El carácter sistémico de entidades como Bankia es el argumento con el que las autoridades nacionales y europeas suelen justificar el uso del dinero de los contribuyentes para tapar los agujeros dejados por la mala gestión de la banca. Los Verdes alemanes y la fracción verde en el Parlamento Europeo lo cuestionan. Si los gobiernos nacionales, el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea no hubiesen tardado tanto en reaccionar y hubieran obligado a los grandes acreedores de las entidades en problemas a participar en su reestructuración, la Eurozona se habría ahorrado 35.000 millones de euros en ayudas a ocho bancos europeos, concluye un informe encargado por ese partido político.
El documento, titulado «La participación de los acreedores en la crisis bancaria de la Eurozona», elaborado por la consultora Finpolconsult y al que ha tenido acceso ABC junto a Financial Times y Süddeutsche Zeitung, analiza el proceso de recapitalización de tres bancos griegos (Piraeus Bank, Alpha Bank y EFG Eurobank), dos chipriotas (Laiki Bank y Bank of Cyprus) y tres españoles (Bankia, Banco de Valencia y Banco Popular). Si la conclusión del análisis se aplica al resto de bancos no analizados, el hipotético ahorro de dinero público es mucho mayor. Así, el documento califica de «desastrosa» la gestión de la crisis bancaria europea.
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