un día fuese bautizada como la mujer más poderosa del planeta.

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