“¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, gritan los manifestantes, muchos de ellos familiares de asesinados y desaparecidos procedentes de diferentes Estados de México. Es la primera marcha convocada por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) desde que finalizara la caravana por Estados Unidos encabezada por el poeta Javier Sicilia. Medio centenar de personas avanza escoltado por una nube de periodistas además de por un importante dispositivo policial. Su meta: las puertas de la Secretaría de Gobernación, en el centro institucional de la Ciudad de México. Su objetivo: protestar contra la impunidad e injusticia que, en su opinión, han caracterizado el sexenio legislativo que el actual presidente en funciones, Felipe Calderón (PAN), está a punto de culminar.
Un sexenio marcado por una sangrienta guerra contra el narcotráfico iniciada por el mismo Calderón que se ha cobrado cientos de miles de víctimas civiles, militares y policiales, y que, a las puertas de un nuevo gobierno priísta, parece estar entrando en una nueva fase a tenor de las últimas informaciones sobre detenciones y muertes de capos criminales; una nueva fase que podría estar catacterizada por una fragmentación aún mayor de los diferentes cárteles de la droga que operan dentro de las fronteras de México y por un consecuente incremento de las víctimas civiles. La trágica cifra exacta de esta guerra no declarada, la de los muertos y desaparecidos, está por tanto aún por determinar.
Seguir leyendo en Contrast.es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario