martes, 15 de noviembre de 2011

Nacionalismo económico alemán

La deuda como arma de doble filo: como herramienta económica noecolonialista, como demuestra con claridad el trágico caso de Grecia, y como soga para la moneda común del euro y, por consiguiente, para ese proyecto político llamado Unión Europea que se nos aparece cada vez más desdibujado, a la espera de la sentencia final mientras agoniza bajo la dictadura de los libres mercados.

El que antaño fuera considerado partido proeropeísta por excelencia, me refiero a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel, destapa sin tapujos sus vergüenzas nacionalistas, por mucho que la canciller se esfuerce por hacer malabares dialécticos pidiendo más esfuerzo para hacer frente a la crisis que sufre la eurozona y la unión política europea de la UE. El Gobierno de Merkel ha demostrado durante los últimos años a través de su política económica que le importa más mantener en positivo el balance comercial de Alemania y su tasa de inflación baja que sacrificar algo de la presunta buena marcha de la economía alemana para que a todos los miembros del euro les vaya un poco mejor. Eso es nacionalismo económico. Da la sensación de que Berlín ya da por amortizado el euro en este contexto de brutal crisis económica global que estamos viviendo.

Mientras, parte de la oposición alemana intenta recomponer los fragmentos de ese europeísmo hecho trizas. Es el caso de Los Verdes, un partido en pleno proceso de redefinición identitaria tras sus resultados (peores de lo esperado) en las últimas elecciones regionales de Berlín: mientras otros partidos apuestan directa o indirectamente por menos integración europea, Los Verdes creen que el camino es precisamente el opuesto. Y por ello abogan, por ejemplo, por la introducción de emisión de deuda común europea. Que no sólo se integre la moneda sino también la deuda y las pérdidas, si así fuera necesario. Es lo que me dijo recientemente Gehrard Schick, responsable económico de Los Verdes en el Parlamento alemán, en una entrevista publicada en El Economista.

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1 comentario:

David dijo...

A pesar de no haber ido nunca a Alemania, me gustaría hacerlo próximamente y por eso estoy buscando informacion sobre las ciudades de dicho país. Paso mucho tiempo en mi Alquiler Temporario Capital Federal, planeando mi próximo excursión en el mundo