Esta crisis (creada) es implacable y se lo lleva casi todo por delante (que le pregunten a los de ese cadáver exquisito de Soitu.es). Casi todo. Como en todas partes, también en Berlín hay resistencias. En este caso, una resistencia poética-creativa. Se llama Latinale, el festival de poesía latinoamericana de la capital alemana, que este año celebra, si no me equivoco, su cuarta edición. Contra vientos y mareas críticas y económicas.
Ayer tuve la oportunidad de acudir a una sugestiva lectura de poemas en el Instituto Cervantes de Berlín, esa institución total que a veces resulta tan ajena a la plebe hispanohablante berlinesa. En su sala de conferencias pudimos ver a la argentina María Medrano, con su proyecto de poesía penitenciaria Yo no fui; a la boliviana Rery Maldonado, con su poesía de barrio en "bolikreuzbergriano"; al expresivo y mexicano Hernán Bravo-Varela, con sus relatos poéticos; y, por fin, al cubano Antonio José Ponte que, por boca del uruguayo Gabriel Calderón, nos dejó frases tan dolorosas como "los habitantes de las ruinas también son ruinas" o "la ruina se lleva por dentro, como el luto, como la tristeza". Frases que duelen a los que estiman la isla y su gente.
La sesión la cerró la música de Liza Casullo. Aterciopelado ritmo pop con toques folk y destellos punk. Una tarde deliciosa. Esta noche, más.
1 comentario:
y pase, y me quede un tanto pegado,
buen Blog
Saludos de Chile
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